El músico de indie folk Sufjan Stevens formó parte de la extensa alineación del festival de música Coachella, que se celebra todos los años en Indio, California. Su presentación del viernes 15 estuvo caracterizada por un psicodélico vestuario de neón, montones de globos, sus características alas de ángel, unos increíbles visuales y demás parafernalias, sorprendiendo a todos sus espectadores.
Finalizada tan solo la primera canción, «Seven Swans», el músico destruyó su banjo, paradójicamente, como todo un rockstar, y prosiguió el resto de su performance, que contó hasta con particulares coreografías junto con sus coristas.
Puedes ver su presentación de «Vesuvius», parte de su disco ‘The Age of Adz‘ (2010):