Lady Gaga ha vuelto con un nuevo sencillo llamado «Perfect Illusion». Alrededor de su nuevo material se generó un hype enorme, pues se estaba hablando de nada más y nada menos que la “Mother Monster”. Adicional a esto, era sabido que los productores detrás fueron A-listers como Kevin Parker (Tame Impala), Mark Ronson y BloodPop.
A ver. ¿Es una mala canción? No. ¿Pero es buena? Desde un punto de vista relativo, no realmente. Es demasiado pop, siendo la palabra clave demasiado. Con esto quiero decir que Lady Gaga ha entregando previamente material más puro, más auténtico, y muy pop. “Perfect Illusion” tiene una trama muy adolescente, y Gaga ya está vieja pa’ la gracia.
El sencillo principal de su quinta placa discográfica ‘Joanne’ se desenvuelve en el mundo de las redes. A todos nos pasa que vendemos y compramos una imagen que no es del todo verosímil con quienes somos tras la pantalla, y algunos ingenuos pueden tender a caer por la imagen digital, hasta que la realidad los golpea. Esta lectura es real, pero ¿es necesaria?
Dejando a un lado la engorrosa temática, la voz de Gaga está simplemente sobreproducida. Parece una pared que fue pintada tantas veces, una capa de pintura sobre otra y otra, que su textura original es imperceptible. Es innegable que la voz de Gaga es una de las más memorables del milenio. ¿Por qué estropearla así? Y peor aún. ¿A quién le echamos la culpa? ¡¿A Kevin Parker?!
Ese aspecto es de los que más hace ruido de todo esto. La mente maestra detrás de Tame Impala, una banda que nos ha quitado el sueño a más de uno por sus mágicas interpretaciones, es uno de los pilares de esta canción. Los otros pilares son Mark Ronson, quien fue uno de los que hizo que «Back To Black» sonara tan alucinante, volviéndolo merecedor de un Grammy (aparte de brindarnos una de las canciones más pegajosas del 2015 y montones de otros merecidos méritos); y BloodPop, el personaje al que le podemos dar gracias por “Sorry”.
¿Qué fue lo que pasó aquí? Parecía ser un equipo invencible, impenetrable, los próximos dueños del mundo. Quizás lo que pasó es que fue demasiado. El toque de cada uno se siente, y eso es innegable, pero se sienten individualmente, con falta de cohesión, como un montón de islas que tratan de conformar un país.
“Perfect Illusion” es sin duda un comeback para Gaga, pero esperamos que para el resto del álbum haya tenido un poco más de criterio y equilibrio en cuanto a lo que verdaderamente le favorece. Y el tema no es el cambio y la evolución, pues la canción es tan Gaga como todos sus otros sencillos de hace años. Es el estudio sobre lo que queda justo y lo que se excede.