El arte existe para romper barreras y materializar pensamientos, emociones y deseos mundanos; para expresar el contexto histórico que vive la sociedad en un momento determinado. Es una inclinación natural en el ser humano, y desata en él una pasión que no solo busca la perfección, sino provocar en otros incomodidad, cuestionamiento, identificación y emoción.
Aunque es evidente que las concepciones sociales han intentado minimizar a las artes plásticas, el teatro, la poesía y la música como espacios de ocio o pan y circo, los artistas persiguen constantemente el sueño de vivir de su arte. Entienden que va más allá de practicar piano en su tiempo libre, o de escribir unas cuantas líneas en horas de insomnio: es una vocación.
Vocación
Rudy Alisseti, baterista de El Otro Polo / Anakena, comentó que su experiencia siendo músico ha sido más que increíble. “Siento que me enamoro de mi profesión todos los días un poco más. Ya yo tocaba batería, pero cuando comencé a estudiar, encontré un espectro que no conocía y me enamoré por segunda vez de la música”. Agregó que cuando descubrió la teoría, fue amor a primera vista.
Además, contó que cuando salen oportunidades como ir un fin de semana completo a tocar a Puerto La Cruz en Tiburón Club, ser parte de proyectos como Anakena y El Otro Polo o participar en el Cúsica Fest, su vocación se vuelve aún más bonita.
Larry Dávila, vocalista de la banda barquisimetana Cuásar, comentó respecto a dedicarse a la música: “Para nosotros ha sido y sigue siendo una experiencia extraordinaria. Como músicos, seguimos llevando nuestro sueño al límite… Estamos agradecidos con la vida por hacernos ver esta magia, e iluminarnos para proyectar el privilegio de hacer música, sonidos y compartirlo con el mundo…”.
Expresó que, como músicos, tienen la responsabilidad de ser “un cohete de luz” en momentos difíciles; de ser la compañía que comprende a los oyentes y los hace sentir libres. Las palabras de Dávila hacen una reflexión interesante, y es que la música es libertad de discurso, combate a la censura, rebelión de las masas; todo englobado en siete notas que el artista seduce a su antojo.
Plan A
No es inusual escuchar a personas referirse a la música como un “hobbie”, o insistir en cómo los músicos deberían estudiar una carrera convencional para tener un plan B en caso de que su carrera artística no sea fructífera. Al conversar con músicos que han tomado la decisión de estudiar este arte formalmente, se evidencia la satisfacción de elegir una carrera que verdaderamente los llena.
“Decir que estudiar música es morirse de hambre es mentira”, aseguró Adriano Alvarado, vocalista de Fugados. Explicó: “Las personas aseguran que no vas a ganar nada estudiando música, pero esa es una concepción cerrada. En la música puedes dedicarte a infinitas cosas: la parte de producción, de mezcla y máster, de arreglos, de performance y de business, que es muy importante”.
Samir Ibrahim, baterista de Fugados, aseveró que hasta el momento su experiencia estudiando música “ha sido lo máximo”, y que no se ve estudiando otra cosa. Afirmó que sus padres lo han apoyado muchísimo, y pese a que existan algunas dudas y puntuales “peros”, apoyan su decisión y confían en que está tomando el camino correcto estudiando lo que siempre le ha gustado.
A pesar de las adversidades Pedro Páez, baterista de Insinapis, afirmó: “Después de graduarme del colegio me fui del país para estudiar música en la universidad. El viaje desde ese momento hasta el día de hoy no ha sido sencillo. Pasé muchos momentos de soledad y tristeza, pero aprendí muchísimo y crecí como persona. Ahora tengo una imagen mucho más clara de quién soy y qué es lo que quiero hacer. Me siento motivado y más seguro de mí mismo para lograr los objetivos que tengo planteados para el futuro”.
