Hace una semanas, el periodista y músico Venezolanos Félix Carlos, actualmente residenciado en Nueva York, estrenó su más reciente sencillo La Muchacha del Pendón, tema que escribió hace 20 años, cuando aún seguía en Venezuela, y que en el 2020 dedicó producir y grabar con grandes de la música como Cheo Pardo (Dj Afro), Jorge Glem, Eddie Venegas, Daniel Prim y Jeickov Voguel, pero ¿cómo se da todo este proceso?

El cantante, nacido en Mérida y criado en el Estado Aragua, comenzó su carrera musical apenas a los 19 años, pero a su vez se fue enterando en los medios comunicacionales, impulso que lo llevó a estudiar la carrera de Comunicación Social. Más adelante, pasa a ser locutor La Mega por aproximadamente cuatro años. Más ttarde se mudó a Nueva York, donde inició una nueva vida como locutor de su programa radial El Show de la Arepa y reuniéndose con músicos que lo han ayudado a seguir avanzando en el mundo musical. 

Ante su último lanzamiento, que le siguió  a la producción lanzada en el 2017 llamada Hello Chamo, nos cuenta que su inspiración fue una modelo que conoció en Maracay hace 20 años con la que tenía muchas amigas en común y, después de verla un día posando en con un perdón gigante, fue que le llegó la música y salió el tema.  

Pero en conversaciones con Félix, que podrán disfrutar a continuación, nos contó un poco más sobre las verdaderas inspiraciones musicales, el proceso de grabar el tema 20 años después, sobre su visión ante la movida musical del momento y mucho más. 

¿Cuáles fueron tus principales influencias musicales para la creación de La Muchacha del Pendón?

Desde toda la vida he tenido mucha influencia de muchas cosas. Mi papá es un tipo súper melómano y en mi casa se escuchaba mucha música venezolana principalmente y no me refiero solo al arpa, cuatro y maraca, sino todo los géneros que engloban esa música nacional, como los merengues, tambores, musica de los llano, pero está también una influencia mía con un grupo al que escuchaba mucho que se llamaba El Medioevo, una agrupación folklórica, por así decirlo, que fusionan un montón de cosas;  entonces hacían pop, reggae, ska, tango, y todo esto iba enriqueciendo el mundo musical. De la fusión es de donde yo me agarré para hacer mi música. 

Hoy en día lo que hago, que ha sido catalogado como neofolklore —que ha sido bastante polémico también— es lo que he hecho desde que comencé a trabajar en el estudio. Antes me dedicaba solo a escribirle y tocarle canciones a las chicas, todo romanticón, e interpretaba con la guitarra canciones de Arjona, Yordano y más. Pero en ese primer disco que saqué en el 2000 aproximadamente, me enamoré de la fusión tras practicarlo mucho en vivo. Entonces, si me piden influencias, metería a Simón Díaz, Mario Suárez, Chelique Sarabia, Maria Teresa Chacín, Desorden Público, Zapato 3… creo que hay un poquito de cada uno de ellos en lo que yo hago.

https://www.youtube.com/watch?v=0oLbjeECu3Q

Ya que lo mencionaste como polémico ¿Aún crees que el término “neofolklore” sigue vigente?

Yo creo que sigue vigente, pero no creo que ya se llame neofolklore, porque igual mucha gente ha catalogado eso. Yo estuve trabajando muchos años en La Mega y se lo endosaron, entonces todo lo que yo hacía decían que era neofolklore y en parte no es tan así. Tu buscas “neofolklore” en google y te sale que es el género del folklore mezclado con otras cosas, y es básicamente lo que es, pero los entendidos de la materia pegaron el grito al cielo como “este montón de locos ahora tocaran música de nosotros, clásicos venezolanos y lo convertirán en rock”, por ejemplo, y yo creo que el concepto es más que eso, es fusión; ¿que lo sigan llamando neofolklore? está bien, al final cada quien le puede decir como quiera, pero apoyo que, más que un estilo musical, es un movimiento que nació como producto de la ley social de radio y televisión, como una oportunidad de que se dieran a conocer diferentes talentos, bandas, músicos y más. Yo creo que el folklore es simplemente folklore y ya, por eso es que nunca entro en polémica con eso. Es irrelevante el nombre. 

Sabemos que este tema lo habías hecho hace veinte años, e incluso lo llegaste a presentar en vivo una vez, entonces ¿qué fue lo que te motivó a lanzarlo en el 2021 y no antes?

