Hacer conciertos en este país se ha vuelto una tarea titánica, quizás decirlo ya se haya vuelto un cliché, por lo que no podemos dejar de reconocer el trabajo de quienes siguen apostando por la cultura en Venezuela. Teniendo eso en cuenta el trabajo reciente de Juan Carlos Ballesta y el equipo de LaDosis es realmente plausible: no sólo han mantenido sus conciertos bimensuales a pesar de la situación económica y el caos caraqueño sino que han dedicado los mismos a causas benéficas.
En esta ocasión el concierto estuvo dedicado a recaudar fondos para el tratamiento médico del maestro Gerry Weil, quien se encuentra en una situación delicada de salud por su edad aunque de momento esta estable en su casa.
Luego de una breve presentación por parte de Juan Carlos Ballesta y la Vero Gómez, en la que hicieron hincapié no solo en la necesidad de espacios como ese sino en la importancia de Weil para la música venezolana, le tocó el turno al grupo Desensamblados abrir el evento.
Para quienes no habíamos tenido la oportunidad de escuchar a los Desensamblados en vivo, su disco: ‘… Y el Rumor de Caracas’, fue toda una sorpresa. Su debut musical contiene una mezcla de rockabilly, jazz, blues y folklore hecha en base de cuatro, mandolina, flauta, guitarra acústica y batería que los distancia de la gran mayoría de las propuestas del país. Su versión de “Smoke On The Water” convierte el clásico del Hard Rock en una frenética demostración de Jazz Libre, mientras que su “San Rafael Blues” marca una dirección tan revolucionaria dentro de la música venezolana como lo pudo ser el primer disco de C4 Trío. El proyecto dirigido por los hermanos Tomás y Ulises Garcia parece destinado a darnos mucho de qué hablar.
Llegando desde otro lado al folk venezolano tenemos a Cantos Campesinos, el proyecto de Isaac Sasson, baterista de Colérico Espín y colaborador de Domingo en Llamas, es una mezcla del indie con el sonido del llano venezolano. Paseando de la tonada al pop, canciones como “Cantos Campesinos” o “La Historia de Eduin y Eleonora”, este proyecto deslumbró a los asistentes, muchos de los cuales lo desconocían, donde son obvias las influencias de los músicos con los que había colaborado antes así como la del venezolano-americano Devendra Banhart. Hay que estar atentos del desarrollo de este proyecto que ya tiene un disco en su curriculum ‘Memorias de Cantos Campesinos’.
El cierre a cargo de La Pequeña Revancha fue excelente, como ya es costumbre para esta banda. Desde la apertura con “La Fiesta del Señuelo” hasta el cierre con “Rojo” la banda nunca bajó la intensidad en un paseo por sus dos EPs ‘Falsos Hermanos’ y ‘Pasos Sincopados’. Es necesario destacar la interpretación de “La Cama de Cemento”, sobre todo por Claudia recordándonos que, en efecto, todos estamos durmiendo en una, y la nueva y poderosa canción “El Aliento del Cobarde”. Desde su formación La Pequeña Revancha no ha parado de crecer, la voz de Juan Olmedillo y la de Claudia Lizardo cada vez se combinan mejor.
Espacios como este se hacen cada vez más escasos: la presión del gobierno y la crisis del país dificultan la realización de estos conciertos, por lo que es importantes darles todo el apoyo posible. Por lo pronto parece que Weil volverá pronto a las tarimas, durante el concierto su hijo Gerard anunció que el 19 de octubre el pianista se presentaría en el BOD, y esperamos poder acompañarlo.