Sr. Presidente - Ilustre Ventanal de Estrategias
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Heberto Áñez Novoa, Sr. Presidente para muchos de nosotros, lanzó recientemente su sexta producción discográfica, que lleva de nombre Ilustre Ventanal de Estrategias. Con ese sonido tan variado que lo identifica, abarcando desde baladas hasta salsa, volviéndose imposible de encasillar, este nuevo disco nos muestra una vez más que Áñez es un músico y arreglista que no se pone ninguna clase de límites.

Ilustre Ventanal de Estrategias CusicaPlus

Esta vez cuenta quizás con un contexto un poco más sombrío, con la paradoja de que son sonidos y melodías hermosas y atrapantes. En una entrevista con el portal web NoEsFm, comenta Heberto que las canciones las escribió durante una época muy dura del país, donde apenas podía salir de su cuarto, y el exterior lo percibía desde su ventana.

En la canción que abre el disco, y además le da nombre al mismo, esta temática se hace evidente. Un ambiente que identifica ese estado de entre dormido y despierto; voces, suspiros, risas burlonas de fondo, un dulce fatalismo melancólico, una espera. Eso es para el oriundo de Maracaibo lo que sucede fuera de su ventana. Cuando pasa a “La Sociedad (de la tierra plana)” sube el ritmo, deja los sintetizadores a cargo de la melodía, y líricamente pasa de lamentarse a burlarse.

A partir de “Blanco Sobre Blanco” el bajo y el piano llegan a tener cierto protagonismo en el álbum, llegando a acuerdos con sintetizadores, una guitarra juguetona, y hasta un vibráfono. En el sonido es clara la influencia de los ritmos caribeños, y a su vez del synthpop de los 80. Un “cuasi-vals” se hace presente con “Mar de Aral”, que además cuenta con unas percusiones africanas que vuelven la canción todo un collage sonoro. En “Los Países”, el sonido se transforma en un indie pop que deja atrás el agua salada y la arena de la que nos empapamos antes, y sirve de preámbulo para “Bonsái”, la pieza final de este álbum. Desacelerando el ritmo, y en una especie de trance, Áñez entona la frase «todo tiene algún final, pero no mi espera», esa espera de la que nos habló al principio con fatalismo, y ahora con absoluta resignación.

El Sr. Presidente ha logrado una vez más brindarnos un material variado y  equilibrado, esos decretos que nos hacen mantenernos fieles a él.