La vida es un camino en el que no tenemos frenos de manos… en el que no hay otra opción, sino continuar. Los Mesoneros han tenido mil vueltas y podríamos decir que ‘ocho vidas’. En una, Luis Jiménez, Juan Ignacio Sucre y Carlos Sardi eran unos adolescentes de Caracas que solo querían hacer música; en otra, se estaban profesionalizando para, luego, ahora ser unas de las bandas venezolanas más reconocidas a nivel internacional.
Este sábado 16 de diciembre regresan al CUSICA FEST 2023 y nos muestran cómo después de más de una década, tres discos y unos cuantos singles, siguen siendo esos niños apasionados que solo quieren divertirse jugando con sonidos y palabras.
Si Los Mesoneros fuera un sitcom, ¿cuál sería y por qué?
Carlos: Epa. Qué buena pregunta.
Juan: Berro… ¿Será The Office? [Risas]
Carlos: A ver, The Office me da mucha risa. [Risas]
Carlos: Mira esta respuesta. Mira esta respuesta… Friends.
[Risas]
Juan: No, vale. Qué b*las.
Luis: Ya va… ¡Está temblando, gü*vón! Sorry.
Carlos: No, vale.
[Silencio…]
Luis: Sí… ¡Está sonando la alerta, gü*vón!, fuck.
[Risas]
Carlos: Epa. Está temblando.
Juan: Yo no estoy ahí, pero…
Carlos: ¿Está sonando la alerta? No sé. Luis dice que está sonando.
Juan: Sí tembló. Me llegaron las alertas.
[Se ríen]
Luis: ¿Puedes creer que tuve una pesadilla con que tembló ayer? Y… Está temblando. Bueno… ya, no nos morimos. Espérenme. Sorry.
Carlos: En mi casa no sonó.
Luis: Yo no la escuché y no me llegó al celular.
Carlos: Qué buena entrevista, man.
Luis: Creo que ya sobrevivimos.
Juan: ¿Nos morimos o no?
Carlos: Yo estoy tranquilo pues.
Juan: Yo creo que nos vamos a morir esta vez.
Luis: Sí, no. Yo creo que estamos vivos… Eeeemmmm… Bueno, nada, sí. The Office.
[Risas]
Carlos: Epa. Muy sitcom que haya pasado esto.
Juan: Muy The Office también.
Carlos: Muy The Office. Es verdad.
[Risas]
Juan: Tú querías un argumento, bueno… ahí tienes.
[Risas]
¿Qué recuerdan de la primera vez que se presentaron como Los Mesoneros?
Carlos: ¿Quién empieza?
Luis: Yo sigo pensando en el terremoto. Perdón. [Risas]
Carlos: Dale, Juanchi. Empieza tú que a ti no te vibró el piso.
Juan: Esto fue… Cuando teníamos unos, ¿qué? Unos 15 años. Estábamos a penas medio aprendiendo a tocar nuestros instrumentos, teníamos conocimientos bastante básicos y… bueno… hicimos desde canciones originales hasta covers y ni siquiera como que estábamos muy familiarizados con tocar canciones en vivo. Fue como algo muy emocionante. Nosotros sentíamos que estábamos tocando frente a diez mil personas y creo que había como seis personas ahí viéndonos. Pero sí, o sea, es algo como que bastante bonito recordar ese tipo de momentos y compararlos con el que estamos ahorita y sé que en el fondo seguimos siendo esos niños que siempre soñaron con hacer un proyecto de vida relacionado con la música.
Carlos: Yo recuerdo también que no teníamos pensado vestirnos conceptualmente y se nos ocurrió… creo que con un comentario de MySpace y salimos a comprar unas camisas blancas y las pintamos con marcador.
Luis: Ah. De [Alberto] Stangarone (Todosantos), ¿no fue?
Carlos: Stangarone, verdad, sí. “Si no se visten de los mesoneros, no sirve de nada” y todo el mundo entró en pálida como “¿Qué?”
Luis: Verdad, verdad, que era el cantante de Todosantos en ese momento y había que hacerlo.
Juan: Sí, sí, sí.
“Ah, en ese momento no se disfrazaban”
Carlos: Generalmente, preferimos el término “uniformados”, más que disfrazados, por favor… [Risas].
Luis: “Empayasados”.
Juan: “Empayasados”. [Risas]
Carlos: No, no teníamos concepto y después nos pusimos una camisa de mesonero o algo semejante a eso.
¿Qué sienten que diferencia al Luis, Carlos y Juan que comenzó con el proyecto a los del 2023?
