Cuando pensamos en Noche de brujas viene inmediatamente a la mente tres cosas: disfraces, calabazas y películas de terror; y si eres como nosotros, seguramente la tercera es tu favorita de todas. Ellas hacen que, de forma catártica, nos liberemos de los miedos y ansiedades que tenemos de nuestra vida real como que te ghostearon el otro día, o al menos nos mentimos con eso para no sentirnos morbosos y masoquistas cuando nos asustamos. 

De esas producciones, algo se queda como un tatuaje en nuestras cabezas: las canciones. Muchas de ellas son emblemáticas y duraderas. Aunque pasen los años, cuando las escuchamos, nos genera la misma sensación de incomodidad y atracción y por eso era necesario hacer una lista de las mejores bandas sonoras de películas de terror de todos los tiempos.

Psycho (1960)

Esta película de Alfred Hitchcock marcó un antes y un después en el cine de suspenso pues, él es considerado el padre del género y esta una obra maestra. El soundtrack fue impecable: cada detalle fue trabajado a profundidad, tanto así que, después de más de 50 años, todos lo recordamos y lo usan como referencia en múltiples obras. Cuando suena, ya sabemos qué pasa y el famoso monstruo (al que secretamente amamos) que se esconde en ese disfraz de señora mayor.

La banda sonora fue creada por Bernard Herrmann, compositor de otras películas del director inglés como Vertigo (1958) y The Man Who Knew Too Much (1956) junto a obras de igual magnitud entre las cuales destaca Citizen Kane (1941) y Taxi Driver (1976). Él fue quien hizo lo que hoy en día se llama “música de slashers”, o las canciones típicas que escuchamos en piezas audiovisuales de este tipo, que está basada en las partituras de Psycho, indican en un ensayo hecho por la Universidad de Arkansas sobre la transformación del tema principal de Psicosis. Allí dicen que el músico decía que la figura paterna del suspenso hacía el 60% del filme y que él lo terminaba, eso lo admitió Hitchcock aumentándole el pago a Herrmann y diciendo que lo que hace el 33% de la historia es la melodía de ella con su tema principal Prelude que es el que todos conocemos que posee lo que llaman “El coro de Hitchcock” que es una mezcla entre acordes ambiguos menores y altos.

 

Rosemary’s Baby (1968)

Aunque es considerado un “filme maldito” por todos los horrores que ocurrieron después de su estreno, Rosemary’s Baby es un clásico que toca temas que fueron muy polémicos durante su estreno: violaciones, secuestros, sectas satánicas, asesinatos, suicidios, entre otros. Ya actualmente es como cualquier serie de adolescentes estadounidense.

La música fue hecha por Krzysztof (o Christopher) Komeda con quien el director Roman Polanski colaboró también en  Knife in the Water (1962), Cul-de-sac (1966) y The Fearless Vampire Killers (1967). Él era un reconocido compositor de jazz y esa característica la usó en esta película, hizo una mezcla entre el popular género con sonidos tenebrosos y transformó los que no lo son (como un tarareo) en algo característico de las películas de terror con Rosemary’s Lullaby, el tema principal de la película. Además, añadió un poco de rock de los sesenta con el tema titulado Dream.

 

The Exorcist (1973)

Conocida porque mucha gente sufrió de diferentes ataques cuando la vio como vómitos y ataques de pánico. El exorcista hizo que todos la recordaran como la película de terror más impresionante por muchísimo tiempo y se convirtió en toda una leyenda, incluyendo su soundtrack que no fue fácil de hacer de acuerdo a lo que han hablado.

Inicialmente, fue hecho por Lalo Schifrin, el compositor de otras piezas audiovisuales como The Amityville Horror y las de Dirty Harry y el ganador de varios Óscars y Grammys. Pero la productora quiso suavizar el sonido, cosa que el músico no hizo porque el realizador no le dio esos comentarios y por lo que fue retirado, según dijo Schifrin en Score Magazine. Después, se decidió hacer música minimalista, o sea usar canciones en ciertos momentos, pero manteniendo los silencios. Así se utilizó la composición de Tubular Bells hecha por Mike Oldfields, que es con lo que todos identificamos a la película.

 

The Omen (1976)

Seguramente la habrán visto o han escuchado del anticristo y todo el tema del “666”, pues viene de esta historia. La profecía desarrolla la historia del pequeño Damián y de los desastres que vivió su familia producidos por su nacimiento.

El creador del tema que captura la esencia de la obra, Ave Satani, es Jerry Goldsmith, quien creó la música de películas como Gremlins (1984), Planet of the Apes (1968) y Mulan (1998). Allí escuchamos sonidos ambientales y muchos coros para hacer referencia a la iglesia de Satán y a los orígenes religiosos de la historia. En muchos momentos, creó piezas esperanzadoras y alegres para hacer contraste con los sucesos que se veían en pantalla y para no dar indicios de qué venía a continuación en la historia. Gracias a su perfeccionismo, el compositor se llevó su único Óscar por su trabajo.

