“Se fue la luz” es una frase ya común entre los venezolanos, pero el mes de marzo ha sido particularmente complicado. El abandono de las empresas de servicios básicos y la falta de medidas necesarias para enfrentar los daños del sistema ha hecho que los apagones sean cada vez más comunes y largos.

En esas circunstancias el trabajo de quienes hacemos vida en el mundo cultural, se ha hecho aún más difícil de lo que ya era gracias a la hiperinflación y la inseguridad. La cancelación de eventos, lanzamientos y entrevistas de radio en el mes de marzo fue masiva y no existe modo real de recuperarlos.

Los promotores culturales son de los más afectados por la situación. Luanda Caleca, quien es productora de eventos y manager de algunos de los artistas clave de la escena alternativa local, se ha visto  obligada a cambiar la manera de hacer su trabajo: “Desde el apagón actualizamos agenda siempre. No dejamos de trabajar y de crear alianzas… Pero siempre bajo unas condiciones que si las cuento es una película” explicó enfrentando la mala conexión. A pesar de todo ella y su equipo no se detienen: “En el caso de los lanzamientos en Venezuela todos los he pospuesto. Se dan porque uno es un intenso y me empeño en dar noticias musicales y ánimo al artista a no detenerse… Pero el cambio del cronograma de trabajo es diario. Ahora mismo tenemos tres giras de medio en proceso”.

Luanda es parte del equipo que organizó Tónico Sessions un evento que sirvió como reapertura del Centro Cultural Chacao luego de los apagones y donde depositaron buena parte de sus esperanzas.

Orlando Peña, líder de la empresa de management WAMM compartió su propia historia de estos días a oscuras: “Todos nuestros proyectos, y todos los proyectos musicales del país, se han visto afectado. Los tiempos de estudio, giras de medios, ensayos y shows han tenido que ser suspendidos o reprogramados por esto”. Calcula que alrededor del 90% de los proyectos con los que trabaja han tenido que cancelarse o reprogramarse, sin embargo cree la escena ha prestado el apoyo posible: “hay que decir que ha habido mucha solidaridad bajo la mesa, todos nos hemos visto afectados y por tanto la gente ha decidido ayudarse”.

La productora Ana María Díaz pudo realizar sus eventos a pesar de todo: “Darte un porcentaje de cuantos eventos se han visto afectados sería mentirte, pero sí es un número importante. Centros culturales y locales nocturnos se han visto afectados por no poder llevar a cabo su programación habitual. Así como la planificación de productores independientes”. Por suerte para ella ha podido realizar varios de sus eventos en los momentos entre apagones, pero sabe que tiene que tomarlos en cuenta: “Definitivamente, de entrada al hacer un evento por pequeño que sea y «sencillo» como productor debes estar preparado para los imprevistos, «los que pasa sí» y esta situación que vivimos actualmente te exige trabajar en planificar aún más los eventos a nivel de horarios, incluir en los costos una planta eléctrica en casos donde muchas veces no eran necesarios, evidentemente esto dependerá del tipo de espectáculo a presentar”

Así también expresó Lisandro Bolívar, el nombre detrás de el proyecto Isla, y la net label Acapulco Music:  “Teníamos lanzamientos de varios proyectos planeados para finales de Marzo que hemos tenido que posponer ya que la atención del público en el país no está necesariamente en el mundo del entretenimiento. Trabajos que tenemos en proceso han bajado el ritmo ya que, aunque parte de la familia de Acapulco se encuentra en el exterior, también hay una parte que está en Venezuela y pues sin electricidad ni Internet se dificulta el trabajo a distancia”

Por su lado, Lisandro ha tenido que frenar el proceso de promoción de su propio lanzamiento musical, el EP ‘Golden Days Drive’. No es el único, músicos como Andrés Mata han tenido que retrasar sus lanzamientos y Lasso tuvo que cambiar la fecha de su concierto en el BOD para finales de abril. Este cambio de fechas lo sienten los dueños de los locales.