Bueno básicamente que, cuando la escribí, se parecía mucho a Regálame Tu Hermanita, que fue un tema que me abrió las puertas de la radio en Venezuela, quizás también porque fue producto de la ley resorte y los circuitos juveniles se vieron obligados a poner música folklórica,  y para no colocar música de cuatro, arpa y maraca o tamboras clásicas pues ponían mis canciones. Yo comencé a hacer esta fusión y ahí comenzó todo. En ese momento que estaba sonando muchísimo en la radio, yo tenía la necesidad de seguir haciendo música,  a pesar de que solo sonaba full con Regálame Tu Hermanita, entonces era súper cómico porque íbamos con la banda a tocar y no teníamos más canciones, entonces en un show lo que resolvimos en la banda era tocar covers de otras agrupaciones y repetíamos varias veces la canción porque nos la pedían mucho. Entonces en esa época yo escribí La Muchacha del Pendón, y tal vez por mi ineficacia o falta de talento, a mí se me parecía mucho esta nueva canción a RTH, de hecho, es el mismo tono, mismos acordes, y no teníamos la visión de poder cambiarla. Entonces se me ocurrió solo cantarla en vivo al estilo tambor de la costa, porque como se parecía a RTH, a lo que matábamos a un pájaro de un solo tiro. Luego la toqué tanto que me di cuenta que la gente la reconocía y no vi necesario grabarla.

Actualmente, que me consigo aquí en Nueva York a Cheo y Jorge Glem, a quienes conocí aquí, un día les comenté sobre el tema y cuando se lo enseñé a Cheo, él me dijo “No, mi pana, esto hay que grabarlo YA, esto me encanta, pero hay que grabarlo en tambores”, entonces le pasé la idea a él de una, la agarró completita y transformó en realidad todo lo que había en mi cabeza, porque a pesar de que es una canción de tambores venezolanos y costas aragueñas —de donde soy— tiene un toque también muy actual, entonces, digámoslo así, sobrepasa otras latitudes. Me ha pasado que veo aquí en Nueva York a personas cantando la canción y les gusta, a pesar de ser muy venezolano, pero creo que con ese toque de Cheo Pardo y la inclusión de esos monstruos musicales que son Jorge Glem, Jeickov Voguel, Daniel Prim y Eddie Venegas, quedó este resultado tan fino. 

¿Cómo fue trabajar nuevamente con Cheo Pardo (Dj Afro) para esta canción? y ¿cómo fue el proceso de reunir a todos los músicos presentes en el tema para grabarla?

En principio con Cheo, que ya había trabajado conmigo en la producción de Hello Chamo, un tema que grabé hace más de tres años sobre la diáspora venezolana, a ese tema le fue super bien y quedé súper contento con el trabajo de Cheo porque es un animal de la música, en el mejor sentido de la palabra. Como productor, es sumamente creativo y le dio mucha vida a esa historia que ni siquiera tenía coro. Tuve ese primer encuentro con él y ya, cuando le mandé la nota de voz de la canción, fue fácil reunirse y ponernos de acuerdo. Jorge Glem es mi hermano del alma, se la pasa en mi casa y yo en la suya, echamos mucha broma y tomamos mucho ron y generalmente en esos compartir que tenemos se habla es de música. Cuando nos reunimos todos los músicos, yo siempre digo que tengo la suerte de trabajar con gente que he admirado y siento que eso influye mucho en esa amistad. Luego, en conversaciones, surgió la idea de incorporar a Jeickov y a Daniel, que son unos duros en la percusión, por supuesto en el cuatro de una elegimos a Glem porque no hay mejor cuatrista como él en el mundo. Cheo grabó el bajo, Eddie Venegas los metales, y ya todo fue fácil de conceptualizar cuando se escuchó y evaluó el tema de forma grupal. 

Y ¿Cómo crees que ha influido el vivir en Nueva York en tu música?

Brutalmente. Creo que si no hubiese tomado la decisión de venir, primero no hubiera conocido a ninguno de los que ha trabajado conmigo musicalmente aquí, como Cheo, Glem, Venegas, y para mí eso es un plus muy importante en mi música, y basta con que vayan a Spotify para que vean toda mi música, y si escuchan Todo Está Bien, mi primer disco, se dan cuenta de la evolución y creo que eso es propio de cada artista a medida que van pasando los años. Uno madura —aunque yo no mucho (se ríe)— y creo que esa influencia y esa amistad con este poco e’ monstruos musicales que tengo, aquí han influido mucho en lo que hoy pueden escuchar como concepto musical de Félix Carlos. 

¿Tienes pensado sacar más sencillos o nueva música para este 2021?

