Todos recordamos cuando puso a bailar a la gente en el CUSICA FEST. Después de pasar un 2019 brindándonos grandes temas como Guayoyo, Señorita y Morenita Bella, el cantautor venezolano Andrés Mata ahora nos sorprende con una etapa de renovación, con más “perlitas”, más visuales, más espectáculos y con mayor concepto. Desde el 2021, Andrés Mata lo ha logrado con su audiencia con temas como Tenerte Pa’ Mí, Conocerte Otra Vez, y Hey! Qué Pasó, con un dos interludios incluidos llamados No Me Sé Portar Bien y su más reciente Antojo. Todos estos son sencillos de ritmos latinos, con combinación de instrumentos y sonidos que nos hacen soltar lo malo y disfrutar lo positivo, es todo lo que trae Andrés Mata para seguir marcando pauta como uno de los cantautores de la escena musical venezolana en la actualidad.
Y para hacer de esta nueva de su proyecto aún más conceptual, el cantante aprovechó de crear una pieza en donde combina Conocerte Otra Vez y Hey! Qué Pasó en un mismo dance video concept, dirigido por Charly Maldonado, bajo la dirección coreográfica de Taba Ramírez y Gabriela Romero. Estas piezas audiovisuales se grabaron en las instalaciones del colegio San Ignacio y la casa Santa Marta, y fueron disfrutadas por primera vez el pasado 14 de mayo en un showcase que dió el artista en Modo Caracas para todo su público.
Con nuevos planes por delante, próximos toques en vivo y un nuevo álbum que entregar a finales del año, Andrés se tomó un tiempo con nosotros para hablar, tanto de su primer disco como del segundo que viene, sus nuevas ideas, su trayectoria en la escena musical y más.
¿Qué pasaba por tu mente cuando escribías Hey! Qué pasó?
Lo que pasa es que, en este segundo disco, yo estoy mucho más involucrado en la parte de la producción musical que antes. El primer disco yo lo grabé con Cheo Pardo, estando una semana en Nueva York, cosa que no recomiendo en lo absoluto, porque grabar un disco en una semana es una locura (risas); de hecho, Señorita, que además fue una canción que tuvo mayor repercusión dentro de ese primer disco, fue la ultima canción que grabé, y la voz ni me daba en el estudio, porque hacía demasiado frío en la ciudad para ese entonces, y pasaron muchas cosas más, pero gracias a Dios la canción resultó brutal; a pesar de eso, son esas cositas que uno ve del primer disco que, cuando escuchas ahora, dices “berro, la próxima vez haré esto distinto”. Y en esta oportunidad he tenido como más cancha, aprendí muchísimo de las cosas del primer disco, y en este segundo estoy produciendo en parte con Rey Rodríguez (Los Sordos) y Fernando Bosch (Mr. Bosch & the Bluetones), y sí, estoy tratando de buscar sonidos distintos; igual cosas en las que me ayudó muchísimo Chapis Lasca (Malanga), que está involucrado dentro de toda esta nueva producción, entonces nos sentamos y dijimos que, si bien queremos hacer cosas que pertenezcan a géneros muy parecidos del primer disco (que son canciones que vienen más adelante), estas dos primeras canciones tienen ritmos y estilos que son los que más me gustan a mí, algo que quería hacer en el momento, y algo que se presta muchísimo para el dance video concept, con el que nos reunimos con la gente de Ímpetu, lo dirigieron Taba Ramírez y Gabriela Romero en la parte de la coreografía, y lo grabamos dentro de casa de mi abuelo, que es donde yo hice un estreno del primer single, que es Guayoyo. Ya el segundo lo grabamos en el Colegio San Ignacio, lugar en donde yo me gradué. Fue como una manera de reencontrarme con mi colegio, que lo quiero mucho, pero estoy claro que es una secta muy loca (risas), tenemos muchísimas diferencias, pero quería reencontrarme con ellos, donde además jugué muchísimo béisbol porque siempre me gustó. Fue como una manera de agradecerle a mi colegio por todo lo que me aportaron, y de tratar de impulsar e unir distintas corrientes como lo es el baile, la música, una producción audiovisual, un arte, vestuario… y ahora estoy demasiado contento con el resultado, y siento que ya cumplió mis expectativas, porque logré lo que quería hacer.
