Todos hemos visto un biopic musical y es posible que alguno esté entre tu lista de películas favoritas. Sin embargo, también es posible que si has visto varios, puedas reconocer algo de la fórmula.

Vamos: La película inicia antes de un concierto importante con el protagonista analizando toda su vida: tiene algún tipo de tragedia en la niñez, una revelación sobre su talento, una gran idea genera un gran hit, drogas, pleitos con su banda o seres queridos, reconciliación y el concierto importante termina por definir su carrera.

Si leiste eso y sentiste que resumimos varias de tus películas favoritas, no te preocupes. El usar los clichés no necesariamente rompe la cinta; algunos filmes como ‘Get On Up’ y ‘The Buddy Holly Story’ toman los necesarios para construir su historia. En las manos correctas, un cliché puede ser un atajo para hacer que la audiencia entienda un mensaje sin perder demasiado tiempo. Un montaje de la banda en gira nos hace adelantar años, sin necesidad de poner un cartelito.

El problema es que, en ocasiones, las películas deciden adaptarse a estos clichés transformando historias interesantes en fórmulas básicas. Hay varios filmes culpables de esto, recientemente ‘Bohemian Rhapsody’ movió algunos hechos e inventó otros para hacer más accesible la historia de Freddie Mercury, mismo pecado del filme ‘Ray’. Por suerte, ambos filmes son elevados por grandes actuaciones centrales: Rami Malek y Jamie Foxx se convierten del todo en los ídolos que interpretan, aún si no siempre tienen el guion de su lado, pero con un pequeño cambio podrían convertirse en parodias como ‘Walk Hard’ o ‘Spinal Tab’.

‘Walk Hard: The Dewey Cox Story’ es un trabajo interesante para estudiar estos clichés. La sátira, dirigida por Jake Kasdan, escrita por Judd Apatow y protagonizada por un perfecto John C Reilly, explota y se ríe de cada una de las convenciones del género. En la historia del ficticio músico de country Dewey Cox hay excesos de drogas como los de ‘Ray’, explosiones en un baño como en ‘Walk The Line’, momentos de inspiración mágicos como los de ‘Straight Out Of Compton’, y termina como tantos otros con la pantalla congelada y un resumen del resto de la vida de su protagonista. La película honestamente incluso afecta el disfrute de algunas películas. Una vez que ves a Dewey Cox tener un ataque de abstinencia en rehabilitación, has visto a todos los músicos tener un ataque de abstinencia en rehabilitación, y así.

Es complicado entonces conseguir este equilibrio, y contar una historia interesante en el formato de cine. Películas como las ya mencionadas ‘Walk The Line’ o ‘Get On Up’ saben hacerla, otras rompen radicalmente con el formato. En cualquier caso dejamos algunas recomendaciones de biopics musicales que sirven de medicina para la fórmula básica.

‘I’m Not There’

Relatando las diferentes facetas de Bob Dylan, con seis actores diferentes interpretando cada una de ellas. Christian Bale, Cate Blanchett, Richard Gere, Ben Whishaw, Marcus Carl Whishaw y el fallecido Heath Ledger le dan vida al misteriosos trovador. Es un trabajo que rompe con los estereotipos del género, acercándose más a la personalidad de Dylan que a su historia.

‘Control’

Honestamente el director Anton Corbijn tenía una ventaja injusta: La historia de Ian Curtis parece estar armada para una tragedia de tres actos. Pero su mérito está en entender de dónde venían el talento y la desesperación de Curtis. Centrarse en la relación del icónico vocalista y su esposa Debbie Woodruff, es una decisión acertada que nos deja entrar en el cerebro de ambos.

‘Amadeus’

‘Amadeus’ no es un recuento verídico de la vida Mozart, y mucho menos de Salieri, pero el filme capta el espíritu de música. Mostrando al compositor cómo un rebelde que busca conectar con el pueblo en su trabajo, al mismo tiempo relata su rivalidad con el maestro Salieri, quien envidia su talento natural. Una historia sobre la obsesión, la avaricia, el talento, la envidia y la muerte que es necesaria.

‘Love & Mercy’

Narrada en dos tiempos, la película de Bill Pohland, nos deja ver a Brian Wilson durante la grabación de ‘Pet Sounds’ en 1966 (interpretado por John Cusack) y en los 80 enfrentado su enfermedad mental (interpretado por John Cusack). El trabajar dos líneas de tiempo permite al filme entrar al desarrollo de la enfermedad de Wilson, y de su talento innato.

‘24 hour party people’

Rompiendo la cuarta pared en una ruta de caos, rock n roll y drogas ‘24 hour party people’ es una cinta veloz, fácil de digerir pero llena de emociones complejas y momentos de postmodernidad pura. Cortando del film a los eventos reales que inspiraron a la película, se centra en la vida de Tony Wilson fundador del bar La Hacienda, y la disquera Factory Records, por donde pasaron nombres como Joy Division, New Order o los Sex Pistols.

‘Bird’

‘Bird’ parece un experimento. Clint Eastwood navega por la vida de Charlie Parker buscando algún tipo de verdad en su compleja y trágica vida, con una magnética interpretación de Forest Whitaker en el rol principal es un recordatorio de que algunos talentos pasan por la vida un tiempo muy corto, y que en ocasiones se llevan más preguntas que respuestas.

‘Behind The Candelabra’

Steven Soderbergh es uno de los directores más infravalorados de Hollywood. El director aborda con sentido del humor los últimos años de Liberace (Michael Douglas) y su relación con Scott Thorson. Tomando una pequeña época de su vida y viéndolo desde afuera el filme captura tanto al talentoso músico como al posesivo jefe y amante.

https://www.youtube.com/watch?v=n083CsdN4XM

‘A Hard Day’s Night’

Bien, esto es abiertamente una obra de ficción, pero está basada en el día a día de The Beatles y quizás es hasta hoy el trabajo que mejor captura la Beatlemania en su apogeo. Llena de pequeños chistes y momentos entretenidos, es un retrato perfecto de la mayor banda de todos los tiempos.

‘Last Days’

Gus Van Sant no tenía los derechos para narrar la historia de Kurt Cobain, pero supo capturarla. Contando los últimos días de vida de un músico de Seattle la película parece mostrar toda la tristeza de la música de Nirvana, pero sin permitir la catarsis de su música. Un gran film que solo podrás ver una vez.

‘Sid & Nancy’

Sid Vicius es una de las figuras más controversiales y trágicas de la primera oleada del punk. Poco talentoso y al mismo tiempo profundamente carismático, Gary Oldman lo interpreta magistralmente y su química en pantalla con Chloe Webb, quien interpreta a Nacy Spungen. En las manos de Alex Cox Sid y Nancy son los Romeo y Julieta del punk, jóvenes, un poco tontos y con destinos trágicos.