Muchas veces quisiéramos volver en el tiempo para revivir momentos y hacer las cosas de otra manera o quizás solo para ver cómo todo era antes de los miles de cambios que vivimos a diario. Posiblemente, si estás aquí es porque quieres viajar al pasado, así como Marty McFly lo tuvo con Doc. En este caso, la música va a hacer que vayamos a otro momento en el que quizás no hayas estado, pero que añoras como si lo hubieses experimentado por lo que nos han mostrado todas esas películas juveniles de los ochenta.

Ellas capturan la época en la que todavía faltaban unos años para llegar al milenio y a la locura de las redes sociales, muchas cosas parecían ser fáciles y los problemas estaban minimizados a una simple llamada de teléfono y a salidas a comer helado. La economía y la política parecían estar estables y el terrible calentamiento global no nos amenazaba a la vuelta de la esquina, al igual que el posible ghosting que muchos conocemos a profundidad. Esas son cosas que vemos en filmes que conservan la esencia de esos momentos preciosos de inocencia, de mucho synth pop y Billy Idol.

Flashdance (1983)

Durante los ochenta, hubo un boom de musicales entre los cuales estaban Footloose, Fame, Annie, The Blues Brothers y Flashdance, la última fue una de las que tiene el soundtrack más interesante con composiciones que formaron parte de la lista de éxitos de los ochenta. Esta historia desarrolla la vida de una bailarina que intenta ganarse la vida para poder entrar en una escuela prestigiosa de ballet y que termina teniendo un amorío con su jefe en su trabajo de construcción. Tiene escenas que son recreadas en múltiples películas y series como el baile en el que le cae agua al profesor de Victorious o el videoclip completo de Jennifer Lopez, I’m Glad.

La música fue recopilada por Giorgio Moroder, quien fue el que coescribió y produjo el éxito de Donna Summer en los setentas, I Feel Love. Este cuenta con Maniac, el famoso tema de Michael Sembello que mucha gente reconoce como uno de los hits de los ochenta más recordados, el cual es el que suena en la escena final. Además, está I’ll Be Here Where the Heart Is de Kim Carnes que es un tema de corazones rotos esperanzados como Can’t Stop Loving You de Phil Collins en Justify (2002). 

Purple Rain (1984)

Purple Rain es una película musical que está enfocada en el mundo de la industria del rock. Aquí el protagonista es, nada más y nada menos que, Prince quien interpreta a The Kid, un cantante de una banda popular en Minneapolis cuyo estrellato y relación están siendo amenazados por Morris. Todo el filme se enfoca en el desarrollo de él como personaje y cómo puede que logre, o no, derrotarlo.

Tiene muchos momentos de conciertos para los que el cantante hizo un disco con nueve canciones hechas junto a The Revolution entre las cuales está la homónima que es una de las más recordadas de él. Los sencillos When Doves Cry y Let’s Go Crazy alcanzaron puestos altos en el listado de Billboard, junto al tema principal I Would Die 4 U que se encontró en los primeros lugares, junto a Purple Rain. Gracias a este trabajo, Prince ganó un Óscar a Mejor banda sonora original. Además, se convirtió en un ícono relevante de los ochenta junto a Madonna y Michael Jackson. 

The NeverEnding Story (1984)

Es una de las producciones audiovisuales más hermosas de todos los tiempos y sus temas son preciosos. Bastian es un niño tímido amante de los libros que suele visitar una tienda en la cual encuentra uno titulado La historia sin fin y que cuenta que un mal llamado La nada busca destruir el mundo de Fantasía y para salvarlo está el guerrero Atreyu preparado para hacer todo lo posible para hacerlo.

Giorgio Moroder de Flashdance fue uno de los encargados de componer un par de canciones, junto a Klaus Doldinger. Pero lo más importante de esto es el tema promocional hecho por el miembro de Kajagoogoo, Limahl, que fue una de las más resaltantes de 1984 y que continúa siendo usada en el cine como en Stranger Things este 2019.

The Breakfast Club (1985)

Aunque Marty no lo diga en su historia, El club del desayuno su película favorita. Este es un clásico de John Hughes que todos recordamos no solo por la interpretación de Judd Nelson como John Bender, sino porque todo contaba algo de la historia. El diálogo más tonto guardaba una carga emocional que tenían y el significado para todos los adolescentes de las décadas que vinieron después del lanzamiento de la película porque los grupos sociales en la secundaria todavía continúan existiendo y lo vemos tanto en Clueless como en la realidad de Cady dominada por las Mean Girls.

