A Viscaya se ha ganado un lugar en la escena musical nacional, desde su debut ahora ha estado colocándose como un referente dentro de León, Gto. Su mezcla de urbano, pop y regional mexicano la distingue junto a su gran rango vocal y estilo.
Este nuevo sencillo La Patrona, habla de una mujer que sabe lo que es, lo que puede dar y lo que vale, y sobre todo que no necesita de ninguna otra persona para sobresalir y empoderarse.
Este tema nos transmite empoderamiento y valentía, todo a un ritmo sabroso y bailable, porque para estar triste y sin movimiento, nos queda toda la eternidad.
La Patrona nos presenta un arreglo instrumental que inicialmente pareciera nos llevará por el género regional mexicano, haciendo referencia a las raíces musicales de A Viscaya. Sin embargo, al caer el primer pre-coro, se torna al género urbano, tiene a su vez muchos elementos e influencia de flamenco, por lo que la hace una canción bastante interesante y compleja, con muchos elementos instrumentales de diferentes géneros que hacen armonía entre sí, creando un sello propio.
El video trata de un hombre heterosexual que se enamora de una persona no binaria. Al principio se ve rodeado de tabúes y juicios, se da cuenta que no puede sacarle de su mente, y que hasta en sus sueños se escabulle. En el sueño, se integra una secuencia de vogue femme, en donde es espectador este hombre, representando sus profundos deseos, al despertar regresa al lugar en donde sabe que encontrará a la persona.
En el videoclip principalmente se muestran artistxs de la comunidad Ballroom Gdl, algunxs de los cuales son integrantes de la conocida ‘Kiki House of Prisma’.
Se estuvo trabajando de la mano con esta para entender y apreciar a fondo esta bella subcultura del Ballroom, la cual nació en Nueva York ya que se convirtió en un espacio de liberación, expresión y son principalmente redes de apoyo para para los afrxs, latinxs, los seropositivxs y la comunidad LGBTIQ+.
Aunque esta canción es representada visualmente por la comunidad debemos mencionar que la canción es dirigida a cualquier persona que este o haya pasado por alguna ruptura, es una invitación a empoderarse y recurrir al amor propio y valía.