El videoclip de este tema tiene calidad porque lleva mucho color, tiene coreografías y movimientos de cámara super ingeniosos y atractivos ¿cómo fue todo el proceso de llegar a la idea y hacer el videoclip? ¿Estuviste involucrado en el proceso creativo?
Era un tipo de video que yo quería hacer desde el primer disco, pero gracias a Dios las cosas suceden cuando tienen que suceder, y una de mis inspiraciones para poder hacer este dance video fue Jungle, que se maneja mucho por esa vuelta y dije “wow, que artístico, interesante y qué elegante” y eso es lo más importante, porque a mí lo que más me gusta de mostrar un proyecto audiovisual y musical es que suene sabroso, pachangoso, pero que sea elegante, y creo que se logró el objetivo dentro de este dance video; si bien la idea principal es mía, me reuní con Charly Maldonado para trabajar la dirección del video, me reuní también con Taba para trabajar la parte de la coreografía, en donde tenemos en un video a 8 bailarines y en el otro son 12, yo salgo en el video, pero no quería darme tanto protagonismo porque ya en el primer disco había hecho el clásico video oficial en donde canta el artista, en cambio aquí quería que fuese una cosa más conceptual, y también aplicar el “zapatero a su zapato” con eso de que los muchachos bailen y demuestren sus habilidades. Una de las cosas que yo también quería impulsar era Ímpetu, que es una academia de baile importantísima en Venezuela, es una herramienta cultural importantísima en el país, y los quise apoyar dentro de lo que puedo hacer aquí en la música, y mostrar este proyecto que me tiene super emocionado; de nuevo, es un proyecto que cumplió por completo mis expectaivas y es una producción que me encantaría mostrarle a mis bisnietos.
¿De qué va todo ese concepto que has aplicado con los retrovisores, la palabra Perlita, el View Master, el Made in Pandemia…? ¿Hay una historia detrás de todo esto?
Yo antes de sacar música me gradué -como te comenté- en el colegio San Ignacio, y en esta promoción están unos amigos queridísimos, que son Luis Jiménez, Juanchi Sucre, Calín, Andrés Sucre, todos Los Mesoneros, Americania también…
Pausa, ¿tú no ibas a estar en Los Mesoneros incluso?
Sí (risas), yo iba a estar en Los Mesoneros y menos mal que no sucedió, porque Los Mesoneros tenían que ser esa banda increíble que hoy son. Entonces, siempre que ellos sacaban temas, incluidos ahí Rawayana y Anakena en su momento, yo no había sacado todas mis canciones todavía, y yo siempre decía “mira, Los Mesoneros sacaron esta perla” por ejemplo, tal perla, perla, perla… y al momento de sacar mis canciones, las comencé a llamar “mis perlitas”. Me parece que es un gag que ha calado muy bien, la gente en la calle me dice “¿qué pasó con tus perlitas?” entonces, eso es un objetivo logrado dentro de la propuesta que estoy marcando. El View Master es un artefacto de los 80 que se usaba muchísimo para ver las fotografías, y aquí lo implementé como el “View Perlita”, que es como para ver todo este proceso audiovisual, para ver todas estas perlitas que están saliendo con una parte fotográfica, con una parte bibliográfica también, que es lo que estoy mostrando en el dance video, que además son elementos escondidos, como el tocadiscos, el view master, los colores… son varias cosas que voy asomando dentro del video y con lo que voy jugando. Por ejemplo, el tatuaje que tengo aquí en el brazo, está escondido en todas las piezas audiovisuales que hago, y la primera vez que salió, fue en el video de Poesía, que es una canción dedicada a mi abuelo. Él en su casa escribió su firma, le ponía Bartolomé Mata y hacía como un pescadito, y un diseñador de interiores de su casa hizo este diseño, y por eso termina en ese pescadito. Mi abuelo, que nunca me escuchó cantar, falleció y es una de las mejores personas que he conocido en mi vida, siempre que me iba a dar un consejo o algo, me sentaba en esta parte de su brazo, entonces por eso lo tengo aquí, y en todo lo que hago este símbolo está por ahí, entonces cuando lo vean, ya saben por qué es.
