Si gran parte de los jóvenes del mundo pensara en este momento en su canción de rock favorita, es muy probable que la hayan “interpretado” frente a una pantalla y una guitarra ficticia conectada a una consola. Muy posiblemente recuerden el momento y lugar exacto en que escucharon por primera vez algunos de los temas que marcaron su vida, o seguramente pueden señalar qué fue lo que les hizo entrar de lleno a un género musical específico; pero sentirse virtualmente como parte de una banda simulada en un televisor era una experiencia única. Fue abrir las puertas de un nuevo mundo de artistas y sonidos a un tumulto de gente de cierta edad que aprendió a escuchar rock gracias a Guitar Hero, el videojuego que fue clave para aprender mucho más de las leyendas del género.

Con 8 juegos lanzados entre 2005 y 2010, los simuladores de guitarra incluían algunas de las canciones clave del rock. Grupos como Black Sabbath, Nirvana y Guns N’ Roses estaban entre los setlist de los primeros juegos esperando a ser descubiertos por adolescentes que quizás no se habían tropezado con ellos antes.

Esos son los nombres evidentes pero la lista es mucho más larga. Canciones quizás pensadas como maravillas de un solo éxito pero que son claves como Carry on My Wayward Son, nos abrió los oídos a grupos que quizás no estaban tanto en la radio pero que estaban cambiando la forma de entender el género como Queens Of The Stone Age, Muse o Bloc Party. Podemos recordar la primera vez que me tropecé con Plug In Baby en Guitar Hero 5 o Escuela de Calor de Radio Futura en Guitar Hero World Tour.

Pero lo más llamativo es que los juegos se volvieron una de las franquicias más populares del mundo justo cuando el rock desaparecía de muchos otros aspectos de la cultura pop. Con la desaparición de MTV como espacio para la música y su decisión incluso antes de empezar a ignorar del todo el universo de la música alternativa, los juegos de Guitar Hero y los Rock Band (muy buena competencia) terminaron siendo uno de los últimos recursos del sonido guitarrero antes del pequeño revival que parece tener el rock en el último par de años. Incluso, hay un par de bandas que probablemente deban su éxito a aparecer en Guitar Hero en el momento correcto como DragonForce en la tercera entrega o Bang Camaro en la segunda.

También subió las ventas del trabajo de muchos de los artistas conocidos que aparecieron en la banda sonora. Aerosmith vio un aumento tan alto en sus ventas que convencieron al grupo de hacer un juego dedicado a la banda, y Metallica promocionó varias de las canciones de Death Magnetic en el juego dedicado a la banda. Junto a ellos, el Beatles: Rock Band sirvió como introducción de la icónica banda para muchos y aún tiene el mejor mix moderno de varias de sus canciones.

Los juegos de Guitar Hero, y en un menor nivel los Rock Band, fueron una ventana importante para el género, cuando tenía pocas o ninguna cabida en las masas, y más aún para una generación que quizás jamás hubiese descubierto el rock, o al menos no hubiesen llegado a la misma profundidad. La próxima vez que leas un periodista millenial escribiendo de rock, lo más probable es que tenga una buena deuda con Guitar Hero.