Juan: Yo creo que la inmadurez sigue un poquito presente. Pero lo veo por el hecho de que somos muy amigos desde muy chiquitos, como que son tantas cosas que hemos vivido juntos, también, que como que sentimos que esa cierta infantilidad sigue presente y creemos que también es importante mantenerla, sobre todo en un proyecto como este… mantener la ingenuidad y la fantasía y todo…
Luis: Y el espíritu de divertirse haciéndolo, como que esa parte es importante. Y… aunque suene cliché, sí es fácil que se te olvide en el camino porque… bueno… hay momentos que se vuelven… cada vez que crecen los proyectos se vuelven más trabajo y también empiezan a entrar factores para mantenerlos, teniendo en cuenta que es un negocio y se te puede olvidar la esencia de que nunca lo hiciste al principio para que sea un negocio, sino para divertirte y esa parte como que siempre… hay que refrescar esa ingenuidad y no olvidarte de ese espíritu y esa esencia original, creo que eso es importantísimo.
Para la narrativa de las “eras” de Los Mesoneros, ¿qué rol tiene el amor?
Luis: Siempre ha sido como un hilo conductor, siempre ha estado presente.
Carlos: Es como constante.
Luis: Sí, sí, sí… creo que tenemos muchas canciones que hablan de eso. En distintos estilos, en distintas formas porque no necesariamente son todas de amor romántico, necesariamente. Pero sí hay muchas cosas presentes y, bueno, también tenemos algunas más cachondas… ¿no, Juanchi?
[Risas]
Juan: Ja, ja, ja.
[Risas]
Carlos: No, bueno, hay amor, desamor, hay de… distintas etapas, también, del amor. Creo que le hemos dado la vuelta varias veces.
¿Con qué palabra definirían la zona de confort dentro del arte? (08:20 – 10:12)
Juan: Comodidad, esa es la palabra, comodidad. Lo hemos discutido últimamente, como que a veces estar cómodo puede ser el peor enemigo a la creatividad, a la creación. Creo que todo el mundo a veces peca porque es muy sabroso estar cómodo, pero también puede ser lo que te apaga y siempre es importante mantener ese motor creativo andando. La comodidad es una de las cosas más letales para un proyecto como este.
Luis: Estamos de acuerdo. Sí, de hecho, muchas veces nos gusta probar cosas que nos dan algo de miedo. Me acuerdo de cuando hicimos Te Lo Advertí que estábamos un poquito asustados porque era un poco ajeno a lo que habíamos hecho anteriormente en estilo, en influencias de melodía y algunas cosas que estábamos mezclando, ¿no? Y era extraño porque por un lado se sentía bien, pero por otro lado daba miedo y creo que hoy en día que es una de las canciones más grandes de nuestro proyecto, como que fue una buena moraleja de la importancia de si siempre estar como empujando un poquito el límite y haciendo cosas que no te pongan al 100% cómodo porque si estás aquí, seguramente es algo que ya has hecho, ya es seguro y que ya hiciste. no sé si es el espíritu correcto para crecer, diría que no.
¿Cómo describirían cada disco?
Carlos: Yo creo que Indeleble (2011) tiene mucho del hijo primerizo, de las cosas salen como van saliendo. “Esta canción la hicimos así, esta canción salió así”. No hubo como una metodología para hacer esas canciones, por ejemplo.
Luis: Yo siento que es mucha o demasiada energía.
Juan: Es la juventud, ahí.
Luis: Ajá… está la Juventud, es como hiperquinético. Cada canción tiene como siete ritmos de batería; es como que hay una especie de ansiedad del deseo de querer hacer demasiadas cosas al mismo tiempo. Creo que hay mucho de eso. Hay ingenuidad.
Juan: Esa ingenuidad es muy característica de niños de 18 años.
Luis: Adolescencia pues. Pubertad. Hormonas. [Risas]
Carlos: Caiga la noche (2017) también tiene como que un poco de esa ingenuidad, pero también como que creíamos que sabíamos lo que estábamos haciendo.
Luis: Sobrepensar… sobrepensadísimo ese disco.
Juan: Tiene como cierta arrogancia en un grado y todo.
Carlos: Sí, 100%.
Juan: Creíamos que estábamos seguros en lo que estábamos haciendo y en verdad…
Luis: Inseguros, sí. [Risas]
Juan: No sabíamos nada. Entonces eso es medio característico de una persona de veinte años que cree que es grande cuando en realidad no lo es.
Luis: Sí, sí, sí. Y como que es como esos nervios del disco sucesor porque, además, Indeleble también fue como un palo de agua en muchas cosas. Entonces creo que sí hay mucho de esa sobrepensadera que era porque, bueno, nos daba miedo de que el segundo no estuviera a la altura del primero. Ahí empezamos a descubrir muchas cosas y fue mucho ensayo y error, ensayo y error, ensayo y error. Ese yo creo que ha sido el disco que más nos ha costado hacer, ¿no?
