El EDM y la electrónica están entre los géneros dominantes del momento en el pop. Son cientos de artistas que han apostado por la computadora como principal instrumento, y por tanto empiezan a nacer experimentos de artistas que quieren diferenciarse de la mayoría.

En el caso de Anibal Hamilton, el Dj y productor decidió probar agregando instrumentos en vivo de música clásica. Invitando a varios instrumentistas para complementar su sonido, el grupo crea ritmos bailables, pero que tienen la formalidad y la cristalización de la música clásica. Bajo el nombre de AH Sinfónico, el grupo ha publicado música con este formato, y presentándose tanto como ha sido posible.

La banda pasó por nuestra oficina y hablamos un poco del nacimiento del proyecto y sus planes a futuro.


Obviamente lo más llamativo del proyecto es la mezcla de electrónica y música clásica. ¿Cómo ha sido ese proceso de integración?

Ha sido un reto para nosotros esto de entrar en la música electrónica, pero el poder fusionar todos estos instrumentos, que la gente escuche y reconozca nuestros violines y nuestros metales, que no son electrónicos sino instrumentos en vivo. Eso nos separa de ese sonido característico del deep house y la música dance. Eso es la propuesta que tenemos con este reciente tema.

¿Cuál es la diferencia entre el público de la música electrónica y la música clásica? ¿Cómo es diferente ese feedback?

El público de la música clásica sabe que esperar, es un público selecto que va pendiente de una sinfonía o de la ejecución de la pieza puntual. En cambio cuando la gente escucha AH Sinfónico suelen salir muy sorprendidos, no saben qué esperar y se enamoran durante el proceso, y se lo llevan a su casa. Es la expectativa de los inesperado, aunque suene paradójico.

La electrónica en vivo tiene mucho de improvisación, de mezclar canciones sobre la marcha ¿Que tal es ese proceso de adaptarse?

Nosotros hacemos lo posible para mantener esa esencia de un set de Dj. A veces nos ponemos todos a correr por que esa parte de improvisar dice que aquí va a funcionar una canción, o aquí va a quedar bien un cambio. Es una mezcla entre improvisar, la organización de los efectos visuales y saber lo que te está pidiendo el público.


“Dancing All Night” logra tener un sonido muy accesible a pesar de la mezcla de instrumentos ¿Cómo la compusieron?

La canción la empezamos de cero en el estudio, con la idea de que los instrumentos clásicos y la voz tuvieran el mismo peso que la parte electrónica. Eso no es tan normal, usualmente se elevan los beats. Nosotros usamos instrumentos como el saxo y el corno francés que rara vez se ve en el pop, y tratar de crear una dinámica de pregunta y respuestas entre la música y la voz de Beatriz.

Grabaron el video en Choroní con un núcleo local del Sistema Nacional de Orquestas ¿Qué pueden contar de la experiencia?

La idea era bastante simple originalmente, era mostrar Choroní y las costas de Aragua. Al mismo tiempo a los músicos que interpretan cada instrumentos. En el proceso nos contactamos con un núcleo del sistema nacional de Orquestas que nos invitó a dar un taller, pero la conexión fue tanta que tenían que estar en el video, aprendieron incluso el tema y le sumaron un quitiplas que hicieron los profesores.

¿Cual es el formato en que esperan lanzar su música? ¿Sencillos o planean un disco?

Nuestro plan por ahora es seguir trabajando en singles. La idea es lanzar uno cada cuatro meses, para no dejar enfriar la relación con el público, el proceso de componer y definir un disco es bastante largo. Además esperamos poder presentarnos más seguido durante el 2019 y volver a tocar en el exterior, luego de que pudimos tocar en Cartagena este año.