Cuando Alicia Keys resurgió musicalmente este año, lo hizo con un nuevo discurso, uno que llamó bastante la atención. Anunció su regreso al estudio con la canción “In Common”, acompañado de un retrato de ella misma, sin una sola gota de maquillaje en el rostro. Por un lado, fue una movida bastante acertada por el contexto del momento, pues habían pasado apenas unos días desde el lanzamiento de ‘Lemonade’ de Beyoncé. Mucho feminismo y self-love en boga.
Pero por el otro lado, la reacción general fue: “¿realmente esta mujer piensa exponerse de esta manera ante el mundo?”. Ya veníamos conociendo las labores filantrópicas de Alicia Keys, involucrándose en actividades sociales y benéficas. También sabíamos que estaba cultivando su vida espiritual a través de la meditación, lo que le permitió conectarse mucho más consigo misma y aclarar muchas cosas en su cabeza. Su imagen pública pasó a ser completamente natural, tanto en presentaciones como en galas. Fue priorizando temas, fue concientizándose sobre diversos aspectos sociales, políticos, e incluso ecológicos. El resultado final: ‘Here’.
En su nuevo álbum, Keys se une a la tendencia de alzar la voz con respecto a determinados temas sociales, y lo llevó más allá de eso. No sólo usó su arte como medio, sino también dio el paso de asumir su postura al 100%. No usar maquillaje parecería algo bastante banal para nosotros los mortales, pero en la industria artística es prácticamente tu deber como estrella del pop lucir siempre inmaculada. Haber rechazado esa imposición, no por estar en contra del maquillaje, sino por ser, precisamente, una imposición, fue apenas un paso de todo el camino que Keys decidió abrir y recorrer.
En la canción “Girl Can’t Be Herself” es bastante literal con esto del problema de estar al descubierto. “Quizás todo este Maybelline está cubriendo toda mi autoestima”, recita la cantante, cuestionándose por qué la sociedad ha hecho que las mujeres vivamos con una perpetua inseguridad sobre cómo nos vemos, afectando directamente cómo nos sentimos. A Keys le rompe el corazón el hecho de que se nos enseña desde pequeñas a calzar en un molde y adaptarnos a lo que la sociedad exige de nosotras.
Luego, con canciones como “Where Do We Begin Now”, Keys traslada el estar al descubierto a un plano más metafórico. La canción narra el montón de cuestionamientos que enfrenta una pareja homosexual antes de abrirse al mundo, y de cómo simplemente es hora de alejarse de esos miedos y empezar a ser auténticos sin importar todo lo demás.
Vocalmente, Keys asume por completo la idea de pureza. Abandona los filtros en su voz, es un performance totalmente natural, y no sólo se realza lo espectacular de su voz, sino las pequeñas imperfecciones que la hacen más humana y real. Basta con escuchar “Illusion of Bliss” para caer rendido a los pies de la cantante. Ofrece una interpretación que quita el aliento con su voz completamente al desnudo, aclamando todas esas exigencias sociales que la tienen harta.
“Kill Your Mama” es una canción especialmente valiosa de este álbum. Asociarla con “Daddy Lessons” de Beyoncé es inevitable, por cómo Keys abordó el género de americana de manera muy similar. Pero no le quita su carácter único, más aún de tratarse de un reclamo a todo el daño que se le está haciendo la madre tierra. Luego transita a “She Don’t Really Care/1 Luv”, que es una joya musical. Un beat de hip-hop con una instrumentalización muy de jazz (gracias al increíble Roy Ayers por ese vibráfono), mientras la cantante cuenta reminiscencias de historias sobre mujeres que escuchó creciendo en Nueva York.
Keys juega el papel, no sólo de activista social, sino de cuentacuentos. El álbum es una narración de historias, de posturas, pensamientos, reclamos, decisiones. Los interludios que funcionan de transiciones le dan redondez a todo el álbum, y cada temática que aborda se mantiene conectada.
Pero lo más genial de todo el álbum es sin duda la honestidad y pureza con la que la cantante busca transmitir este montón de asuntos que le inquietan. Es real en toda su complejidad, y no es un disco que responde a exigencias, expectativas o top charts. Es un arma, es la voz de montones de hombres, mujeres, blancos y negros, que no tienen voz. Llegará a los top charts, sin duda. Pero por las mejores razones.