Me encanta que, ahora que se sabe esto, siento que en todos los videos vamos a estar buscando todas estas pistas como “Buscando a Wally”
¡Exacto! (risas) esa es la idea justamente, a mí me encanta cuando la gente que está pendiente de mi carrera tenga ese juego y diga como “cónchale, este chamo está muy pendiente de esta vaina” y de lograr los objetivos de jugar, que es una cosa mucho más mística de lo que vamos a sacar.
Y por ahora el álbum se va a llamar Made In Pandemia.
¿Y todo este álbum lo hiciste aquí en Venezuela, o tuviste que viajar en algún momento o hacer cosas a distancia?
Este álbum lo he grabado acá, he mandado a grabar cosas afuera, por ejemplo, Armando Lovera (La Pagana Trinidad), que es un tremendo percusionista y baterista, ha estado involucrado, le mandamos las sesiones a México y el grabó; Eddie Cisneros (Bacalao Men) también, que es un tecladista increíble, y ahora se encuentra empleando full dentro de Rawayana, pero lo mandamos a Miami, grabó, lo mandó, mezclamos acá y masterizamos afuera con Gabriel Alvarez. Pero sí, he mandado a grabar varias cosas afuera, y posiblemente siga sucediendo, porque el disco no está terminado, si bien hay una buena cantidad de canciones, estoy aún escribiendo nuevas que voy a incluir dentro de esta segunda larga duración. Te puedo adelantar un dato, que en Noviembre – Diciembre estreno un disco completamente distinto.
Como ya me mencionaste, ahora estás mucho más involucrado en la producción, ¿cómo ha sido incorporarte en este lado del proceso musical y qué cosas nuevas has aprendido?
Sí. A ver, no es que antes no lo había hecho, sino que en ese momento tenía 26-27 años (creo) y mi productor era Cheo, y para ser mi primer disco era muy complicado, porque era uno con uno, llamábamos a músicos que se venían, yo entraba a grabar desde las 6:00 AM y terminamos las 10:30 AM, a esa hora Cheo buscaba a su hijo y yo aprovechaba de conocer lo que pudiera, porque en esa semana en NY yo no conocía la ciudad, luego regresaba con Cheo como a la 2:00 PM, terminábamos a las 7:00 p.m., de ahí íbamos a cenar, porque Cheo también tenía que ir con sus chamos, regresábamos las 10:00 p.m.hasta las 3:00 a.m. y volvíamos, era así todos los días. Grabar el primer disco con Cheo Pardo (ex-Los Amigos Invisibles) fue una experiencia increíble; tengo la oportunidad de decir que mi primer disco lo hice con uno de los mejores músicos del país, y que tuvo a confianza también de creer en mis canciones, creer en mis ideas, creer en un chamo que estaba armando su primer disco, y había mucho respeto al momento de cómo hacer todas las cosas, y hoy en día que ya está hecho digo “si bien uno tiene que creer en el productor, lo más importante es creer en lo que tu traes a la mesa”, y fue una de la cosas que planteé para mis segundo disco, y gracias a Dios la comunicación que creamos Rey, Bosch y mi persona aquí fue buenísima, además, son tres generacione distintas, tres gustos musicales distintos, que se unen para hacer un trabajo del cual estoy completamente feliz.
¿Y te has enfrentado a retos o nuevos aprendizajes que no te esperabas?
