En la Historia de la Música, las leyendas y grandes nombres todos tienen su estallido. En el caso de Soda Stereo, ya habían avanzado su progresiva expansión internacional con sus predecesores Signos y Nada Personal. Canción Animal fue la consagración de un trío que en sus inicios pasó de ser la banda emergente de Argentina, a ser la banda más importante del Rock Latinoamericano.

Se enfrentaban a su quinta producción. Para ellos, una grabación como otras, en un estudio en Miami. Había una una complicidad de Gustavo Cerati y el importado Daniel Melero, que más adelante se tradujo por lo legal en el disco Colores Santos. De igual forma, el engranaje con Zeta y Alberti funcionaba mejor que nunca, al punto de parir este hijo, que después de sus primeros días de nacido, se dieron cuenta que naturalmente crearon a un monstruo de otro nivel, con temas que ellos, antes de grabarlos, concebían como “normales”.

El disco desprendió oficialmente cuatro sencillos: De Música Ligera (el himno de las horas locas), Té Para 3, Canción Animal y Cae El Sol, y contiene clásicos como: Un Millón De Años Luz, Entre Caníbales, Sueles Dejarme Solo, Hombre al Agua, En El Séptimo Día, y hasta su tema exótico que sirve de respiro ante tanta densidad: 1990. Un trabajo en el que llegaron a su cúspide, a su clímax en composición. Canciones que se traducen a un viaje en el que los pasajeros son sus seguidores y que aún siguen volando. Su último larga duración con pretensión de rock de estadio, antes de entrar a la fase hipnótica de sus discos posteriores. Dejarón descansar las máquinas ochenteras, y se plegaron a la bienvenida del rock “guitarreado” de los 90. 

Con Canción Animal, se hizo el tour más grande de su historia. Pasaron por casi treinta lugares de Argentina, incluyendo sitios que nunca en su vida habían visto un show de una agrupación de este nivel. Recorrieron Puerto Rico, Paraguay, Uruguay, varios lugares de México, varias ciudades de Estados Unidos, cuatro fechas en Colombia, Chile, y su intento no muy exitoso por cinco ciudades de España… pero al menos ya estaban en mercado europeo. En Venezuela, la Gira Animal pasó por Caracas, Barquisimeto, Valencia, Mérida y San Cristóbal. Casi dos años presentando en vivo a su obra magna.

En definitiva, la banda había llegado a lo más alto. Si con sus producciones anteriores ya habían logrado progresivamente su inminente conquista, con este álbum Soda firmó el decreto de la barra más alta que se haya logrado en un disco de alguna banda de rock latinoamericano. 30 años después, sigue siendo imposible de superar. Se pide y se sigue viviendo: Canción Animal, un disco bestial.