La banda tachirense Apamates, ha compartido su álbum Los amigos que se van, disponible en las plataformas musicales.
Este material tiene la intención de proyectar un nuevo concepto sonoro y visual de la banda. Además, se mantiene llevarlo a espacios en vivo donde el público pueda interactuar con un experimento musical basado en el glamour de un árbol poui rosa precioso y venezolano como el apamate.
Apamates es un proyecto sonoro que surge en el marco de la diáspora venezolana específicamente tachirense. Resume la resonancia del rock sónico andino con una propuesta que transita influencias que van desde el shoegaze, la neo psicodelia, la música electrónica, el blues y muchas otras experiencias de tres músicos gochos ubicados en tres espacios geográficos distintos: España, Colombia y Venezuela.
Daniel Soto, ingeniero de sonido y músico de bandas de trascendencia en la escena del rock regional como Leech o Death Abstein and The Genius Machine, es el elemento de concreción en la producción y definidor de este proyecto. Junto a José Antonio Varela, histórico bajista de proyectos tan trascendentes como Triciclo, Letelier o Los que rezan, y Ramón Alí Mogollón guitarrista y vocalista de proyectos de larga data como Accidente de Carros Naranja, PÁRAMOSOUNDSYSTEM, GLS en Argentina, o Pomelo Atómico desde España. Estos tres elementos se unen creativamente en torno a Apamates.
El proyecto está inspirado en el rock venezolano, argentino y británico, el shoegaze y la movida sónica y el sonido de Manchester. Así como en el stoner rock y por supuesto en el rock tachirense. Busca una amalgama de frecuencias y resonancias sonoras que lleven a un nuevo espacio conceptual que represente además de la nostalgia en la distancia migratoria en el contexto de la diáspora actual. Un espacio de evasión, reflexión y neopsicodelia sonora.
El nombre de la banda se debe a aquellos árboles preciosos que florecen en la ciudad de San Cristóbal en una época característica del año. Estos son llamados poui rosa o trompeta rosada, árboles neotropicales que crecen hasta unos 30 metros. Así mismo y en ese entorno de un color poui rosa inspirado en un shoegaze neotropical tenemos el sonido de Apamates, una banda nacida de la nostalgia de la diáspora y que representa el sonido del rock regional venezolano con gran influencia de la música alternativa de los 90s y del 2000.