Yo procuro no tener esa presión, y cada vez que saco tema me da como esa presión en la que me digo “ahora sí seguiré, ahora sí”…. pero la verdad es que la música siempre la he tenido como un hobbie. Sé que suena irresponsable pero es la verdad, no puedo mentir sobre eso porque, después de haber sido mi trabajo desde hace más de 20 años que he estado haciendo música, seguramente tuviera 8 discos, y solo tengo 3. Hello Chamo fue como la segunda etapa y yo no pensaba dedicarme el 100% a la música, y aún no lo pienso, porque Nueva York es una ciudad que se mueve muy rápido y es difícil para los músicos porque, ahorita con pandemia, no tienen sitios en donde tocar y es cuando digo “menos mal que tengo otro trabajo”. Soy periodista de profesión y cuando llegué aquí pues conseguí la oportunidad en la radio de hacer El Show de la Arepa, donde encontré un espacio para botar, digámoslo así, toda esa presión  y estrés por dentro que quizás con la música no la pude drenar, pero con la radio sí. Me ha ayudado a que yo esté tranquilo y a que pueda lanzar un tema cuando me provoque como pasó con LMDP, que a pesar de que nos agarró la pandemia y atrasó todo, igual se pudo lograr y, por supuesto, me dan ganas de meterme en el estudio y grabar esas canciones que ya tengo escritas por ahí. 

Pero ahorita que estoy disfrutando esta promoción no te imaginas cuanto, porque yo soy muy pantallero y me encanta hablar mucho de mí, y yo siempre digo que soy así, pero no lo puedo hacer en público sino con mis panas porque no tengo lugar para ser así. Entonces estos procesos me gustan muchísimo. 

Para el videoclip de LMDP optaron por la animación, ¿volverías a ese método para un próximo proyecto? ¿O prefieres los grabados en vivo?

No sé, creo que va a depender de la canción que saquemos. A mí me encantó el trabajo de Modo Gráfico, un chamo que tiene un talentazo, y de verdad que tiene unas ideas muy finas para seguir trabajando bajo ese concepto y me gustaría hacerlo, pero no me atrevo a decir ahorita que va a ser así porque ni siquiera sé cuándo vaya a lanzar el otro video y qué canción será. Yo siempre escribo, me gusta escribir canciones desde los 14 años, entonces tengo bastante material como para luego pensar cómo sería el videoclip y sería finísimo. Creo que, si la cosa va como va, seguiré trabajando con Mario Dávila en videos animados e incluso fusionar algo en la parte audiovisual. Es cuestión de estar en el momento y ver si se puede hacer 

¿ Cómo llegó el contacto con Mario? ¿Ya lo conocías de antes?

Sí, porque lo había entrevistado con el Show de la Arepa por diferentes artes e ilustraciones que había hecho, y en esos días, cuando lo invité, salimos como panas. Días después yo le estaba comentando a idea a Glem y le dije que quería, de video musical, hacer algo con comiquitas para no tener que complicar todo el movimiento de instrumentos con el confinamiento y lo demás y me recordó a Modo Gráfico; luego cuadramos y él se encargó de darle forma a todo lo que había en mi cabeza y no peló en lo más mínimo porque hizo todo lo que yo quería. 

Además de ser músico mencionaste que eres locutor y periodista, ¿crees que esas herramientas aprendidas en  comunicación te han ayudado a desenvolverte con la música, o viceversa?

Totalmente. Creo que toda la vida he estado atado a esas dos carreras que ejerzo, a pesar de que en la música no tan profesional como la otra, aunque suene muy chimbo, pero aquí en Nueva York me bajaron de esa nube y me hicieron ver que, para decir que eres músico cuando te preguntan, hay que pensarlo. Creo que decir que “soy músico de profesión” es un insulto cuando mi nivel de música es tan bajo en comparación con otros que tiene un nivel muchísimo más alto.  Yo soy periodista, fue lo que estudié, en lo que me gradué, la música siempre fue mi complemento, nunca me abandonó, y a pesar de ya tener varias años haciéndola, le tengo cada vez más respeto; siento que autodenominarse músico es como una falta de respeto ante aquellos que han estudiado una vida para hacer lo que hacen. 

Quizás el hecho de comenzar con Comunicación Social como chamo me hizo inclinarme al lado musical, y además siempre he estado metido en la música en todas las posiciones (cantante, artista, productor, manager), pero siempre han estado de la mano. Ambos fueron la fusión perfecta para todo lo que he logrado, tanto con la radio como con la música.

Félix Carlos. Vía www.venezuelaaldia.com

¿Cuándo comenzó tu interés por la música tradicional y te diste cuenta que querías seguir con la música?

Mi papá tiene a sus hermanos que son artistas y músicos, y las reuniones familiares siempre fueron una rumba; no se contrataba a nadie porque nosotros éramos los que hacíamos la música. Cuando cumplí 19 años saqué mi primer álbum de baladas, porque tocaba la guitarra y lo veía todo muy romántico. Luego fue mutando a todo lo que te comenté

¿Te gustaría o has pensado en trabajar con otros géneros musicales? Es decir, si tuvieras la oportunidad de hacer algo con un artista que desarrolle un género alejado a éste, ¿lo harías?