 

Halloween (1978)

Esta es el primer filme de slashers y dicen por ahí que Michael Myers caminó para que Jason pudiera correr. Si lo aman a él o a Freddy, van a adorar Halloween, sobre todo porque está protagonizada por Jamie Lee Curtis y todos los jóvenes la amamos desde Freaky Friday con Lindsay Lohan. Pero a diferencia de esa historia cómica, aquí seguimos a un paciente de un hospital psiquiátrico que escapa y comienza a perseguir a una joven estudiante de secundaria.

No fue solo dirigida por John Carpenter, sino que él también creó banda sonora que tiene uno de los tracks más importantes del mundo cinematográfico. Él fue el que hizo que múltiples obras como Christine (1983), The Thing (1982) y The Fog (1980), es considerado uno de los padres del cine de terror. En este caso, las canciones que creó para Halloween son repetitivas y pegajosas y por eso se convirtió en un ícono, no solo por la historia sino por el piano repetitivo junto al sintetizador.

 

The Shining (1980)

Stanley Kubrick es uno de los directores más importantes de todos los tiempos y es uno de los precursores del cine como lo conocemos hoy en día gracias a este film. Es basado en un relato de Stephen King —el rey del terror— y protagonizado por Jack Nicholson, en el cual interpreta a un hombre que va con su familia a cuidar un hotel en medio de una montaña y poco a poco va perdiendo la cabeza.

Quien se encargó de escoger la música que formaría parte de The Shining fue el editor musical Gordon Stainforth. Pero Wendy Carlos y Rachel Elkind fueron las que crearon muchas de las canciones que fueron usadas allí como la del título llamada Main Title “The Shining” y Rocky Mountains que es usada en la escena en la que se ve cuando ellos están viajando al hotel Overlook y es una de las más emblemáticas de toda la película. 

 

Friday the 13th (1980)

Poco después llegó Jason a asustarnos con su máscara de hockey y su fuerza sobrenatural. Esta se convirtió en la clásica de terror donde un montón de adolescentes están en un campamento y empiezan a desaparecer uno a uno gracias a un asesino en serie. Es muy cliché, pero seamos honestos todas las películas son así y cada una tiene algo distintivo que hace que nos gusten. En este caso es el homicida y su tema principal.

El soundtrack de Friday the 13th fue compuesto y conducido por Harry Manfredini. Él fue el creador del conocido tema que tiene voces que suspiran y tienen reverberancia para que sea más perturbador, algo que se volvió una referencia en películas y serie de terror. En la última temporada de American Horror Story, llamada AHS: 1984, utilizan el recurso como leitmotif para indicar que se acerca uno de los villanos de la historia.

 

Candyman (1992)

Esta es la primera de una trilogía de historias que hablan sobre racismo, elitismo e injusticia, pero que tiene mucha sangre y un garfio. Es atrevida y con muchos plot twists, que viene acompañada de un tema que se va a quedar pegado en tu cabeza porque el ritmo del piano es repetitivo y a medida que la película avanza, se vuelve angustiante para que entres en la cabeza de Helen, la protagonista.

Philip Glass se encargó de la parte sonora y musical de Candyman y es reconocido por haber creado múltiples óperas y colaborado con Woody Allen, Linda Ronstadt, David Bowie, entre otros. Cada canción usada lleva un mensaje a la película y va añadiendo tensión a lo que estamos viendo con coros y órganos. Sin embargo, la más importante de todas lleva como título Music Box y, como lo indica su nombre, suena como una. También, tiene una versión en piano, Helen’s Theme, que hace que se unifiquen todos los elementos sonoros usados en una sola pieza.

 

Scream (1996)

El tema original de Scream captura perfectamente una época en la que el grunge era el subgénero más importante. Allí tenemos riffs de guitarra característicos del rock popular de los noventa y tiene sonidos tenebrosos para dar a entender de qué va. Pero lo perfecto está en el balance de los distintos componentes de la banda sonora que mezclan la locura con la normalidad. Algo que identifica al criminal de esta producción.

Durante toda la producción audiovisual escuchamos composiciones de distintas bandas y artistas, como un film de adolescentes cualquiera de los noventa. Tiene desde Whisper de Catherine hasta Red Right Hand de Nick Cave & The Bad Seeds. Pero sin duda la más emblemática es la versión de School’s Out de Alice Cooper que aparece en el final.

 

I Know What You Did Last Summer (1997)

I Know What You Did Last Summer no tiene una canción original, pero sí tiene un soundtrack conformado por diferentes canciones icónicas como la de la introducción titulada Summer Breeze hecha por Type O Negative, con la cual todos identifican al filme protagonizado por Jennifer Love Hewitt y que tiene a actores populares de la década como Sarah Michelle Gellar (o Buffy) y Freddie Prinze Jr.

 

Las películas pueden tener una estética perfecta y una fotografía espectacular y aun así ser un desastre si su banda sonora y el sonido de ella es terrible, sobre todo cuando hablamos de cine de terror. Por eso es que estas, a pesar de que no son perfectas, destacan tanto y son estupendas para pasar una noche interesante de Halloween.