Entre tanta música nueva que sale a cada momento, es normal que nos perdamos de algunas cosas, o que una que otra pieza se nos traspapele entre todas las demás. Hay veces en que, entre ese desorden y olvido, pasamos por alto joyitas musicales, si bien porque se quedaron atrás o porque estaban muy escondidas a simple vista.
En esta lista, nuestra intención es hacerte llegar 15 tesoritos del rock nacional, maravillas de la escena local que quizás te pudiste haber perdido, o si no, que te encantaría revivir y remarcar.
La efímera pero deslumbrante agrupación Cunaguaro Soul es hoy considerada una de las propuestas nacionales más importantes de la última década. Dejaron tan solo dos discos: su reconocido álbum homónimo, y uno un poco más underground llamado ‘Bienvenidos a este viaje’. Este álbum en vivo incluye la espectacular pieza “Vuelo de las 6”, donde colabora el maestro Ezequiel Serrano Calderón en la sección de vientos, creando una fusión de rock y jazz para dejarte boquiabierto.
Héctor Tosta (Del Pez, Recordatorio, Sr. Presidente, Domingo en Llamas, Viniloversus, La Vida Bohème, Nana Cadavieco, y si sigo no termino), Tony Alda (ex baterista de Okills) y Daniel Briceño (el nuevo bajista de La Vida Bohème) formaron esta banda, grabaron un increíble EP de rock progresivo y prácticamente sólo lo tocaron en casa, para unos pocos amigos.
Esta banda de Mérida se formó a finales de los 90, integrada por Andrés Astorga (DJ Trujillo), Jonathan Bellomo (Charliepapa), Andrés Sosa (Submarino) y Yunior Lobo (Los Paranoias). Su primer disco, ‘Música para los apóstoles madre’, fue producido por Cayayo Troconis, y su sonido parece ser antecedente de muchas otras cosas que vinieron después en el rock nacional.
Adolfo Romero fue el vocalista de Bajo Tierra, y posteriormente de Alfombra Roja. Cuando estos proyectos se disolvieron, incursó en su carrera de solista, mucho más inclinado al folk rock. Hasta ahora ha grabado el álbum ‘Albura’ y el EP ‘Hijo del sol’.
Ezequiel Serrano Valencia formó parte de varias agrupaciones que pasaron por debajo de la mesa, pero que editaron material increíble. Con Tribop, una banda que explora una mezcla entre rock y jazz, publicó tan solo el álbum ‘Vol. 1’.
Tras la disolución de Tribop, surge Cabezón Key, con Serrano Valencia como líder y vocalista. También editaron un sólo álbum en el 2008 que pasó sin generar mucho ruido, fue redescubierto hace un par de años, y es de las joyas más geniales que tiene el rock nacional contemporáneo.
Esta banda estuvo liderada por Carlos Eduardo Reyes, y Ezequiel también metió mano por ahí. Editaron únicamente un disco, que mientras cuando fue publicado no se le prestó la atención debida, hoy forma parte de la serie de material de rock venezolano que es obligatorio atender.
Willie Croes es un tecladista con casi 40 años de trayectoria, en los cuales ha colaborado como instrumentista, arreglista y compositor en una innumerable cantidad de proyectos. Apenas en el 2009 publicó su debut, ‘La + de las partes’, para el cual invitó a varios de esos músicos con los que había colaborado previamente.
Gustavo Guerrero y José Ignacio Benítez unieron a sus alter egos para componer y grabar varias piezas. El resultado final salió el año pasado, bajo el nombre de ‘Pajarera vertical’, pero tenían varios años con las ideas en mente. En el 2011 estuvieron ofreciendo íntimas presentaciones en Buenos Aires y afortunadamente se guardó registro de ellas.
Juan Pablo Oczkowski es de Maracaibo, vivía en Margarita y ahorita formó una familia en México. Parte del legado que dejó fue un bellísimo álbum llamado ‘Demasiado viejo para morir joven’, que forma parte de esa serie de maravillas que ofrece la disquera de Maracaibo Entorno Doméstico (Cancioneira, Sr. Presidente, tlx, y más).
DMT fue otra agrupación sumamente efímera. Grabaron apenas un EP llamado ‘Uno’, que pasó desapercibido, pero ofrece una fascinante exploración de sonidos electrónicos, psicodélicos y surrealistas.
Domingo en Llamas debería ser declarado patrimonio nacional. José Ignacio Benítez es quizás uno de los músicos más prolíficos y talentosos que ha tenido Venezuela, calculando aproximadamente 140 canciones en los últimos 10 años (nada más como solista). Evidentemente, escoger una sola canción no es tarea fácil, pero entre tantas melodías y poesías, siempre estarán aquellas que brillan más.
Yátu es de los nombres que aparecen constantemente en las revisiones del rock nacional. Su trayectoria incluye Seguridad Nacional, La Kamara de Tortura, Zapato 3 y Pan. Junto con su agrupación La Hermandad publicó piezas como “La noche azul”, repletas de bella poesía.
Diego García sí logró generar bastante hype cuando su proyecto Hotel fue expuesto en el Festival Nuevas Bandas 2013, aunque luego de eso, quizás por su misma personalidad enigmática e introvertida, ese hype se diluyó un poco. En el 2015 publicó su álbum ‘Paisajismo nocturno’, donde cada canción es más bella y emotiva que la anterior.
Tercer Cuarto fue un proyecto de art rock que estuvo activo hasta el 2008. Disuelta la banda, Eduardo Castro fundó Vuelo Ved, Leonardo Pérez se fue hasta Londres y creó Laps Around The Sun, ahora establecida en Moscú, y Pablo Mora formó parte de Del Pez. La existencia de Tercer Cuarto pasó por completo desapercibida, pero al menos dejaron como evidencia un breve pero denso EP.
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