La cantante venezolana radicada en España, Gabriëlle Driessen, ha debutado en la escena musical con el lanzamiento del single Deathly Waltz.

Deathly Waltz, tal como su nombre sugiere, es un vals mortífero, veloz y casi frenético. Los arreglos orquestales espectrales se entrelazan con la brutalidad de los blast beats y el poder de las guitarras eléctricas, en un duelo desgarrador con el piano. El violonchelo, con momentos de especial lucidez, guía al oyente a través del velo hacia la oscuridad absoluta del reino de los muertos.

La voz de Gabriëlle oscila entre la gravedad de ultratumba y los agudos que parecen súplicas desgarradas, reflejando la angustia de la pérdida y la atormentada obsesión por reencontrarse con el ser amado.

Inspirado en la tradición tardomedieval de la danza macabra y en el mítico Diabulus in Musica, este tema encarna el último vals entre dos amantes separados por la muerte: un fantasma que regresa tras las súplicas de su amada para conducirla consigo al más allá.

Gabriëlle Driessen es cantante, violonchelista y compositora que fusiona el metal sinfónico y gótico con matices de black metal, definiendo su estilo como dark fantasy metal.

A lo largo de los años amplió sus influencias hacia el metal sinfónico y gótico europeo, la música cinematográfica de fantasía y la música académica, entretejiendo todos estos elementos en un sonido único y atemporal.

El proyecto solista también es la contraparte musical de una trilogía literaria escrita por la artista, inspirada en la mitología céltica y nórdica, con especial fascinación por la diosa Morrigan y la triada divina que la conforma.

El amor, la muerte, la espiritualidad y el eterno retorno constituyen los pilares tanto de su obra literaria como musical, donde cada canción se convierte en banda sonora de su universo de fantasía oscura.

Sus objetivos a corto plazo incluyen el lanzamiento de su primer álbum, Beyond Our Endlessness, y a largo plazo, la proyección internacional en escenarios y festivales de gran formato.