Juan: Y aprendimos, también.
Carlos: Y… Bueno, en Pangea (2019) ya había como una estructura y una metodología y un proceso que empezamos a implementar…
Luis: Más madurez.
Carlos: Más conscientes, sí.
Juan: También, estando ya en un país nuevo, como que rodeándonos de gente diferente que nos estaba inspirando sobre otras cosas, en todos los sentidos: personalmente, emocionalmente, pero, también, musicalmente y todo eso tiene mucho impacto en este disco. Es lo más profesional que hemos hecho…
Luis: Sí, no.
Juan: Porque en paralelo también teníamos esa carga emocional de toda la experiencia que hemos tenido.
Luis: Hasta el momento es el mejor disco de la banda, a nuestro juicio, por muchas cosas, por la metodología, porque las canciones están mucho más estructuradas, hay experiencias, aprendizajes de muchos errores… Ojo, uno siempre está aprendiendo. Pero sí siento que hay más dominio de los recursos, tanto literarios, como de producción. También es el primer disco que produjimos completo nosotros. También, es una aventura en ese aspecto. Pero también viene del aprendizaje del primer disco con Héctor Castillo, Carlos Imperatori, en Caiga la noche, también… y de todo eso, fuimos unas esponjas y todo eso que aprendimos de los discos anteriores por fin fue aplicado por nosotros. Eso creo que en cierto sentido fue como graduarnos; ojo, todavía estamos aprendiendo, pero digo “graduarnos” como que llegó el examen y que “Bueno, ahora todo lo que aprendimos en los discos anteriores, tienen que usarlo ustedes y ponerlo ustedes en un álbum” y fue la primera vez que aplicamos todo eso que hemos aprendido al 100%.
¿Qué sienten qué diferencia tiene este nuevo disco de los tres anteriores?
Juan: Creo que este disco tiene un poco de lo que hemos venido haciendo, muchas de las cosas están publicadas también. Tiene mucho de esta experimentación y ensayo y error para conseguir este nuevo sonido que nos pudo haber costado un poco. Pero que una vez que lo encontramos, sí vimos muy bien cómo manejarlo, sobre todo por lo anterior, por toda la experiencia que hemos estado agarrando en los últimos años. Sin embargo, siento que ha sido uno de nuestros mayores retos. Se siente como una especie de segundo disco, como después de haber tenido éxito en Pangea, hay como un poquito de depresión y lo único que tratamos de replicar es ver cómo seguimos innovando.
Luis: Yo también diría que tiene un tipo de canciones, en particular una que no ha salido, que no existe en el repertorio de Los Mesoneros. Usualmente, tiene esas canciones que son más de desamor o despecho o más sensuales, hasta sexuales. Pero en este álbum hay temas con más optimismo, con temas que no habíamos tocado anteriormente. Creo que eso también es particular.
Carlos: Una vibra más positiva. Tiene un after taste más positivo.
¿Qué han estado leyendo, viendo o escuchando que los ha ayudado en la creación del LP?
Carlos: Hemos estado viviendo full.
Luis: En verdad, sí. Por ejemplo, hace poco… a mí me da risa porque es medio cíclico, pero hace poco, viajamos a Los Ángeles a ver a Death Cab for Cutie, fuimos todos Los Mesoneros a ver a Postal Service, Death Cab for Cutie, en el Hollywood Bowl y nos dio como esa nostalgia de esa época de cuando hicimos Indeleble. Regresamos como con ganas de volver a cosas del principio. Pero ya con esta perspectiva.
Juan: De hecho, tratamos de replicar mucho esa sensación que teníamos en el primer disco, de tocar con tus amigos en un garage. Esta vez, ya con un poquito más profesional porque tenemos nuestro propio estudio y, bueno, justamente para perseguir a ese niño interior que muchas veces es difícil de encontrar.
Una de las cosas que más he pensado de los sencillos de este disco es que veo una fuerte influencia de Arctic Monkeys, lo que me hace preguntarme, ¿cuáles son sus influencias actuales?
Juan: Bueno, eso tiene que ver también porque creemos que bandas como Arctic Monkeys y similares han tenido influencias de cosas que estamos escuchando en este momento. Hemos estado experimentando mucho con ritmos que anteriormente no habíamos hecho, cosas del hip hop y del rap de los noventa y de los 2000 y eso una vez lo maquilles o le metes esta capa estética del rock and roll que hemos venido haciendo en los últimos años, sale a flote algo como lo de los Arctic Monkeys, que también tengo entendido que algo así les pasó a ellos, unieron varios géneros y salió este nuevo sonido. Entonces creemos que viene de eso, caímos en las mismas influencias de cierta forma.
