MOTHICA está de vuelta con música completamente nueva, marcando una emocionante transición en su carrera.
Tras el lanzamiento de su tercer álbum, Kissing Death el año pasado, la estrella en ascenso ha firmado con SharpTone Records y se prepara para inaugurar un capítulo musical más «pesado» y audaz.
Este nuevo comienzo arranca con el lanzamiento de su nuevo sencillo, EVERGREEN MISERY. MOTHICA describe el proceso de composición de la canción como ‘un viaje lleno de todos los giros y vueltas que puedas imaginar’. La artista revela que escribió el tema pocos meses después de salir de rehabilitación, sintiendo la urgencia de liberar una ‘ira latente y una profunda melancolía’ que había estado adormeciendo.
El lado oscuro de la industria musical había cobrado un alto precio en su salud mental, llevándola a considerar dejar la música por completo al ingresar a un programa de tratamiento de 30 días. ‘El detrás de escena agita mucha animosidad, envidia y toda clase de emociones feas’, explica. Sin embargo, al dar un paso atrás y enfocarse en su recuperación, finalmente se sintió lista para reconectarse con la pura esencia de la composición musical.
Líricamente, EVERGREEN MISERY es una reflexión sobre las «sanguijuelas de energía» que ha tenido en su vida: personas a las que permitió acercarse y que intentaron apropiarse de elementos de su historia, a pesar de no haber experimentado el dolor que nutre su arte.
MOTHICA encuentra un humor oscuro en esta situación, plasmado en la idea de un ‘toma lo que quieras de mí, mi miseria no tiene fondo’, una frase que, aunque dramática, encapsulaba su sentir.
En cuanto al sonido, la artista estaba decidida a entrar en una era más heavy, que sus seguidores ya han apodado «Rockica», inspirándose en lanzamientos anteriores como Nocturnal, su colaboración con Polyphia o su remix de Bring Me The Horizon. Al haber crecido asistiendo a conciertos de metalcore, sintió que era el momento adecuado para explotar esa faceta de sí misma.
MOTHICA cita influencias de artistas como Nine Inch Nails, Sleep Token, Bad Omens, Wage War, Bring Me The Horizon y Evanescence, todos ellos maestros en la combinación de sintetizadores cinemáticos, guitarras gritty y grandes hooks emocionales.
Trabajar con su productor, Elliot Polokoff, fue crucial para definir el sonido y el sabor del rock que se siente «innegablemente verdadero» para MOTHICA en esta nueva era.