José Domingo Herrera
Dentro del arte siempre ha habido un grupo que ve a la educación como un proceso alienante que en vez de ayudar, lo que hace es arruinar la imaginación y mutilar la creatividad. Por otro lado, existe otro grupo que no ve la educación como un obstáculo, sino que la ve como un método eficaz y necesario para la preparación y el desarrollo del arte.
Por lo tanto, vale preguntarse: ¿qué es más importante?, ¿la educación o el talento? Sin duda alguna ambos ingredientes son importantes para un artista, ya que los dos pueden (y deben) complementarse; sin embargo, ciertos músicos y ciertos cantantes solo le hacen caso a su corazón y deciden hacer uso solo de uno de estos dos ingredientes.
Tal es el caso de uno de los guitarristas más brillantes, salvajes y originales que ha tenido la historia de la música. Se trata de un estadounidense que supo absorber toda la energía y toda la impotencia de la contracultura hippie y que supo transformar el sentimiento de una generación entera en riffs distorsionados y letras desafiantes.
Su nombre era James Marshall Hendrix, mejor conocido como Jimi Hendrix.
Este artista nació en el año 1942 en una de las capitales de la música estadounidense, Seattle, y murió 27 años después en Londres, ciudad que le abrió las puertas al mundo y a la evolución artística. Jimi obtuvo su primera guitarra a muy corta edad e inspirado por Chuck Berry, B.B. King y Eric Clapton, al poco tiempo ya era todo un maestro, rompedor de paradigmas.
Hendrix tuvo una particularidad y es que siempre le apostó a su talento. Se dice que Hendrix no sabía teoría, ni solfeo y que por eso solía estar con una grabadora para grabar las ideas cuando le llegaran. Algunos podrán pensar que es imposible que uno de los guitarristas más importantes del mundo no supiera música, sin embargo, Hendrix demostró que un talento desbordado no tiene fronteras, ni límites, ni obstáculos que lo detengan.
Aparte de la velocidad y la técnica, una característica esencial de Hendrix era su personalidad y estilo al tocar la guitarra. Durante sus presentaciones, Hendrix no solo deslumbraba y excitaba al público con su voz y sus destrezas musicales, sino que sobre todo, Jimi enamoraba a todo el mundo con su energía explosiva y sus dotes innovadores de front man.
Hendrix era talento puro y no solo como músico, sino también como artista y hombre de entretenimiento. Gracias a su arte genuino, comprometido y conectado con el pueblo, Jimi Hendrix logró convertirse en uno de los guitarristas más importantes de la historia, incluso considerado por algunos como el mejor de todos los tiempos.
Sigamos celebrando y recordando la vida del gran Jimi con estos videos.
Jimi Hendrix – Foxy Lady – En vivo
Jimi Hendrix – Voodoo Child
Jimi Hendrix – Freedom