Luis: Y del pop dosmilero, también.
Juan: Y del pop mainstream dosmilero.
Carlos: Si escuchas Despídete Bien tiene full de pop y tiene medio “hiphopsoso” el coro.
Juan: O sea, tiene desde Destiny’s Child hasta Dr. Dre.
Carlos: Y Backstreet Boys.
Luis: Sí, tiene una de Everybody.
Juan: No, y Dos tiene muchas cosas de Britney Spears y de Black Eyed Peas, de esas cosas que cuando éramos chamos escuchábamos full.
¿Han recibido críticas negativas?
Luis: Yo creo que siempre pasa. Me acuerdo cuando Te Lo Advertí, también, que le tiraban durísimo como si era reggaetón.
Carlos: Sí, que decían: “esto es reggaetón”.
Luis: Cómo se nota que nuestros fans no escuchan reguetón.
Juan: Pero eso también siento que es un síntoma de crecimiento. Mientras más crezcas, más público estás atacando y siempre va a haber un porcentaje de rechazo, eso es normal y hasta lo vemos como un buen indicio. Algo estamos haciendo bien y también nos encanta molestar a la gente un poco.
Luis: Y también viene en parte de salir de la zona de confort. Quieren Pangea 2, quieren Indeleble 2. Ya es como que si ya pasamos esa etapa, ya pasamos esa etapa y la idea es ir saliendo siempre de esa zona de confort y eso lleva a salir de la zona de confort de algunas personas ajuro. No hay otra forma.
Carlos: Claro.
Luis: Pero de eso se trata. Si ya probamos una cosa, ya la probamos y la idea es no repetirla. Nos parecería un poco aburrido eso. Vemos el ejemplo de bandas en particular a mí, sé que Juanchi no era tan fan, pero yo soy muy fan de Foo Fighters y ya van como siete discos haciendo el mismo disco y ya yo me aburrí. Pero es porque no traen nada nuevo o no lo han hecho tanto. Entonces, nosotros preferimos arriesgarnos a poner algo nuevo en la mesa, quizás no te encante o te guste más otra cosa, pero por lo menos es nuevo y eso para nosotros es lo más importante. También para que se mantenga divertido para nosotros porque, volviendo a lo que estábamos hablando en las otras preguntas, a la esencia de los niños divirtiéndose, parte de eso es experimentar y seguir manteniéndolo divertido, ¿no? Y para nosotros eso es lo primero, antes de lo que sea. Y… ¿Qué otra cosa iba a decir? Ah, también dijeron que Dime Como Tú Quieras era trap. Bueno… eso siempre va a haber. Hay unos graciosísimos.
Carlos: No, y hay veces en las que… yo creo que en la discografía de Los Mesoneros las más lentas son siempre un fan favorite, ¿no? Como Pangea.
Luis: Siempre. Y de despecho.
Carlos: Eso, de despecho. Por ejemplo, la última que lanzamos que es Tu Canción, que también es una lenta, pero tiene otros matices. De hecho, estábamos nerviosos al sacarla. Pero creo que le ha ido muy bien y en el único concierto que la hemos tocado, el siguiente va a ser el CÚSICA FEST, fue un éxito total.
¿Qué esperan del Cusica Fest 2023? ¿Tendrán alguna sorpresa? —No me tienen que ‘spoilear’—
Luis: De sorpresas… bueno, venimos con el show, una versión del que hicimos en el Teatro Metropolitan de México, que yo creo que ha sido uno de los mejores shows de la carrera de Los Mesoneros, sin duda. Por ahí estamos hablando de unas sorpresas que son medio long shot; pero, si se dan, van a ser épicos.
[Risas maquiavélicas]
Carlos: Sí sería.
Luis: Yo me cag*ría de la risa. Vamos a ver, vamos a ver. Yo lo veo compli, pero ahí tenemos varias sorpresas de invitados, vamos a ver si se suman.
¿Qué es lo que viene en el plan de Los Mesoneros?
Carlos: Sacar un cuarto disco, y ya… ¿Qué tal esa respuesta?
[Risas]
Luis: Y que “ah, mandaste a la mi*rda la entrevista”.
[Risas]
Carlos: No, queremos hacer un disco con las canciones que ya hemos liberado y acompañado de una gira sustanciosa, no solo en México, sino en Latinoamérica, Estados Unidos y hasta regresar a Europa que fuimos este año.
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