La cantante inglesa Lily Allen ha presentado West End Girl, su primer álbum nuevo en siete años, disponible en las plataformas musicales.

En West End Girl, Allen canaliza sus frustraciones y ansiedades en torno a su divorcio del actor David Harbour y (prácticamente de forma cronológica) profundiza en las diversas razones por las que su matrimonio se desmoronó.

Lo hace con gran detalle; como en la canción principal, que captura la mudanza de Allen a Nueva York para estar con Harbour antes de que le den la oportunidad de regresar a Londres para protagonizar una obra del West End.

Poco después, Allen intenta aceptar la idea de que el hombre con el que se casó no estaba a la altura de sus expectativas y se irrita ante la idea de la no monogamia. ‘Si tiene que pasar, cariño, ¿quieres saberlo?’, canta, citando a su ex proponiendo una relación abierta por teléfono.

Allen se adentra entonces en los diversos problemas que su «arreglo» planteó: la distancia, la humillación, la sensación de que nunca será suficiente para él. Se estremece al darse cuenta de que su casa en Nueva York sirvió como escenario para que su marido la engañara en Pussy Palace, y en Madeline, confronta a una de sus amantes.

También profundiza en temas como la salud mental y la adicción (Relapse), los sacrificios que estuvo dispuesta a hacer para mantener viva su relación (Nonmonogamumy), los desafíos de las citas en su campo, edad y circunstancias (Dallas Major), y las consecuencias desastrosas del divorcio (Let You Win). Termina con una nota de aceptación en Fruityloop.

En cuanto al sonido, Allen colaboró ​​con Blue May junto con las contribuciones de Kito, Jason Evigan, Hayley Gene Penner, Oscar Scheller y muchos más. El álbum sigue un estilo más cinematográfico, con arreglos amplios y tonos meditativos; no hay mucho pop dance ni tonos excesivamente brillantes, y los ritmos de West End Girl se deslizan, se deslizan y chisporrotean.

‘Estoy nerviosa’, dijo Allen en un comunicado de prensa de West End Girl. ‘El disco es vulnerable de una manera que mi música quizás no ha sido antes, y mucho menos a lo largo de todo un álbum. He intentado documentar mi vida en una nueva ciudad y los eventos que me llevaron a donde estoy ahora. Al mismo tiempo, he usado experiencias compartidas como base para canciones que intentan ahondar en por qué los humanos nos comportamos como lo hacemos, por lo que el disco es una mezcla de realidad y ficción que espero sirva como recordatorio de lo estoicos y a la vez frágiles que podemos ser los humanos. En ese sentido, creo que es en gran medida un álbum sobre las complejidades de las relaciones y cómo las gestionamos. Es una historia…’

West End Girl es el primer álbum de Allen desde No Shame de 2018. Desde entonces, Allen ha estado muy activo en el mundo del teatro inglés.