A pesar de que el primer festival de todos fue el de New Port en 1951, el que causó verdadero impacto y se convirtió en la pauta que sigue en vigencia fue el de Woodstock en 1969. No fue tan perfecto como lo plantean en películas, libros o documentales, pero lo rememoramos como ese festival emblemático en el cual los atendientes pudieron disfrutar de tres días de paz, amor y música. A todos los melómanos nos hubiese encantado tener la experiencia y ese es el motivo por el que en los noventa intentaron revivirlo dos veces y lo volvieron a hacer este año sin tener resultado alguno para celebrar su quincuagésimo aniversario. 

Todos conocemos algunos detalles de lo que sucedió mientras duró el evento e igual sentimos la necesidad de indagar a fondo sobre qué fue lo que realmente pasó durante esos tres fines de semana, en los que más de 500 mil personas estuvieron en las afueras de Nueva York, escuchando a artistas que se transformaron en leyendas como Green Day, Santana, Korn y Jimi Hendrix.

1969: El principio de la leyenda

John Roberts y su amigo Joel Rosenman quisieron encontrar una manera distinta de ganar dinero invirtiendo el que él heredó de la farmacéutica de su familia y para obtener la idea que les haría lograr su cometido publicaron un anuncio en el New York Times. Así conocieron a Artie Kornfeld y Michael Lang, quienes se volvieron los compañeros para crear un nuevo estudio musical a las afueras de Nueva York, en Woodstock específicamente, y para lograrlo ellos decidieron hacer un concierto para recaudar el dinero.

Después de cambiar varias veces de locación, pudieron concretar en Bethels, NY, la locación final en la que tuvieron que recibir a más de medio millón de personas de manera gratuita porque no podían obligarlos a pagar por problemas de seguridad tres días antes del festival, razón por la que el grupo casi queda en bancarrota.

Durante los tres días del evento, entre el 15 y el 18 de agosto de 1969, pudieron contemplar presentaciones sin cronograma de Santana, Jefferson Airplane, The Who, Jimi Hendrix, Joan Baez y The Grateful Death, las cuales quedaron grabadas en el documental Woodstock: 3 Days of Peace & Music (Woodstock: 3 días de paz y música) que hizo que los organizadores pudieran recuperar el dinero que perdieron. Sin embargo, no todo fue flores y colores, pues la lluvia inundó el cambio y la tierra se convirtió en barro. En el pueblo se quejaron por los carros estacionados en las calles y había mucha droga en la locación.

 

1994: los 25 años de Woodstock

Un año antes iniciaron los preparativos para poder poner en marcha otra versión del aclamado evento que tuvo lugar más de veinte años antes. Esta vez tenían el lugar seguro en una granja en Saugerties, NY, desde el inicio de la organización y el line-up fue anunciado dos meses antes del evento, con lo segundo el público no estaba muy de acuerdo, pues varias bandas formaban parte de géneros mucho más fuertes —como el heavy metal y el grunge— y se alejaban del sonido original del festival.

Este Woodstock es conocido como “Mudstock” (o “Lodostock”) porque durante los tres días estuvo lloviendo arduamente y todos, incluyendo a los presentadores, se llenaron de fango. Pero eso no fue una desventaja y, al contrario de lo que pensaban, no generó caos en la multitud, sino todo lo contrario, muchos artistas lo utilizaron como parte de su acto, entre esos Nine Inch Nails, Primus y Green Day.

Uno de los hechos más relevantes de esta versión es que contó con el set de una persona que todos dicen que participó en 1969 y que no es cierto, Bob Dylan. 25 años después, pudieron ver el mejor performance del aclamado compositor y cantante en el último día de la festividad. Además, pudieron ver ese mismo festival a Red Hot Chili Peppers vistiendo su famoso vestuario de bombillo, una tocada de Peter Gabriel, de nuevo a Carlos Santana, a Spin Doctors, a The Cranberries, a Metallica, a Blind Melon y a Sheryl Crow.

1999: caos

Por los treinta años Woodstock decidieron repetir lo que hicieron en 1994 y según escribieron en el New York Times estuvieron preparándolo desde 1997, esperando que el resultado fuera igual al de la edición anterior. Sin embargo, fue todo lo contrario, pues la violencia irrumpió el lugar y ocurrieron una serie de eventos repudiados como violaciones, abusos y destrucción de las instalaciones el sábado, después de la presentación de Limp Bizkit, y el incendio ejecutado por los atendientes luego durante el cover de Fire de Jimi Hendrix hecho por Red Hot Chili Peppers. Esas situaciones hicieron que Woodstock fuese repudiado y obtuvo críticas terribles.

Es importante recalcar que no todo fue horrible, sino que también hubo momentos interesantes que todos deberíamos conocer. La lista de artistas era variada y contó con The Offspring, James Brown, Alanis Morissette, Kid Rock, Fatboy Slim, The Chemical Brothers, Ice Cube, Creed, Muse, entre otros más. El problema está en que esto fue solapado por los desastres de los dos últimos días.

Aunque las dos recreaciones de Woodstock no hayan logrado hacer lo mismo que sucedió en 1969, lo importante es que pudieron capturar la verdadera esencia del suceso —que no es poner únicamente artistas de folk y rock o dar entradas gratis—: paz, amor y música. Todos los atendientes y los que podemos leer de estos acontecimientos sabemos que fue una experiencia única en la vida poder ver a tantos músicos en el escenario en un fin de semana, artistas que hoy en día son los grandes de la música y que no dejarán de ser referencia para los que se siguen formando actualmente, a pesar de que el juego sea muy distinto a como lo era en los noventa o en los sesenta.

El recuerdo de lo que fueron esos maravillosos días quedará para motivarnos a atender a conciertos para intentar acercarnos solo un poco a lo que sintieron los miles de hippies viendo a Jimi Hendrix tocando en vivo el himno de Estados Unidos y digo “un poco” porque no estaríamos tan dopados como ellos en ese momento. Sin embargo, la leyenda de Woodstock siempre quedará en una fantasía que seguiremos idealizando por unos cincuenta años más.