¡Por supuesto! Lo mejor siempre es preguntar; al principio me daba demasiada pena preguntarle a Cheo cosas, porque es Cheo, lo tenía al lado super concentrado y lo que quería era preguntarle como “cuéntame todo lo que pasó en tu vida, con Los Amigos Invisibles, cómo hacía las cosas…” TODO (risas). Este segundo disco también me encanta porque, además, grabamos en SweetSpotStudios, el estudio de grabación de Santa Fe y ahí se han grabado producciones como Anakena, Escritores de Salem, El Otro Polo… se han hecho ahí muy buenas producciones y, primero me siento muy agradecido de estar en ese estudio porque me permite estar super cómodo trabajando, y segundo, es uno de los mejores estudios de Caracas, es un espacio increíble para componer, para crear, para producir, y antes que nada, Reynaldo Rodríguez y Fernando Bosch son hermanos míos, y qué placer poder sentarme a crear con mis amigos música que, no solo a nivel de producción, sino que también en este segundo disco tengo la fortuna de conocer bien a los músicos que invito a tocar, como Mara de Anakena, Chapis Lasca, Reymond Mariño de Cayiao y LaFleur, Armando Lovera, Eddie Cisneros, mis metales que son Javier Torres, Aaron Cabrera y Eduardo Martínez… Entonces, la verdad es que estoy demasiado feliz de esta segunda placa, porque trabajo con mis amigos. Además, también hay que entender que en los logros de los demás también están tus victorias; por lo menos a mí me encanta Anakena cuando Santiago me escribió, cuando ni siquiera había sacado nada y me dijo: “porfa, llégate a la Plaza La Castellana a escucharnos y tal”, fui yo solo, porque dije: “¿sabes qué? Iré y listo” y qué cool es escuchar nuevas generaciones haciendo música, y en ese momento fue la primera vez que escuche Guayaba cuando ni siquiera la habían grabado. Me acuerdo que me encantó, les dije que era una perla, y míralos ahora (risas).
Para seguir con el disco, has escrito que muchas influencias de este tema fueron marcadas por artistas como Drexler, Bomba Estéreo, Gilberto Santa Rosa, ¿pero hubo también influencias de colegas venezolanos, como Okills por ejemplo?
Completamente, y que bueno que digas Okills, porque gracias al primer disco es que yo los pude conocer y pude hablar con ellos; tengo una linda relación con Alberto, porque nos mandamos las canciones antes de sacarlas, como: “mira, Alberto, escucha qué tal te parece esto que sacaré en una semana” y sí, la verdad tengo influencias de todos. Yo siempre estoy pendiente de escuchar todas las canciones que sacan mis amigos, cuando saca Polo, Anakena, Okills, cuando saca Rawayana, cuando saca Álvaro Casas, Armando Áñez, que también sigue con Recordatorio, estoy super pendiente porque siempre te va a nutrir de algo que tú de repente estabas pensando, y resulta que, en una conversación, uno tiene su punto de vista, pero cuando otros dicen su punto de vista, siempre te va sumar, y tú lo vas a absorber para poder emplearlo de la manera que tú quieres.
Hace poco hiciste un super show en Modo ¿cómo ha sido el re-incorporarse en tarima después de un tiempo y qué nuevos elementos traes?
Mira, no tocaba en Caracas desde el CUSICA FEST, porque tuve la oportunidad de tocar en Maracaibo, en Margarita, Valencia, fuera del país, etc., pero sí me quise guardar para Caracas para ese 14 de mayo, que fue el inicio de muchísimas cosas que van a suceder. Estuvo conmigo un equipo de trabajo grande, tenemos a Carlos Romero como productor del proyecto, a Charly Maldonado dentro de la dirección audiovisual, que también ha estado full con nosotros y en los visuales en el show, 10 músicos en tarima; en ese show también hubo bastantes amigos invitados. Pero sí, lo que se viene es un camión de buena vibra, un camión de profesionalismo que hemos tratado de aguantarlo para mostrarlo de la mejor manera desde lo que lanzamos el 8 de abril, porque, si vamos a volver a sacar música aquí, hay que sacarlo de la mejor manera posible.
¿En algún momento de tu infancia o adolescencia llegaste a tocar un género que no tuviese nada que ver con lo que hace hoy Andrés Mata?
