Comenzar no es fácil, pero terminar tampoco lo es. Si dar el primer paso asusta, dar el último puede incluso llegar a ser peor ya que el fin encierra en sí mismo mucha más incertidumbre y mucho más misterio.
En el caso de la vida artística el fin o el retiro puede ser un tema aún más complicado debido a que los artistas ven al arte como su vida y no como un simple trabajo. El arte es vida, por eso para muchos el retiro o el fin de un proyecto importante puede significar la muerte.
De allí es que la música está repleta de artistas con cabezas blancas que más que rockeros o punketos, parecen abuelos. Incluso a los mayores genios de este arte se les ha hecho difícil reconocer el momento en que deben retirarse y por eso duran años y años intentando reinventarse y reposicionarse.
Son muy pocos aquellos que sabia y conscientemente han decidido finalizar un proyecto o retirarse completamente de la música. Son muy pocos los que logran detectar la curva final y entender que todo comienzo tiene un fin. Es por eso que todos los países tienen una cantidad inmensa de artistas que nunca paran, sino que se van apagando poco a poco con los años.
Hoy, 22 de septiembre, ocurrió una separación digna de admirar por la sinceridad y la honestidad con que se llevó a cabo. Se trataba de la legendaria banda estadounidense, R.E.M., cuyos integrantes en el año 2011 se dieron cuenta de que el proyecto ya había cumplido con su misión y que ya había ofrecido lo que tenía para ofrecer.
Así, hace exactamente 6 años, el vocalista Michael Stipe, el guitarrista Peter Buck y el bajista Mike Mills, decidieron anunciar a través de un comunicado oficial la disolución de la banda que por más de 30 años iluminó corazones y acompañó a generaciones enteras.
Seguramente no fue una medida fácil de tomar, pero como profesionales y como los visionarios que fueron, se dieron cuenta que era mejor salir por la puerta grande antes que el tiempo terminara de deteriorar la relación entre ellos y terminara de desviar el enorme legado por el que tanto trabajaron.
Retirarse y decir basta no es fácil, pero eso también forma parte del arte. El cierre, como el inicio, es clave para la conservación y la calidad de la obra de cualquier artista, por eso se debe tomar tan en cuenta como cualquier otro proceso de la creación artística.
R.E.M. comprendió eso y así, con su separación honesta e inteligente, dieron una gran lección.