Otro ejemplo de seguir intentando enfrentar esta crisis es la Fundación Nuevas Bandas que mantiene su credo de “resistencia cultural” como lo relata el propio Félix Allueva: “Tanto el momento país como específicamente «el apagón» ha afectado profundamente nuestra programación.  Hemos tenido que reprogramar varias sesiones vrock, ruta caracas calling, talleres y en estos momentos estamos evaluando los festivales de música urbana y nuevas bandas. Esto sin contar la planificación y la relación con patrocinantes e instituciones nacionales e internacionales.  En Venezuela es imposible planificar un mes”

Jose Lasses, uno de los socios de Cúsica, empresa dedicada a la venta y promoción musical, y de Cúsica Live, un bar dedicado a la música en vivo en el Pueblo de El Hatillo, también compartió la situación con la que se han enfrentado y el efecto económico en todas las partes de la misma. “En primer lugar, y más evidente, el plano económico: los días que no ha habido servicio eléctrico no hemos podido abrir el local y, evidentemente, para un local que abre tres días a la semana, no abrir un día significa perder el 33% de los ingresos estimados para la semana. Esto afecta significativamente el flujo de caja de la empresa y nos dificulta cumplir con pagos a proveedores, tributos, empleados, etc”.

El reconocido Moulin Rouge, local ubicado en Sabana Grande, también ha tenido que reinventarse, como lo cuenta Luis Tapia uno de sus dueños. “Los bajones constantes han afectado nuestro circuito cerrado de cámaras, y dos computadoras de escritorio, las reparaciones nos han costado 350.000 BSS y todavía no se ha podido recuperar el circuito cerrado. Junto a eso el tema del transporte público nos ha afectado por que una buena parte de nuestra clientela, que llega alrededor de las 9 con el metro, pasa la noche completa en el bar y se van después de las 5 am cuando vuelve a abrir”. Tapia calcula que el consumo ha bajado alrededor de un 60%, lo que representa un mes particularmente complicado en un país que ya lo es.

Otro conocido local de Caracas: el Teatro Bar también ha visto su clientela golpeada como lo cuenta su dueño Ever Romero: “Con los apagones todos los establecimientos se han visto afectados, tanto diurnos como nocturnos, han visto menguada sus clientelas. Aunque no nos han fallado los equipos estamos preocupados porque esto va pa largo. Nosotros hemos hecho lo posible para enfrentar esto, aunque no hay manera de organizarte porque no sabes cuándo habrá luz”.

Como estos casos hay varios. El mundo del Stand Up tuvo recientemente un evento en el Teatro Bar que se dio a oscuras, y el Trasnocho se las arregló para hacer un cine foro con una planta eléctrica y un videobeam. Buena parte de la escena cultural caraqueña también hace lo posible para arrancar en lo que tienen oportunidad: Cusica Live ya abrió sus puertas y este fin de semana el Centro Cultural BOD tiene varios eventos planeados.

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La Fundación Nuevas Bandas recientemente anunció la apertura de las inscripciones para el Festival de Música Urbana, y tiene planeadas actividades para los 90 años de la urbanización Los Palos Grandes. Además según Allueva hay al menos “10 proyectos” en los planes actuales, aunque no especifican.

Los locales también está intentando reinventarse. Teatro Bar está analizando abrir en un horario diurno para aprovechar la luz solar y el Moulin Rouge ya lo da por hecho: “Queremos darle una oportunidad a nuestros clientes de venir antes de la oscuridad, y de huirle un poco a la inseguridad”.

Frente a un problema más en un país cuya lista de dificultades parece no tener fin, la cultura ha decidido una vez más pararse de frente. Aunque cada día es más complicado para esta sobrevivir cuando otras necesidades se anteponen. Con un poco de suerte pronto podremos escribir sobre la misma sin tener que subrayar el esfuerzo que hace para seguir en pie.