Nuestro rock está plagado de historias bandas que en uno o dos lanzamientos dejaron un efecto profundo en el panorama de la música alternativa del país tal es el caso de Todosantos, Dermis Tatú y Cunaguaro Soul.
Americania, grupo formado por Italo Pizzolante, Alvaro Casas y Armando Añez es una inclusión necesaria en esa lista. Con solo dos discos, la agrupación dejó una huella profunda en toda la escena alternativa del país, particularmente gracias a su segundo trabajo ‘La Fiesta Del Rey Drama’.
Los dos años entre el lanzamiento de ‘Sigo’ y la segunda producción fueron complicados para el grupo. El primer paso de la transformación fue el ‘Concierto en la sala’ un proyecto en video que les permitió reinterpretar los temas de su primera producción y darles un sonido que en perspectiva sirve de abreboca de ‘Rey Drama’. Junto a esto la banda tuvo que enfrentar estancia temporal de Italo Pizzolante y Armando Añez fuera del país hizo que se vieran obligados que cambiar su forma de componer, esta situación dio entrada a las letras de Alvaro Casas y del mismo Armando que dieron una nueva perspectiva a las temáticas típicas del grupo, además que cada uno tomo la voz en los temas que escribieron dejándole una marca personal . Así mismo la banda empezó a rotar sus posiciones, alternando instrumentos y agregando los que fuesen necesarios para conseguir el sonido que pedían las canciones. Originalmente el grupo intentó grabar con Henry D’Arthenay, vocalista de La Vida Bohème, sin embargo situaciones personales del músico no permitieron que trabajaran juntos.
El mago encargado de que todo esto funcionará fue el productor Héctor Castillo, músico conocido en la movida local por su trabajo como bajista en bandas icónicas como Sentimiento Muerto y Dermis Tatú además de haber producido discos de artistas internacionales como Gustavo Cerati y David Bowie además de haber trabajado en el primer álbum de Los Mesoneros, amigos cercanos de Americania.
Gracias a la influencia y los contactos de Hector el grupo sumó varios músicos al proyecto como el pianista de origen canadiense Glenn Patscha quien se rota entre el órgano, el sintetizador y el piano en la mayoría de los temas y que ayuda a separar el sonido del resto de la escena Indie del momento sumándole sobriedad al proyecto, Didi Gutman, conocido por su trabajo con el grupo Brazilian Girls, tomó los teclados en “Clara” y “Lista” dejando relucir los arreglos vocales y Yuval Lion toma las baterías de “Estoy Afuera Sal” y “Silencio” dos de los temas más movidos del proyecto dejando a Álvaro Casas libre para dedicarse a las voces. El mismo castillo colaboró con el sintetizador analogico en “Clara” y tocó el strumstick (una especie de guitarra de entre una y cuatro cuerdas) en “Guerra”.
Despegándose de los sonidos de pop rock de ‘Sigo, cambiando por completo su imagen y acompañando la nueva propuesta con una imagen más elegante y seria, adecuada al nuevo sonido de la agrupación.
‘Rey Drama’ es un caso único dentro de la escena local. Minimalista en sus arreglos, personal en sus letras y triste hasta la médula. Pocos discos se sienten tan directos como este. Cada uno de los 12 temas abre una nueva faceta del despecho, pero no como un motivo de tristeza sino como algo que debe ser aceptado como parte de la vida e incluso algo que debemos disfrutar.
El disco abre con “Emilia”, un tema que combina la voz de Italo con un delicado piano y donde por primera vez podemos notar las armonías vocales que sirven como carta de presentación. Líricamente es uno de los temas esperanzadores del presentando una relación que consigue funcionar a pesar de las dificultades.
“Clara” es quizás una de las mejores demostraciones que tiene la grabación en cuanto a las armonías vocales. La canción cuenta el final de una relación, aunque el coro parece indicar que el cantante intenta recuperar la relación. Le sigue el principal sencillo: “Estoy afuera, sal” una de las piezas más movidas donde la producción. Resalta la voz de Armando Añez y su impecable línea de bajo. La canción es una de las mejores muestras de la identidad de Americania gracias a la letra y la melodía pegajosa.
“Sed” es un tema suave donde, de nuevo, Armando toma la batuta junto a una buena línea de teclados y la batería de más fuerza en el álbum, además la canción contiene una de las mejores metáforas del rock venezolano “La tristeza no golpea, rasguña”. “Silencio” es una canción un poco más uptempo desde el punto de vista de la guitarra acústica y la percusión. Álvaro Casas toma la voz para cantar sobre las oportunidades perdidas y aquellos deseos inalcanzables que en este contexto suenan como aquellas relaciones que nunca pudieron nacer.
“Lista” consigue al grupo viendo una de las áreas más complicadas de las relaciones modernas: el reencuentro. En este caso se trata de la duda de cómo tu ex reaccionará al verte con otra persona, es sorprendente como el grupo combina el miedo con cierto aire de arrogancia “Me pregunto si estas lista, para verme bailar así tan cerca” sin perder la melancolía que marca todo el disco . Las armonías del coro sirven para crear un tema que desborda nostalgia.
“Guerra” sigue con la misma temática pero esta vez es la voz principal de la canción quien se encuentra una vieja relación que él siente está jugando con sus emociones y deseos. Describir el amor como una guerra no es una idea demasiado original pero el grupo le da nueva vida con la idea de que ambos se hacen daño sin ser capaces de cortar la relación de raíz “Duele que me ataques de costado, con un cuchillo de plástico” al menos hasta el final del tema.
La tristeza vuelve a ser protagonista de “En la noche te perdí”, donde la voz de Álvaro Casas lamenta la inminente pérdida de una persona importante sobre una guitarra eléctrica y un suave sintetizador. “Yo malandro” es quizás uno de los temas más eléctricos, trabajando con la base de banda completa podemos notar como la melancolía se encuentra por segunda vez con la arrogancia necesaria de una banda de rock.
“Cuídame” es una súplica para recuperar a un amante que se fue. La voz de Italo entra a la canción cada vez que acelera demandando atención. Aquí es un buen momento para subrayar la impecable producción de Héctor Castillo que le da vida particular al piano y que eleva las melodías vocales.
Finalmente, la sublime “Distintas Formas” sirve de cierre con los tres músicos cantando a coro sobre un ukelele. El tema sirve para dejarnos con un buen ánimo a pesar de la tristeza que lo precede.
Escuchar ‘Rey Drama’ es, extrañamente, una experiencia reparadora. A pesar de las emociones que cubren el álbum con tristeza, el disco tiene un factor que ayuda a exteriorizar estas sensaciones y tratar de iniciar un proceso de sanación. Emocionalmente es quizás uno de los trabajos más poderosos del rock venezolano.
La influencia del grupo es innegable en la movida venezolana: Los Colores, ‘Estoy de paso’ de Buenaparte, el trabajo de Armando en Recordatorio, ‘Tanto’ de Gran Radio Riviera y las letras de Colibrí tienen una deuda con los arreglos y las letras de ‘Rey Drama’.
Americania se separó a principios de 2014. El hecho de ser su obra de despedida terminó por aumentar la leyenda de ‘Rey Drama’. Es un disco necesario para entender nuestro rock, útil para enfrentar un corazón roto, aún hoy está en nuestras listas de reproducción.