La espera ha llegado a su fin, el cantautor Jorge Cajías regresa con su segundo álbum titulado Vuelta al Día en 80 Mundos.

Este proyecto, que surge como la culminación de años de experiencia y creatividad, nos promete sumergirnos a través de un viaje sonoro auténtico y emocional que captura la esencia única del artista.

Vuelta al Día en 80 Mundos no es simplemente una colección de canciones; es una vívida manifestación de sus vivencias, representando una exploración única de diversas etapas de su vida. Cada pista es una instantánea musical que refleja la autenticidad y la narrativa biográfica que define su enfoque artístico. El álbum se distingue por su diversidad sonora, fusionando innovadores elementos orgánicos y sintéticos para crear un paisaje musical único.

La producción fue liderada por Jorge y realizada en colaboración con Daniel ‘Vago’ Galindo, quien aporta una nueva dimensión y refinamiento a las pistas, llevando la música a nuevos niveles de profundidad y complejidad.

‘A lo largo de mi carrera, he utilizado la creación de álbumes como un medio para relatar mi vida, ya sea de manera concreta o más abstracta, convirtiéndolos en un registro personal de mi existencia. Desde mi último lanzamiento hasta el momento actual, he optado por compartir públicamente este viaje, manifestando mi perspectiva y desarrollo a lo largo del tiempo. Este nuevo álbum representa un conjunto de canciones que han surgido de experiencias y situaciones que han impactado mi proceso creativo’,
asegura el artista.

A través de este álbum, Cajías busca transmitir autenticidad a través de su música, explorando temas que van desde la inocencia infantil, al desamor profundo, y hasta las preocupaciones globales.

La canción Girasol (Al Mundo Salvar), destaca como una pieza clave, transmitiendo un mensaje de optimismo consciente y conexión entre la realidad y la ingenuidad.

Cada pista es una ventana a la complejidad de la experiencia humana, ofreciendo una sesión auditiva que va más allá de lo convencional.

En el video musical de esta canción se presentaron imágenes y collages surreales filmados en un campo de girasoles en Miami, capturando la esencia natural del entorno. Este enfoque visual único refleja la autenticidad que busca transmitir Jorge en su música.