Parece que Mariah Carey finalmente compartirá su álbum grunge secreto de los 90.
El álbum se conoce desde 2020, cuando la cantante compartió sus memorias, The Making Of Mariah Carey, y reveló que trabajó en un álbum de rock alternativo en los 90.
Si bien el álbum nunca se compartió, sí dijo que la voz era de ‘mi amiga Clarissa’ y que la suya era más bien una ‘capa oculta’. El álbum data de 1995, se titulaba Someone’s Ugly Daughter y contaba con la banda Chick.
Aunque el álbum no se ha escuchado antes, salvo un par de fragmentos publicados en YouTube, Carey dio indicios de que quería lanzarlo en 2022.
En 2024, volvió a despertar las esperanzas de los fans al hablar con Matt Rogers y Bowen Yang en el podcast Las Culturistas, y dijo que estaba ‘tan enfadada por no haberlo lanzado todavía’.
Ahora, parece que los planes de encontrar y compartir el disco siguen en la mira de la cantante.
La semana pasada, Carey habló con SZA sobre el álbum y describió la portada y una canción de la lista de canciones que aparentemente se llama Hermit. Desde entonces, también ha aparecido en Fallon y ha dicho que ha investigado los requisitos para el lanzamiento del álbum.
Tras contarle al presentador que ella estaba detrás de lo que había escrito con lápiz labial en la portada del álbum, Carey añadió: ‘No sé a qué sello discográfico pertenece. No creo que sea ninguno de ellos, simplemente es la forma en que sucedió. Pero hablemos…’.
Jimmy Fallon entonces puso otra canción de la banda Chick llamada Prom Queen y bromeó diciendo que debería encontrar el álbum y lanzarlo a tiempo para Navidad.
‘Siempre me arrepentí de no haberlo publicado, pero en ese momento me lo impidieron’, respondió Carey. ‘En aquel entonces era Sony. Ahora nos encanta Sony, pero en aquel entonces… un poco controlador, un poco controlador’.
Cuando Carey anunció por primera vez la existencia del álbum en sus memorias, escribió: ‘Llevaba mi cancioncita de rock alternativo a la banda y tarareaba un riff de guitarra absurdo. La cogían y la grabábamos inmediatamente. Era irreverente, cruda y urgente, y la banda se metió de lleno. De hecho, empecé a amar algunas de las canciones. Me entregaba por completo a mi personaje’.
‘Quería liberarme, soltarme y expresar mi miseria, pero también quería reír. Tenía muchísimas ganas de hacer las sesiones de mi álter ego con la banda después de Daydream cada noche’.