Como las últimas semanas seguimos dejando un disco que creemos vale la pena escuchar. Pero está vez nos alejamos de los coros y los tonos pop para entrar de lleno al mundo de las bandas sonoras con un el trabajo del dúo electrónico Air para el clásico del Teen Movie norteamericano creado por Sofia Coppola ‘The Virgin Suicides’ lanzado en el 2000.

Para quién no la ha visto basta decir que la película es una celebración de la adolescencia y al mismo tiempo un lamento por la inocencia perdida, o no aprovechada. Gira alrededor de la fascinación de los jóvenes de un pueblo con las hermanas Lisbon, un grupo de chicas hijas de una familia altamente conservadora y que poco a poco les va quitando derechos basándose en su fe, el final de la historia parece bastante obvio viendo el título.

El logro de Coppola es bañar cada segundo de su historia con un aire de melancolía, más que ver los escapes de los chicos y cómo se relacionan con las hermanas el espectador todo el tiempo ve un choque en cámara lenta, esperando lo que la película nos informa que va a ocurrir, y una pieza importante en la forma de contar la historia es la música.

Quitando el primer tema “Playground Love” el disco es completamente instrumental sin embargo las guitarras y sintetizadores saben contar la historia incluso sin voces. El disco empieza calmadamente y va revelando momentos más oscuros a medida que  avanza con toques de caos subrayados con guitarras distorsionadas y tonos oscuros de sintetizador.

A pesar de que el dúo dice que trataron de que los temas funcionaran como canciones sueltas el disco funciona mejor como una suite completa, o como acompañante de la película, escuchar el disco completo es quizás la mejor manera de entrar en los enigmáticos procesos mentales de las protagonistas del film y como este se va deteriorando. El disco funciona como una especie de réquiem a la inocencia que perdemos, representada en las chicas Lisbon y su prematura muerte.

El logro de Air entonces es conseguir belleza en la tristeza. “Bathroom Girl” lo logra con arreglos de guitarra eléctrica que recuerdan un llanto, “Highschool Lover” con sus lentas notas de piano que van subiendo el volumen y “Ghost Song” apostando por abrirle la puerta al caos, anunciando ya el triste y misterioso desenlace de la película.


Las últimas tres piezas del disco son criaturas extrañas. Air apuesta por piezas más pop justo cuando está mostrando los momentos más crueles de la historia “Empty House” y “Dead Bodies” son de los temas más movidos del disco, decisión llamativa considerando que el film termina en silencio. Sin embargo no rompen con la estética del resto del trabajo y mantienen el tono melancólico hasta el final.

El último tema “Suicide Underground” es el único que usa la narración de la película, preguntándose en voz alta porque seres tan hermosos podrían querer quitarse la vida, lamentando su incapacidad para salvarlas. Es quizás el tema más dependiente del film para funcionar aunque la voz distorsionada y las baterías le dan un precioso aire etéreo, como de un espíritu contando su historia.


La película es un clásico tallado en piedra, que recuerda la parte melancólica de la adolescencia que suele ser ignorada por la cultura pop. Su banda sonora es un triste acompañante diseñado para rompernos el corazón, pero es difícil negar su belleza.