Crys Matthews, una trovadora de la verdad y residente en Nashville, es una de las estrellas más brillantes de la nueva generación de creadores de música por la justicia social.
Matthews, una letrista y compositora galardonada y prolífica, combina country, americana, folk, blues y bluegrass en una interpretación audaz y compleja. Se impregna de melodías tradicionales acentuadas por letras originales y honestas.
Cuando Crys Matthews asistió a un panel en Folk Alliance International en febrero de 2024, escuchó a un artista folk escocés preguntar cuántos sellos discográficos persiguen lo que el artista denominó ‘música de mi tradición’, cuatro palabras que intrigaron a Matthews. ‘Me encantó la idea. Parece la mejor manera de hablar de música: ¿cuál es tu tradición, quién es tu gente, cuál es tu esencia?’.
Hija del Sur por Nashville ahora y Carolina del Norte para siempre, y autoproclamada niña modelo de la interseccionalidad, Matthews responde con valentía a esas preguntas en su nuevo álbum. Acertadamente titulado Reclamation.
Grabado en Nashville, Tennessee, en los estudios Sound Emporium, Reclamation fue producido por Levi Lowry. El proyecto cuenta con la participación de su compañera dentro y fuera del escenario Heather Mae. Sus amigos y compañeros cantautores Kyshona, Melody Walker y Chris Housman. Y algunos de los mejores músicos de Music City como Megan Coleman, Megan Elizabeth McCormick, Ellen Angelico, Ryan Madora, Jen Gunderman y Michael Majett.
‘Este álbum es, tanto en lo sonoro como en lo ideológico, la representación más completa de quién soy como artista y como ser humano’, afirma.
Hija de un predicador, mujer negra, lesbiana butch y orgullosa sureña que canta música de justicia social junto con música country y americana ‘tradicional’, Matthews está reclamando no solo el espacio que se les ha negado a los artistas negros en la música country y americana. También reclama lo que se les ha negado a las personas LGBTQ en las comunidades de fe. No solo la autonomía que se les ha negado a las mujeres sobre sus propios cuerpos, ella está reclamando el Sur que la crió.