Sería un honor que cualquier artista me invitara a hacer cualquier cosa. De hecho ahorita mi hijo mayor tiene tiene 18 años y todos los chamitos son raperos, trapperos y adan en esa onda y ahorita estoy trabajando con él en algo de estilo hip hop, que es lo que le gusta, y es a veces algo difícil pero divertido porque nunca he hecho algo ni similar a ese género (creo que una vez en La Mega hicimo algo de broma con el reggaetón). Pero ahorita, a pesar de que no es algo que yo escucho a diario, me lo estoy vacilando porque siento que todo evoluciona y todo cambia, y esta nueva corriente musical —para mí—tiene sus cosas. Mientras hagas música a nivel profesional y sea digerible, siempre podrá funcionar. No estoy muy a favor de la música con las vulgaridades porque siento que no hay necesidad y tal vez aquí hay una lucha con mi lado romanticón, pero por supuesto, todo tiene su público, y no puedo negar que el género urbano, por ejemplo, es lo que suena ahora y es lo que más éxito tiene. 

Me acuerdo que Jimmy Fallon hace poco salió a la calle para su programa con Bad Bunny de invitado, y todo fue una locura porque las calles cerraron, la gente se volvió loca y es eso, está bien porque es la música que le gusta a los chamos y es un personaje que ellos admiran. 

Justo ahora que mencionas a las generaciones de hoy en día ¿Hoy en día cómo ves la movida musical venezolana?

Es brutal. Creo que cada vez está saliendo más gente y que ya se está yendo esa mentalidad de que “como estoy en Venezuela no pueda hacer música”. Hay muchísimo talento en nuestro país y todas las semanas entrevisto en la radio a talentazos que trabajan cosas muy interesantes con contenidos y mensajes interesantes y hay demasiados venezolanos haciendo eso en todos los géneros. Los venezolanos están dedicados a sacar música a cada rato y demuestra todo el talento que hay, y es algo que debemos agradecer todos. Ver el resurgir del rock con La Vida Boheme, VINILOVERSUS, Los Mesoneros, los Tomates, y tantas buenas bandas que, quizás en los últimos años se vieron opacadas por la situación país pero dijeron “¿sabes qué? nos vamos y seguiremos haciendo música”. Lo que pasó con Rawayana es una locura. Por eso estoy enamorado del género fusión, porque te permite hacer cada vez cosas nuevas y estos chamos están en su concepto y no han sido víctimas de la monotonía, y además que están súper preparados. 

Me parece que todo lo producido por venezolanos también logró que el mundo volteara a ver a Venezuela otra vez. Pasó con Servando y Florentino, Chino y Nacho y muchos más. En los Grammys hoy en día ves a puros venezolanos, cuando antes era muy raro verlos ahí. 

Si pudieras darle un consejo a todos los músicos o creadores que están ahí afuera, ¿qué les dirías? 

Que principalmente deben estudiar y prepararse. Si quieres ser un compositor, busca bien cómo hacerlo, busca tutoriales, aprovechen el internet para investigar, busquen a grandes compositores y las estructuras que manejan, etc. Todo se basa en la preparación, porque el éxito no depende de eso pero ayuda mucho. Hay muchos institutos que permiten a los chamos prepararse y para que luego partan tarimas, y además los ayuda a que eso se convierta en su trabajo del día a día, y ¿quién sabe? tal vez terminen haciendo proyectos para otros artistas grandes. Que lo hagan, que le canten así sea a sus panas, que eso yo lo hacía con las canciones que, años después, terminé grabando en estudio. 

Termino la idea diendo algo: si no quieren estudiar porque “no nacieron para estudiar” chévere, no estudies, pero rodéate de gente que sepa para sacar productos de calidad, ese siento que fue mi caso: me busqué a los duros para que vacilaran mi idea y me ayudaran a darle forma. Me pasó con Cheo, Eddie, Glem…. Entonces, busquen a gente que sepa de música y rodéense de gente que admiran. 

¿Qué estás escuchando ahora? ¡Si nos puedes recomendar algunos temas o artistas aún mejor!

Mira… yo soy un fastidio porque yo me encadeno mucho con la música (risas). Ahorita estoy escuchando mucho al Pollo Brito, cada vez que saca algo me devuelvo y escucho por semanas casi toda la discografía de él. Actualmente estoy escuchando su disco de boleros que es una obra de arte. Lo que está haciendo C4Trío también lo recomiendo porque me parece absurdo lo buenos que son. Tenemos al pianista  Baden Goyo, que trabajó en el disco de Rubén Blades y ha ganado hasta Grammys; a MB Caldera también la recomiendo, que es mi hermana querida que me regaló la migración. Y por último recomiendo a Chabuco, cantante colombiano que me mostró Glem en una de nuestras reuniones, que fusiona mucho el vallenato con varios géneros y me tiene encantado.