The Killers ha lanzado su séptimo álbum de estudio, Pressure Machine, el cual sorprendió a sus fans, no solo por ser nueva música, sino también por la presencia de la guitarrista y cantautora rock del momento, Phoebe Bridgers.

Llegando exactamente un año después del lanzamiento de Imploding the Mirage, el proyecto abarca 11 pistas, incluyendo la colaboración con Bridgers, Runaway Horses. Shawn Everett y Jonathan Rado de Foxygen produjeron el trabajo de larga duración, un LP conceptual basado en historias de los residentes de Brandon Flowers en su ciudad natal de Nephi, Utah.

Como muchos otros músicos, Flowers y su equipo grabaron el álbum después de que la pandemia de COVID-19, tras verse obligados a cancelar sus planes de gira para ese año. En entrevistas con la prensa, Flowers y el baterista Ronnie Vannucci Jr. explicaron que, el poner todo en espera puso a la banda en la mentalidad de grabar Pressure Machine.

“Estábamos como en este ápice, en este punto en el que podíamos desconectarnos activamente y decidir, ‘Está bien, agáchese, hagamos otro disco. Ya estamos en ese modo ‘”, recordó Vannucci Jr.

“Obviamente, teníamos este sentimiento destripado de no poder tocar en shows, pero nuestro corazón también estaba con las bandas, especialmente con las baby bands que estaban en medio del swing en mitad de la gira tratando de hacer esta mierda. Nos estaba jodiendo un poco. Y ponernos un poco en una zona pensando en … lo que sentimos antes en nuestras vidas … «

Flowers habló sobre la creación de un disco centrado en su pequeña ciudad natal y la gente que vive allí. “Pude sumergirme realmente en esos recuerdos”, explicó. «Y trato de hacer justicia a las historias que casi me fastidiaban».

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