Los mexicanos de Margaritas Podridas vibran con su propio sonido

El shoegaze y el grunge son unos de esos géneros que no son particularmente conocidos dentro de una Latinoamérica muy apegada a los ritmos latinos y más familiares. Sin embargo, Margaritas Podridas se desempeña en géneros que van de la mano con el rock alternativo y lo convierten en algo propio. La banda integrada por Carolina Enríquez (Voz y Bajo), Esli Meuly (Guitarra), Alfonso ‘Poncho’ López (Guitarra y Batería) y Rafael Armenta (Batería y Guitarra), originarios de Hermosillo, México, toman influencias de bandas de los 90s y lanzan su segundo disco homónimo, en el que las guitarras distorsionadas, los efectos y la psicodelia hacen lo suyo creando temas singulares y especiales.

En conversación con la banda, Margaritas Podridas habla sobre su reciente álbum, el proceso de producción, el cambio que hicieron musicalmente desde su primer disco, hasta el cambio que realizaron de su nombre de inglés al español.

De Rotten Daisies a Margaritas Podridas

Cuando se les preguntó acerca de su cambio de nombre de inglés a español, Carolina expresó que sentían la necesidad de cambiarlo porque son una banda de México y que hablan español, además que no se sentían identificados con un nombre en inglés.

“Nosotros quisimos eliminar toda barrera del lenguaje, además de darle voz a la música en español, porque como que sí hacen falta más bandas y artistas auténticos, además de promover más la música en español en todos los géneros”.

La banda dio inicio cuando Carolina y la ex-integrante Sofía se conocieron en la secundaria de arte, y coincidieron tanto en gustos personales como musicales, incluso cada una tocaba un instrumento desde hace tiempo.

“Le recomendé hacer una banda grunge de mujeres, pero era difícil encontrar una baterista y que todo congeniara bien”, comparte la vocalista. “Encontramos a Rafa y dijimos: ‘Nada, no será una banda de mujeres’, sin embargo nos llevamos bien”.

Con el tiempo entró Esli, luego Poncho, pero lamentablemente Sofía tuvo que abandonar el proyecto, no obstante, todos siguen siendo buenos amigos.

Proceso de Margaritas Podridas

Su segundo álbum titulado Margaritas Podridas llega después de tres años en los que la banda se tomó un descanso luego de lanzar Porcelain Mannequin, su disco debut totalmente en inglés. Para esta oportunidad, junto con el cambio de nombre al español, su segundo material es totalmente en el idioma natal y comparten que para este disco establecieron no ponerse límites en cuanto al género musical.

“Después de 3 años maduramos musicalmente y queremos sacar las canciones que nos gustan y ya”, dice Rafael.

Poncho comparte: “Aunque no hayamos sacado música durante este tiempo, estuvimos trabajando por nuestra cuenta, sacando ideas, demos, escuchando música diferente, y todo lo que estuvimos juntando por este tiempo se ve reflejado en el nuevo material”.

Cuando se les preguntó por el proceso de producción, ellos apuntaron que las canciones empezaron a escribirse desde 2019.

“La gran mayoría de las canciones de este nuevo disco fueron compuestas por Rafael y Poncho”, dice Carolina. “Yo apoyé con las letras al igual que Esli. Cada quien fue agregando lo suyo”.

Para el momento de grabación, fueron al estudio Onda Sonora, ubicado en Hermosillo, e invitaron a Sebastián Neyra de la banda MIND FIELD para que fuese el productor del disco.

“Como nos gusta mucho MIND FIELD y su sonido, confiamos en Sebastián para hacer este material, que es completamente en español y que tiene un vibe diferente”, declaró la vocalista.

La banda que no se autodenomina

Margaritas Podridas compartió que su género base es el grunge; sin embargo, al pasar los años, se fueron transformando en un rock muy suyo e incluso dicen que no se denominan con ningún género y que solo expresan su sentir a través de su propio sonido.

Cuando se les preguntó si ellos mismos se consideran una banda de rock psicodélico, Carolina respondió:

“No diría que el rock psicodélico es el género dominante, pero siempre pienso que la gente denomina lo que percibe de la música. Nosotros no dijimos: ‘vamos a hacer un álbum psicodélico’, pero tiene sentido porque en todo ese tiempo que no lanzamos música, estuvimos conviviendo con muchas bandas que mantienen ese sonido aquí en Hermosillo”.

El cuarteto también reveló que no piensan que este nuevo disco sea de rock psicodélico.

A pesar de no poseer un género que los presente, igual compartieron que pueden identificarse como una banda grunge y de shoegaze.

“También algunos (de nuestros) temas son más de rock alternativo, que tal vez pueda englobar todas nuestras influencias, porque realmente no hay mucho de esto aquí en México, así que puede contar como ese género también”, revela Poncho.

¿Existe algún artista con quien quisieran colaborar alguna vez?

Carolina: Con cualquiera, con amigos estaría muy padre, hay muchas bandas que me gustan de Chile y otros países, y más ahora que tenemos la oportunidad de estar así a distancia por la pandemia se han creado diversas maneras de colaborar. Yo digo que ya existían, pero ahora es más común.

He visto colaboraciones de amigos que se envían con otras bandas sus proyectos por correo y así han hecho nuevas canciones y estamos abiertos a colaborar con cualquier artista del mundo.

¿Qué les dirían a aquellas personas que quieren saber más sobre ustedes?

Poncho: Que somos personas, no somos diferentes al resto, somos estudiantes que quieren hacer música y que tenemos la oportunidad de reunirnos para poder grabar, tocar, hacer shows en vivo.

Carolina: Yo diría lo mismo, a pesar que ya tenemos cinco años como banda, apenas lanzamos nuestro segundo disco pero eso también tiene que ver con nuestra edad y nuestras posibilidades; como bien dijo Poncho, somos estudiantes, tenemos entre 19 y 22 años. Si quieren tener una banda, anímense, a nosotros nos queda mucho por hacer.