The Last Dinner Party se complace en presentar Second Best, extraída de su próximo álbum, From The Pyre. El disco estará disponible el 17 de octubre.

Compuesta por la guitarrista de TLDP, Emily Roberts, e inspirada en los riffs pop angulares de Sparks, Second Best trata sobre el tira y afloja de estar obsesionado con alguien, sabiendo que al final te traicionará de nuevo, y permitiendo que suceda porque aún lo amas.

‘Ojalá pudiera volver atrás y decirme que valgo más que eso, y que nadie tiene por qué aceptar ser el segundo mejor’, dice Emily sobre el tema. ‘Espero que la canción capture el dolor, la ira y la desesperación que sentí, pero sobre todo, la resistencia y la satisfacción que ahora siento al poder inmortalizar a esa persona en una canción y recordar la situación con más madurez’.

Una vez que Emily creó la base del tema, Abi y Lizzie añadieron cada una su propia música y letra antes de que Aurora y Georgia elevaran Second Best aún más con teclas vibrantes y danzantes y una formidable línea de bajo, respectivamente.

‘Second Best’ es nuestro tercer adelanto del próximo segundo álbum de The Last Dinner Party, ‘From The Pyre’, tras la pegadiza melodía western de ‘This Is The Killer Speaking’ y la introspectiva y lenta ‘The Scythe’, comenta la banda.

The Last Dinner Party dice de From The Pyre:

‘Este disco es una colección de historias, y el concepto de álbum como mito las une. ‘The Pyre’ en sí mismo es un lugar alegórico en el que se originan estos relatos, un lugar de violencia y destrucción, pero también de regeneración, pasión y luz.

Las canciones están impulsadas por los personajes, pero siguen siendo profundamente personales, un evento cotidiano llevado a un extremo patológico. Ser ignorado se convierte en una danza del Oeste con un asesino, y la angustia se ríe ante el apocalipsis. Las letras invocan rifles, guadañas, marineros, santos, vaqueros, inundaciones, la Madre Tierra, Juana de Arco e infiernos abrasadores. Descubrimos que este tipo de imágenes evocadoras eran la forma más honesta y veraz de hablar de cómo se sintieron nuestras experiencias, dándole a cada una el peso emocional que merece.

Este disco se siente un poco más oscuro, más crudo y más terrenal; transcurre contemplando un paisaje sublime en lugar de sentados en una mesa opulenta. También se siente metatextual y descarado por momentos, como una mirada cómplice reflejada en nosotros mismos’.