El dueto venezolano La Siren La Ziren, conformado por Andrea Ludovic y Janis Denis, han publicado su álbum debut homónimo.

La densa voz de Janis y la vigorosidad de los beats de Andrea, logran una inigualable sinergia, donde la resignificación de los femenino y sus cosmovisiones, es la sustancia con la que La Siren La Ziren libera su épica.

Fundamentada en un lyrical-tronic -como definen su estilo- La Siren La Ziren (LSLZ), se convierte en un manifiesto para ambas artistas, donde amalgaman y conviven varios ritmos y tendencias musicales de varias épocas, donde el bajo, el beat, el diseño sonoro y la voz expandida son los principales elementos.

Tanto Andrea como Janis, asumen el reto de romper esquemas e impulsar su propio modelo. Con una tendencia futurista electrónica, cristalizan su álbum debut donde lo experimental y lo intuitivo fue determinante. Cada una en su dinámica individual, crearon una fusión de ambos mundos para presentar una simbiosis particular.

LSLZ tiene un total de siete canciones escritos por Janis, inspirados en los siete arquetipos femeninos griegos: Afrodita, Perséfone, Gea, Erinias, Atenea, Sirena y Hécate. Y también hay un octavo track, siendo este un homenaje a la legendaria banda inglesa Supertramp, versionando su tema The Logical Song.

En septiembre de 2021, Andrea, Denis y el guitarrista Darío Sosa, llevan el proyecto a Sur Récords Studio, dirigido por Oswaldo Rodríguez, músico fundador de la banda Surcarabela. Se internaron en esta casa hasta terminar el año pasado la producción, bajo la ingeniería de grabación de Oswaldo, quien adicionalmente contaron como co-productor en cuanto a la dirección de voces y de instrumentos, e inclusive como ingeniero de mezcla, y el mastering se hizo con Juan Carlos Almao.

La Siren La Ziren es un ensamble musical, exótico y ecléctico de la actual escena musical venezolana, que surge en el encierro y desconcierto de plena pandemia en el año 2020, cuando lo inesperado suscitó un choque aplastante contra la inercia y la insensibilidad del día a día. Nace en ese tiempo apocalíptico que sirvió de caldo de cultivo para la concepción y desarrollo de ciertos proyectos artísticos maravillosos, que afrontaron el reto de abordar temas existenciales y filosóficos.

Dentro de esta oleada de significativa creatividad y expresión, se engendra este dueto, que invoca a través de la figura simbólica de La Sirena, el llamado de la quimera, del poder femenino y de lo ancestral, combinando su poesía y literatura primigenia con música electrónica (Electronic & Progressive), canto lírico, canto popular, voces histriónicas y susurradas.

Con base en este vórtice sonoro, la criatura híbrida emerge y va creciendo abarcando desde el pop hasta la música antigua, paseándose por distintos géneros como el drum and bass, el downtempo del trip-hop, dance rthythm, noise, melody & art, entre otros.