El vocalista de la agrupación, José Ferrer, agregó: «Estar separados como banda ha supuesto para nosotros un desafío muy grande… por el hecho de no poder llevar a cabo como quisiéramos este proyecto que disfrutamos tanto, pero también creo que nos da bastante ilusión y emoción buscar esas oportunidades a futuro y aprovecharlas. Hemos crecido musical y personalmente, por lo que la banda también ha subido a un nivel mas alto».
Por otro lado, su guitarrista Marko Režić narró: «Por un período de tiempo no tocaba guitarra y solo me concentraba en mis estudios. Un día, llegó la motivación y decidí empezar a trabajar para poder comprarme una guitarra en el exterior, y así continuar con lo que ya formaba parte de mi ser».
¿Moraleja? Puedes intentar huir de la música, pero ella siempre encontrará una manera de volver a ti.
La “chamba”
Erick Díaz, guitarrista y arreglista de proyectos como Motherflowers y Bridges, comentó respecto a vivir de la música: “A veces se pone cuesta arriba porque para los shows depende de que me llamen o no. Para grabar también es un tema porque obviamente lo ideal sería cobrar por pautas, pero a veces aparecen proyectos en los que de verdad quiero colaborar por amor al arte».
Díaz también estableció: “Desde que no hay shows me metí de lleno a hacer backing tracks en Fiverr y estoy viviendo de eso. Algún día volverán los shows, lo bueno es que hay mucha gente haciendo música en la cuarentena y muchos proyectos están replanteando el formato de sus presentaciones”. Las alternativas para trabajar como músico, existen. Los prejuicios y miedos pueden enfrentarse y disfrutarse, pues al final del día estás trabajando en algo que amas.
Rudy Alisetti argumentó que los desafíos en la industria musical se enfrentan preparándose muy bien. “Si quieres convertirte en todo lo que significa ser músico hoy en día, tienes que estudiar mucho. No es solo ser baterista, musicólogo o productor; tienes que tocar, producir, ser tu propio manager”. Aseguró que es una experiencia loca, pero también muy chévere, sobre todo cuando las personas aman lo que hacen.
“Conocer a otras personas del medio te hace darte cuenta de cosas en las que quizás no eres experto, y analizar en qué cosas te puedes actualizar”. Opinó que, para él, la música no es un deporte, pues hay personas que dicen más cuando tocan y otras que tocan más rápido pero no te dicen nada. Alisetti cree que la verdadera competencia está en los números: monthly listeners en Spotify, views, etc.
Nicolás Bolaira, guitarrista de los Escritores de Salem citó a uno de sus profesores de música, quien afirma que “La música te da más motivos para irte que para quedarte, pero todo el que se va se arrepiente profundamente”. Baloira concuerda con esa frase, porque aunque piensa que sí es difícil vivir de la música, va más allá de eso.
“La música es parte de cada uno, todos tenemos un álbum al que vamos cuando estamos tristes o una canción que escuchamos cuando nos sentimos solos y nos hace sentir mejor. Esas son cosas que se vuelven parte de ti, y los músicos sienten eso por dos, porque no solamente lo escuchan, sino que lo crean y lo transforman. Todo esto hace que la música sea un oficio satisfactorio”.
Agregó que para él hay más pros que contras, y que eso hace más fácil pertenecer a la industria. Por otro lado, explicó que como ingeniero de sonido trabaja con músicos, y afortunadamente ellos no cuestionan su necesidad de cobrar a pesar de estar haciendo arte. “Eventualmente, me encantaría tener un proyecto en donde pueda pararme en una tarima y vivir de eso”.
Tomar la decisión de dedicarse al mundo del espectáculo no es tarea fácil. Existirán dificultades y riesgos a tomar, pero los que han sido lo suficientemente valientes para arriesgarse, han encontrado en la industria un camino que a largo plazo los llena de satisfacción y felicidad. Arriésgate y, ¿quién sabe? Quizás estás a un paso de volver tu sueño una realidad.