El artista español Dollar Selmouni ha regresado a la música después de 5 años con el sencillo Salvaje, disponible en las plataformas musicales.

Salvaje es el primer adelanto de su tercer álbum de estudio, que augura el regreso por todo lo alto de un artista que vuelve con más verdad y más ganas que nunca. Consolidado como una de las voces más auténticas y versátiles de la música urbana española, Dollar Selmouni da un paso firme hacia nuevos horizontes con la publicación de este single.

A lo largo de su trayectoria, el artista mallorquín ha demostrado una versatilidad notable, transitando con éxito por diversos estilos musicales en sus composiciones y colaboraciones. Esta exploración constante culmina en el próximo álbum, un trabajo discográfico que amalgama todas esas influencias y representa una reinvención artística impulsada por la necesidad de una expresión interna auténtica.

El concepto central del álbum, Salvaje, surge de un proceso de catarsis y liberación. Simboliza el momento de desprenderse de las cargas emocionales y reconectar con la vitalidad y la esencia personal.

En el contexto social actual, donde la juventud afronta desafíos como la incertidumbre, la precariedad y la frustración, el artista ofrece un mensaje resonante de emancipación: «libérate». El sencillo principal es una invitación directa al movimiento y a la introspección, buscando recuperar un estado de conexión esencial.

Producido por Blasfem, Salvaje posee una concepción sonora pensada para la ejecución en vivo. Presenta una energía notable, un estribillo de alto impacto y una propuesta vibratoria única que fusiona elementos rítmicos latinos —incluyendo ecos de salsa, cumbia y percusión orgánica— con la base del género urbano que caracteriza al artista.

El resultado es un sonido orgánico, cálido y emocional, alineado con esta etapa de mayor madurez y honestidad lírica del intérprete.

AfterliVe Films vuelve a ser la productora a cargo del videoclip que acompaña a este tema. Grabado en el ring de “La Escuela de Boxeo” de Jero García, funciona casi como una metáfora: un espacio donde uno se enfrenta a sí mismo, donde suda, cae, se levanta y vuelve a mirar al frente.