Lo que te puedo decir que pasaba distinto es que antes yo arranqué haciendo versiones, pero a mi manera, es decir, yo agarraba mi canción favorita, como La Hormiguita de Juan Luis Guerra, pero las cantaba a mi manera. Y ojo, eso lo sigo haciendo, pero ya son mis canciones, mis letras, mis melodías, pero de hecho, una de las cosas que me ayudó fue eso mismo, que no es que cantaba la canción tal, copia el artista, porque nunca me gusto hacer eso, sino que las hacía de mi forma, como para hacerle un tributo al artista autor.
¿Andrés Mata sigue pensando que el formato cantautor es el camino? ¿Qué opinas del formato banda?
Mira, lo que pasa es que, la banda existe, yo comparto tarima con 10 músicos, y soy de los proyectos que le da completa libertad a los músicos para poder sumar, dar sus opiniones, decirme cuándo sí y cuando no, a veces nos sentamos y nos ponemos como “hay que cantar esta canción”, yo digo que no, o digo que sí, y así. Lo que me gusta de ser cantautor es que, si tú escuchas lo que yo estoy cantando, me vas conociendo de alguna manera, y aparte, te estoy dando un menaje de aprendizaje positivo, para que, mientras estés bailando, escuches un buen mensaje con sentido, tal como Juan Luis Guerra cuando canta, por ejemplo, El Niágra en Bicicleta, que además de él ser super religioso, canta una canción que puede ser una mega crítica política, pero nosotros la escuchamos con un whisky y bailando en matrimonios. Entonces, yo intento hacer eso, ¡porque me gusta!, es hacer bailar a la gente pero, si quieren sentarse a escuchar el tema bien, verán que también hay tremendo mensaje detrás, del cual te llevarás algo y me vas a conocer un poco más.
Desde tu POV de artista, ¿cómo has visto y sentido esta ola, o el regreso de conciertos grandes en Caracas?
Mira, mi opinión con respecto a esta ola de conciertos que están volviendo, es que deben seguir sucediendo, esos y millones más, no solo a nivel musical, sino que vengan teatros, películas, musicales, proyectos… lo que sea que se pueda presentar a nivel de entretenimiento que vengan millones. Venezuela siempre ha sido una plaza bien importante para los artistas, y Venezuela necesita de ese entretenimiento para nutrirse, lo que digo en que se cuiden el bolsillo para poder ir a todos los que puedan (risas), pero me encanta, además, es una oportunidad muy buena, no solo del artista que venga a conocer Venezuela por primera vez, sino también de talento de acá, para que tenga una oportunidad de codearse con unos artistas y darles batalla, por decirlo de alguna manera, porque aquí hay un talento insólito.
Y mira, ¿qué nos puedes ir adelantando para este año? ¿Ya tienes claros más lanzamientos?
Mira, ya lanzamos los dos primeros singles y el dance video concept, el año pasado yo saqué Tenerte Pa’ Mi con un interludio llamado No Me Sé Portar Bien, ahora, vienen dos interludios más, y vienen tres temas más, que va salir de la mano con algunas marcas importantes de bebidas espirituosas, y viene un disco importantísimo al final de año en donde le hago tributo a canciones que me encantan.
Top de canciones más escuchadas del momento
Ahorita escuchando full Akapellah, ya lo conocía desde hace tiempo, pero ahorita ando en el mood de escucharlo en el carro todo el tiempo, a Motherflowers también, me encantan. Me encantaría algún día hacer una canción con Akapellah, porque esa energía que tiene el Goldo Funky es impresionante.
¿Has logrado compartir con él en algún evento?
Nos hemos visto, nos hemos saludado, pero a mí me dan pena esas cosas como “hola, mira, soy fan, hagamos esto…” todavía me da mucha pena (risas). Una vez me conseguí a Vicente García en República Dominicana, al día siguiente al concierto me lo encontré caminando fuera del hotel, entonces lo vi como una mega oportunidad, le dije: “Hermano, eres un matón”, él conoce muchísimo a la familia de Rawayana, le dije que los conocía, y le dije: “algún día vamos a compartir tarima”, y ojala eso se cumpla.
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