Hay lanzamientos que marcan un antes y un después en la escena musical del país. Los hemos mencionado antes y lo haremos en el futuro: ‘La Violó, La Mató, La Picó’ de Dermis Tatú, ‘The New Sound Of Venezuelan Gozadera’ de Los Amigos Invisibles y ‘Besame y Suicidate’ de Zapato 3 lo hicieron en los años 90 así como ‘Taguara’s Forever’ de Los Mentas y  ‘Aeropuerto’ de Todosantos lo hicieron en los 2000. Uno de estos lanzamientos, que sirvió para hacer que el público y la crítica voltearan a escuchar una nueva generación de bandas con nuevas influencias: ‘El Día es hoy’ de Viniloversus.

Formada para el momento por Rodrigo Gonsalves en la guitarra y voz, Orlando Martínez en la batería y el punto llamativo: Dos bajistas Adrián Salas y Héctor Besson dándole un aire más pesado al grupo.


El disco fue una sorpresa para los que no estábamos atentos, cuando mucho del rock local que llegaba a la radio empezaba a sonar homogeneizado la banda sonaba como una aplanadora. Con un acercamiento diferente a la distorsión y con el uso de dos bajitas las banda caminaba la cuerda floja sobre el indie y el rock pesado diferenciándose no sólo del sonido del país sino del género en el momento.

Max Manzano (Director Fundación Nuevas Bandas y locutor de Fabricado Aca): «Este trabajo de su etapa primigenia, fue un buen punto de partida de todo lo que vendría después, que a su vez todo eso superaría a todo lo anterior. Es el primer disco oficial de lo que Félix Allueva llama «generación V-Rock». Es la primera materialización de un grupo que supo aprovechar las oportunidades desde el primer momento en que les empezaron a llover (cuando ni ellos mismos se lo esperaban)”.

Sin embargo para los que se movían en la escena no fue tan sorpresivo, el grupo venía amasando seguidores gracias a sus presentaciones en vivo y su victoria en el Festival Nuevas Bandas del 2006 y pararse en cualquier tarima que se los permitiera mientras poco a poco afinaban su sonido hasta que finalmente entran al estudio con el productor Rudy Pagliuca, guitarrista de Malanga y que se volvió una figura clave en la evolución de esta generación de rock venezolano por su trabajo como productor.

Desde el principio el grupo inyecta una carga de adrenalina con “Acelera” que nos introduce a la poderosa guitarra de Rodrigo así como al particular sonido de los dos bajos, antes de darnos tiempo de respirar el grupo explota en el primer sencillo promocional del disco “Directo al grano” un tema que muestra un inteligente uso de la sensualidad en una letra provocativa y directa que funciona gracias a la interpretación del vocalista.

La banda cambia de velocidad para otro de los temas más reconocibles de la banda “Dos secretos” una especie de parodia de las baladas romanticas del rock latino, retirando la distorsión y con el vocalista expresando que no entiende la monogamia. Volviendo a acelerar y dejando que los dos bajos cobren su poder completo “Las historias son mortales” muestra un lado más enigmático y metafórico como compositor de Gonsalves que no abre del todo las puertas al significado de la canción.

“Nada número dos” es otra canción rápida y divertida que sirve de puente antes de la explosión que representa “Cocaína” la cual compara las drogas con la adicción que por momentos podemos sentir por las relaciones y en la cual Rodrigo se pone a sí mismo en el papel de las drogas.

Victor Amaya (Periodista Cultural diario Tal Cual y  locutor de Esto Si Suena): «Es un disco muy importante porque le hablo a una generación “nueva” del rock venezolano, entregando un referente con sus particularidades. Por ejemplo, tan solo dos de las 12 canciones no comienzan con gran presencia de guitarras, muchas de ellas incluso con un punteo para comenzar el riff. Es decir, es una música enamorada de la guitarra eléctrica como instrumento solista y así quedó patente (… ) También hay que decir que el nombre funciona muy bien como marca, y que Rodrigo además atrae a un público femenino joven interesante para la escena rockera.»

El grupo vuelve a sacar su lado enigmático en “La velocidad” aunque por momentos la letra pierde todo sentido la interpretación del grupo sirve para crear un tema entretenido aunque no es la mejor canción del repertorio. “Yo cambié” los consigue hablando de una pareja que se reencuentra después de mucho, por supuesto de la manera particular de Viniloversus: “Yo no soy de acero, pero yo sé lo que quiero y yo a ti quiero verte en cueros. Ey! al menos soy sincero”. “Viceversa” los consigue bajando la velocidad con un tempo más cercano al blues, un estilo que no es demasiado usual para el grupo.


En “Retroceso” la banda apuesta por un sonido más acustico que recuerda un poco a Oasis y que se acopla a la melancólica letra de la composición donde podemos encontrar al vocalista explorando sus culpas y arrepentimientos en una canción que sirve como el antecedente más claro de su trabajo solista.

Rafael Antolinez (Vocalista de Le’Cinema y Pakalolo): «Yo tuve la oportunidad de verlos en el Washingstock 3 en mi colegio cuando estaba en sexto grado, ni siquiera estaba en bachillerato. Luego los escuche por My Space y canciones como “Las historias son mortales” y “Dos secretos”, para el momento yo oía puras bandas gringas como Green Day y Good Charlotte de pop punk y aparece este grupo tan crudo pero bien producido, cosa que no sabía a qué atribuirsela solo notaba la calidad de Rodrigo como guitarrista. Mucho después entendí que Rodrigo servía como un puente entre nosotros y Cayayo, no creo sin Vinilo yo hubiese llegado a Dermis.»

El cierre con “El día es hoy” y “Perdón” vuelven al modo sensual apostando por cerrar el disco con potencia y velocidad. El uso de la distorsión en la primera y la incapacidad de Rodrigo para pedir una disculpa honesta marcan una interesante pauta de sonido y composición que el grupo perfeccionará en su segundo disco.

El lanzamiento de ‘El día es hoy’ sirve como inicio para una nueva generación de bandas de rock. Al poco tiempo grupos tras disímiles como Los Mesoneros o La Vida Bohème al mismo tiempo que grupos que tenían años en la escena como Tomates Fritos, Candy 66, Los Paranoias o Los Mentas agarraban un segundo aire enamorando a un público juvenil que se había distanciado del sonido local.

Viniloversus no pararía de crecer y de pulir su sonido con su disco del año pasado ‘Days Of Exile’ representando un salto adelante en cuanto a producción. Sin embargo pocos proyectos pueden capturar lo que significó para la música un disco como este.

Apenas diez años después podemos ver cómo la industria pasa de nuevo por un momento complicado y estamos atentos a quién decide reinventar el sonido esta vez. Por ahora nos queda escuchar este disco que es desde el día uno una pieza clave para entender nuestro rock.