Esta película es protagonizada también por una gran librería y por la música que hace que los personajes tengan distintas aventuras en las instalaciones educativas como cuando se ponen a bailar al ritmo de We Are Not Alone de Karla DeVito y por supuesto el final con el tema predominante del filme Don’t You (Forget About Me).

Back to the Future (1985)

No podía quedar fuera porque sería una una completa falta de respeto, Volver al futuro, protagonizada por Michael J. Fox y Christopher Lloyd. Ella fue la que inicio el movimiento de películas futuristas en el cine y que, aunque hayan pasado cientos de años, se sigue sintiendo actual y divertida. Pero eso es logrado por las actuaciones y su maravilloso soundtrack.

Los temas importantes, The Power of Love y Back in Time, fueron creados por la banda Huey Lewis and the News y fueron muy usados en la radio. Se utilizaron también canciones de Etta James, Eric Clapton y Pat Ballard. Por supuesto, está la famosa canción de Chuck Berry llamada Johnny B. Goode que es la que todos recuerdan de la escena en la que McFly toca en la fiesta de graduación de sus padres y por la que todas se enamoran de él.

Pretty in Pink (1986)

Esta década fue dominada con muchas producciones audiovisuales de Hughes, el rey de las historias juveniles en las que predominan elementos realistas como corazones rotos y problemas de clases y eso lo vemos en el clásico La chica de rosa. Está protagonizada por Molly Ringland, la estrella emblemática de esta época, y Jon Cryer, también conocido por su papel de Alan en Two and a Half Men. Sin embargo, al igual que en el resto, los temas escogidos son de new wave porque al creador le gustaba darle una oportunidad a los artistas underground para crear un soundtrack mucho más original y emblemático.

Aquí hay canciones de New Order, The Smiths, John Lennon, Madonna y hasta Otis Redding y las usaron teniendo en mente hacer algo tan femenino como masculino para capturar las distintas personalidades y capas que tiene el guion hecho por el cineasta estadounidense, el cual está inspirado en el tema que no tuvo nada de éxito en el momento de su lanzamiento llamado igual que el título del film y hecho por The Psychedelic Furs. De todas ellas, la más destacada es Bring on the Dancing Horses de Echo and the Bunnymen, por la que la banda ganó mucha exposición y actualmente sigue siendo recordada también por haber aparecido en otra película llamativa como Donnie Darko.

Ferris Bueller’s Day Off (1986)

Todos queremos salir de nuestro día a día y eso es algo que Ferris Bueller supo lograr de la mejor manera cuando pudo faltar a clases para divertirse con sus amigos por la ciudad. Esta es otra película de John Hughes que juega con muchos elementos irreales de la vida de un adolescente. Pero que captura lo que todos quisiéramos hacer si estuviéramos libres de nuestros deberes y responsabilidades.

Ira Newborn fue uno de los colaboradores fieles del creador de historias de jóvenes y creó las bandas sonoras de múltiples películas como  Sixteen Candles, Weird Science y Uncle Buck. En esta, experimenta con múltiples sonidos como el del theme song de I Dreamed with Jeannie, Twist and Shout de The Beatles y la versión de Please, Please, Please Let Me Get What I Want versionada por The Dream Academy. Es muy variada y peculiar que hace que recordemos cuándo suena en cada momento de la historia, sobre todo cuando suena Oh Yeah de Yello.

Heathers (1988)

Heathers es de esos filmes que normalmente no recuerdan, pero que están presente en toda la cultura pop como un grupo de niñas que son las más populares de la secundaria y que se llaman iguales. Está protagonizada por Winona Ryder, quien es Verónica, la marginada del grupo porque es muy empática y distinta a las demás. Allí conoce a J.D; un joven problemático que llama su atención y que poco a poco hace que se pierda a ella misma.

La banda sonora fue compuesta por David Newman y posee tracks instrumentales, mezclados con unos que tienen letras como la versión del inicio de Que Sera Sera (Whatever Will Be, Will Be) de Doris Day en The Man Who Knew Too Much de Alfred Hitchcock. Tiene un sonido atractivo, que parece creado por Robert Smith, que indica que es de suspenso y que poco a poco hace que sientas que se te va a salir el corazón de la desesperación como en Forest Chase.

Al final del día, todas estas películas, y las que se nos escaparon, son las que hicieron que generaciones crecieran y crearan sus propias creencias alrededor de los aprendizajes que cada una de ellas nos dieron tanto en sus diálogos como en las composiciones musicales. Nos traen recuerdos de con quién las vimos, cuándo las apreciamos por primera vez y, sobre todo, lo que significaron para nosotros en aquel momento y ahora. Todas esas memorias quedarán atrapadas en esas canciones a las que podremos volver cuando queramos escuchándolas, sin necesidad de la máquina de Doc.