La cantante angelina radicada en Los Ángeles, Savannah Pop, ha compartido su nuevo sencillo titulado Terrible Thing, disponible en las plataformas musicales.

Savannah describe el sencillo como parte de un EP más amplio que aborda la identidad, la represión y la supervivencia a través de arreglos exuberantes y una narrativa cinematográfica: ‘Estas son las cosas que no se pueden decir en voz alta. Se necesita una canción para expresarlas’.

Inspirada en parte por sus viajes de regreso a España y su renovado amor por el flamenco, la canción captura la desconcertante experiencia de recibir el amor que anhelas pero que no puedes aceptar del todo. ‘Se trata de necesitar algo que no tienes dónde poner’, explica. Los toques rítmicos evocan sus influencias globales, mientras que la resonancia emocional evoca a artistas tan diversos como Lorde, Leonard Cohen, Sofia Isella y Muse.

Savannah Pope crea ese tipo de canciones cautivadoramente únicas que sientes antes de comprenderlas por completo. La artista angelina, conocida por su voz operística, sus impactantes visuales y su composición cruda y sin complejos, crea canciones que se mueven entre el rock artístico cinematográfico, el indie poético y el espectáculo avant-pop.

Su próximo EP continúa la evolución que comenzó con su proyecto revelación, Pandemonium, profundizando aún más en las partes vulnerables, y a menudo indescriptibles, de la experiencia humana.

Más allá de la música, es una obsesiva solucionadora de crucigramas (y una campeona de la charla basura en Boggle), una ávida lectora y una cinéfila que busca las películas más extrañas que pueda encontrar. Sus pasiones incluyen los derechos de los inmigrantes y los derechos reproductivos, la defensa de los animales y el apoyo a otras voces marginadas a través de su plataforma.

En esencia, la música de Savannah es un reconocimiento de las verdades que enterramos, las heridas que curamos en silencio. Se atreve a mirar donde otros rechazan y, al hacerlo, ofrece liberación. ‘Quiero que las personas acepten las partes de sí mismas que les han enseñado a ocultar’, dice. ‘Y dejar de exigir que los demás hagan lo mismo’.