Dominguez nos regala un golpe directo al sentimiento con su nuevo sencillo, Pasaporte, disponible en las plataformas musicales.

Esta canción es una confesión cruda y una carta abierta a la diáspora, un tema que, lamentablemente, se ha convertido en la banda sonora de la vida de muchísimos venezolanos.

Pasaporte se aleja de lo habitual en el repertorio de Domínguez para explorar una melancolía profunda, esa que se siente en el estómago cuando la realidad te alcanza.

La canción nace de un momento de quiebre personal que es, a su vez, una experiencia colectiva: la noticia de que su pareja tenía planes de «irse del país». No es solo una partida, sino ese dolor que deja un guayabo amargo y esa sensación de que una parte vital de tu vida se va con un sello migratorio.

‘Sentí un dolor inmenso, el guayabo más duro. Como artista, mi única opción fue agarrar ese trago amargo y convertirlo en música. ‘Pasaporte’ es mi manera de plasmar ese sentir tan venezolano, esa mezcla de tristeza y resignación que experimentamos cuando alguien tiene que buscar su horizonte en otro lado’, afirma Dominguez.

Con una lírica sincera y una melodía conmovedora, Pasaporte captura el drama humano que envuelve el trámite de un pasaporte o un boleto de avión: la ilusión de un futuro mejor versus el costo emocional del adiós. Es una canción para el que se va, el que se queda, y el que espera en el chat por un «aterricé bien».

Aunque Pasaporte es un tema cargado de nostalgia y tristeza, el artista quiso compartir un
desenlace que le saca una sonrisa:

‘Y ahora, la parte que nadie espera: A pesar de que la canción nació con ese feeling de despedida… ¡Tengo que confesar que la canción fue tan buena que mi novia no se fue del país! Al final, ella se quedó. Lo que sí se fue, fue el dolor, pero está bien encapsulado en el tema. Así que este pasaporte se quedó en el gavetero y la canción se quedó con ustedes’.