Cada vez se acerca más la nueva edición del Festival Nuevas Bandas, donde se presentarán todas las agrupaciones musicales seleccionadas mediante los circuitos, para mostrar su talento a un jurado que se encargará de seleccionar al mejor exponente de la escena alternativa del año.
A pesar de todos los factores económicos, sociales y políticos, la Fundación Nuevas Bandas en alianza con diferentes marcas que aún apuestan por el talento nacional, han hecho posible otro año de buena música emergente, y sin duda es importante conocer cuál ha sido el proceso que se ha llevado a cabo para poder realizar otro año del festival musical más longevo de latinoamérica, y no perder los pocos espacios culturales que quedan en el país.
Max Manzano, Director General de la Fundación, conversó con nosotros sobre cuáles han sido los factores claves para que se pudiera llevar a cabo este año, el porqué es necesario un festival musical en esta situación crítica del país, e inclusive si es posible otro Nuevas Bandas en 2019. Conoce las respuestas aquí.
¿Qué factores fueron claves para que el Nuevas Bandas 2018 se pueda llevar a cabo?
– La fidelidad de algunas marcas de la empresa privada que siguen confiando en el Festival Nuevas Bandas después de muchos años es un factor fundamental. A su vez, más de 100 bandas inscritas para el festival este año, nos arroja un buen resultado de que tenemos compositores haciendo lo suyo. Si hay patrocinio y hay bandas activas, el NB es factible, ojo, con una cuesta bastante arriba, pero al menos lo intentamos.
La primera fecha del circuito Andes se tuvo que retrasar. ¿Gracias a ello se tuvo que mover la fecha para el festival de este año, o no influyó?
– Sí y no. Creo que aunque el Circuito Nuevas Bandas Andes se hubiese hecho en la fecha original, probablemente, por una u otra causa ajena a nuestras manos (que ya habían varias en la mesa) teníamos que postergarlo.
La Fundación se caracteriza por no solo fomentar el talento alternativo nacional, sino también por las múltiples charlas y conferencias, sin embargo, este año se arriesgaron en adentrarse en una propuesta diferente con el festival de música urbana. ¿Cómo llegó la idea de esta propuesta? ¿Ha funcionado como se lo esperaban?
– Funcionó bastante. Creo que en esta ocasión la FNB y Amnistía Internacional complacieron a un público que no era el acostumbrado en nuestro historial. Fue impresionante ver que gran parte de la audiencia del FMU no había visitado las instalaciones del Centro Cultural Chacao. Creo que se cosechó a una familia aparte y paralela al público rock con el que siempre hemos convivido. Eso es bueno. Nos guste o no, son realidades.
¿Por qué crees que es necesario un festival musical en las circunstancias actuales del país?
– Vivimos un momento en que gran parte de la población venezolana no sabe cómo llevar anímicamente estas circunstancias políticas y económicas que nos tocaron vivir en este período tan oscuro para el país. Hay gente muy deprimida, en modo zombie, con la felicidad muy limitada. Hay gente a la que se le ha olvidado lo que es la vida sin zozobra, sin miedo a ser asesinado, sin la preocupación de dónde va a conseguir medicinas y alimentos. Cada vez que hacemos un festival u otro evento en Nuevas Bandas, es una gran cantidad de personas las que agradecen esos sanos reencuentros. El feedback reciente de nuestros seguidores es que un festival es un recordatorio a lo que es vivir y sonreír genuinamente.
Sabiendo que no existe una estabilidad económica, política o social ¿Será posible tener un Nuevas Bandas 2019?
– Tenemos aproximadamente unos 15 años pensando en que “el festival del año que viene puede que no sea posible” y hasta ahora –salvo dos– han salido. Siempre nos trazamos la meta con mente positiva y con el propósito de “vamos a por ello”; después vemos si la masa está pa’ bollo.
¿Como ves la fundación a futuro?
– Vamos caminando con la fuerza del presente, con proyecciones a corto y largo plazo, con planes que materializamos y otros que por tema país no se terminan dando. Es difícil dar un pronóstico o una visión a futuro en un país con crisis y con cambios tan vertiginosos. Con el favor del cosmos, de los planetas alineados y de nuestra fuerza de voluntad, se pretende seguir con la labor de impulsar a nuevas agrupaciones y artistas que representen a nuestra música en el mundo. Ojo: mientras el país lo permita. Surfear encima de esta ola contaminada es una ardua tarea que, hasta ahora, la medio hemos llevado.
En caso de no darse un festival el próximo año, ¿hay otras alternativas para seguir apoyando la música?
– Siempre digo que “apoyar” suena a amor mendigado, o a un espaldarazo al “pobrecito” que nos da lástima, o apelar a un gesto hipócrita que “apoyar a juro porque sí”, que NO aplica a cuando dices “apoyo a la Vinotinto” que es distinto y que ya sería respaldar. Pero voy a cambiarte el verbo por “fomentar” o “impulsar”. Respondiendo tu pregunta, sí hay alternativas, quizá con tarimas más pequeñas. Hay otros festivales en el país que apuestan por esto. De nuestra parte, aún nos quedan nuestros espacios radiales y nuestros talleres formativos.