Rocio MateosEn el último par de años, las chicas de Warpaint estuvieron atravesando una crisis de identidad. Ya no se encontraban a ellas mismas en Warpaint, llevando a la casi-disolución de la banda. Por suerte para nosotros, lograron superarlo, y aprendieron de las turbulencias, concibiendo ‘Heads Up’, un álbum que representa una nueva faceta en su carrera, una más madura y variada.
Las palabras que mejor han descrito el sonido de Warpaint hasta ahora son “etéreo” y “atmosférico”. “Intenso”, sin duda. Pero ver a sus integrantes tocar en vivo o en sus videos musicales nos permite darnos cuenta de que no hay nada más alejado de la realidad que eso, y que en realidad son bastante peculiares e impredecibles. Y precisamente es esta vibra la que buscaron recrear en su nuevo álbum.
‘Heads Up’ explora melodías pop, mezcla de percusiones orgánicas y sintéticas, ritmos con influencias del hip-hop y el R&B, y nuevas dinámicas entre la dupla bajo-batería, que son la base y el núcleo de toda la producción. El resultado final es una mezcla que varía de canción en canción, cada una con su esencia propia, pero que aún así cohesionan y conforman un interesantísimo todo.
“New Song”, el sencillo con el que dieron a conocer el álbum, es sin duda alguna la canción más popera de toda su carrera. Una vez que la escuchas, no puedes sacar el coro de tu cabeza, y el ritmo está estructurado con la pura intención de ponerte a bailar. Un caso similar se da con la canción que da nombre al disco, con la particularidad de contar con una bellísima y lenta introducción.
“Whiteout” es el segundo sencillo que revelaron. El bajo y la batería llevan la batuta, y el ritmo que quedó como resultado es bastante familiar y característico. A esta canción le sigue “By Your Side”, un homenaje a la amistad que las chicas han cultivado a lo largo de los años. “Tengo a mis amigas, no estoy sola”, recita la canción, que no puede ser más contrastante con su antecesora en cuanto a sonido. Es oscura, es experimental, con ritmo denso y disonancias vocales, que la hacen una de las piezas más interesantes del disco.
La intención de ritmos más movidos y enérgicos queda reflejada adicionalmente en “So Good”. El detalle con esta canción es que podría ser muy buena, pero en realidad es ambigua e inconclusa. De igual manera, la influencia de los beats de hip hop queda evidenciada en “Dre”, aludiendo al productor de Los Angeles, responsable de las obras maestras del rap de los últimos tiempos. Los beats profundos y sintetizadores armonizan con la estética de ensueño perenne de la agrupación, logrando un curioso equilibrio.
Mientras toda esa dinámica se da a lo largo del álbum, es una especie de respiro (o suspiro) ver cómo aún dejan lugar para las baladas, como la canción de cierre “Today Dear”, una bellísima y minimalista pieza para guitarra y voz, que recuerda a las viejas andanzas de Warpaint, como “Baby”, de su debut ‘Exquisite Corpse’. “Don’t Let Go”, parece ir por una onda similar, hasta que se van acumulando un montón de elementos, voces, sonidos, y el resultado es alucinante.
Con esta entrega, Warpaint nos abre las puertas a su pequeño ecosistema, donde diferentes estilos y energías co-existen en perfecto equilibrio. Mantienen su característico sonido etéreo, atmosférico e intenso, pero logran ir mucho más allá. Abordan nuevas maneras de estructurar y expresar lo que quieren decir, añadiendo elementos súper variados, divertidos y peculiares, pero sin perder ese brillo que irradian de manera perpetua.