Los dragones de la suerte es el nuevo sencillo de General Bong, conformada por Harold Caicedo en la voz principal y el bajo, Farid Bucheli en la batería y Daniel Portilla en la guitarra; marcando el primer corte de la nueva droga auditiva que prepara la banda colombiana.

Se trata de una canción perfecta para musicalizar el apocalipsis, es una experiencia sonoro-sensorial saltando mil veces fuera del tiempo con la onda retro en movimiento hacia el futuro. Es una oda a la energía, a la magia de la acción, del movimiento y de la reacción. Habla de la posibilidad de nuevos mundos ya sean internos o externos, es un viaje por el micro o macrocosmos donde se encuentra la molécula divina, la partícula de Dios, el todo y el vacío, la dualidad que nos rige.

«Los dragones de la suerte se creó como metáfora de los mismos días, cada día que pasa es un dragón que viene a consumirnos un poco, y de a pocos nos consume del todo, siendo la droga de los dragones la molécula que ellos consumen. Somos la semilla que crece y luego sus flores generan la sustancia de nuevas dimensiones sonoro sensitivas», agrega.

Es una experiencia, un trance que abre portales de conciencia como una meditación guiada hacia la fantasía que recodifica la realidad. La vida es un momento efímero eternamente presente, como esta canción.

El arte del sencillo fue creado por Ninapunlla, artista de collage de la ciudad de Pasto. La portada refleja el apocalipsis generado por los dragones, ya no queda ningún ser humano en la tierra y los dragones vienen locos por una dosis destruyendo todo a su paso. Jesús, buda y el diablo aparecen como aliens salvadores que se unen para intentar generar esa molécula y poder que pueda calmar a los gigantes reptiles.

Los dragones de la suerte estará incluida en el próximo disco de General Bong, Por todos los diablos, un trabajo que contiene ficción real en la visión caleidoscópica que se manifiesta en cada melodía, aterrizando magnetismo en cada verso, y la molécula de alta pureza extraída de otros mundos fusionada con el ritmo, dan vida a canciones creadas como códigos de sanación y transmutación de los demonios de la confusión; para abrazar la oscuridad y ver en ella el resplandor en todo diferente de la luz. Tendrá influencias de los sonidos retro, con un estilo visceral y atemporal; mezclando rock and roll, soul y funk con el flow de la conciencia cotidiana.

«Creamos un metaverso vintage en movimiento hacia el futuro, saltando mil veces fuera del tiempo y espacio, un error en la matrix en el que inhalamos reptiles de oro y exhalamos serpientes de sombra; siendo nosotros mismos el DMT que consume el dragón», puntualiza la agrupación colombiana.

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