Festival Nuevas Bandas 2017: Así fue la presentación del Circuito I de Caracas

Caracas volvió a rugir el pasado 6 de octubre con la presentación del circuito número 1 del Festival Nuevas Bandas 2017, realizado en uno de los bastiones sobrevivientes de la movida nacional: La Quinta Bar. Las bandas que disputaron el pase a la final del evento fueron los rockeros de Le Cinema, la nostálgica de Aida Rojas, los metaleros de Kurarex y los señores del swing,  Frankenstein V8.

De esas cuatro agrupaciones pasaron tres, sin embargo, todas se dedicaron no solo a dar lo mejor de sí, sino que además se dedicaron a brindarles a los caraqueños una gran noche llena de pasión, de energía y sobre todo de arte bien estructurado y bien plasmado.

 

cap1-19La noche del viernes cayó serena y silenciosa, luego de un afinado atardecer. En los alrededores de La Quinta Bar, local de parranda y rock, la gente se fue reuniendo desde tempranas horas de la tarde a la espera de uno de los eventos más importantes y significativos para la movida musical nacional.

Había llegado el momento de elegir a los representantes capitalinos del festival con más trascendencia del país.

Luego de meses turbulentos y vacíos de música en vivo, Caracas ha ido retomando la cultura y el Festival Nuevas Bandas, sin duda alguna, ha sido uno de los principales impulsores de la reactivación de la movida nacional. Desde hace ya semanas, todo el movimiento de la música alternativa ha estado activándose y preparándose para este evento que más que un festival se ha convertido en un símbolo de la superación y de la profesionalización del arte.

Desde tempranas horas de la tarde, la gente fue poco a poco acercándose al local y ya para las 7 de la noche, hora pautada para el inicio, La Quinta tenía cara de rock and roll y demencia. A eso de las 8 se montó la primera banda y el local entero empezó a brincar con la enardecida vibra de Le Cinema.

A simple vista, Le Cinema puede parecer una representante más del rock caraqueño, sin embargo, estos muchachos tienen un ingrediente especial que no es fácil de detectar y que tal vez se esconde en la solidez de la propuesta o en la vitalidad de sus cambios de ritmos o en la omnipotente voz del cantante, Rafael Antolínez.

cap1-5Su magia no se sabe bien de donde emana, pero no hay duda de que son una de las caras más consistentes y fuertes del rock nacional. El viernes ofrecieron un toque impecable y dejaron bien claro de lo que son capaces.

De segundo lugar se presentó el nostálgico y taciturno proyecto de Aida Rojas. En esta ocasión la cantautora caraqueña se tuvo que adaptar a un estilo al que tal vez no está muy acostumbrada, pero con el que puede llegar muy lejos.

Se trató de un estilo eléctrico, con una banda completa que por un lado le quita intimidad al proyecto acústico con el que venía trabajando hasta ahora, pero por otro lado le abre las puertas a un universo tan grande y lleno de tantas posibilidades como el de Lana del Rey o el de los Cranberries.

Es lamentable que Aida no haya sido seleccionada para pasar a la siguiente ronda del festival, ya  representaba una de las propuestas más interesantes y con más proyección. Sin embargo, la hermosa voz de Rojas, la pasión que le pone a cada acorde y su propuesta oscura/romántica pueden llegar a dar una gran sorpresa dentro de unos años.

Estoy seguro de que si Aida Rojas sigue con su proyecto de full band, incluye unos teclados a su repertorio y sigue plasmando la misma pasión, esta muchacha puede convertirse en una toda una revolución.

De tercer lugar estuvieron los metaleros de Kurarex. Apenas el escenario se llenó de esas melenas largas y negras, y de esas prendas oscuras y aguerridas, el público ya sabía que lo que se venía no eran comiquitas, sino una verdadera descarga de adrenalina y de power metal.

capt-1

Durante los primeros minutos no fue fácil asimilar ese metal melódico que no solo es dificilísimo de tocar e interpretar sino que además es muy complejo de comunicar. No obstante, bastó con una canción para que los Kurarex demostrarán que son una banda compenetrada, arriesgada y capaz de ganarse el corazón de cualquier público.

Durante varios minutos, estos caraqueños dieron una lección de canto, de velocidad, de doble pedal y de letras escritas, como ellos mismos dirían: con la sangre del alma. Si bien es cierto que no representan un proyecto futurista, ni muy innovador, Kurarex dio un toque tan íntegro y penetrante que hasta los más reservados terminaron meneando la cabeza.

kurarex-2

Por último y para cerrar la noche con broche de oro, se presentaron los chicos de Frankenstein V8. Solo con los peinados, el contrabajo y con la integrante vestida como Marilyn Monroe, estos capitalinos lograron captar el interés y la atención de todo el público.

En el momento en que la exquisitez del swing y la magia del rockabilly empezaron a expandirse por todo el local, fue increíble ver cómo de inmediato toda la masa empezó a moverse y a bailar. Con ritmos altamente pegajosos y con un tumbao tan vieja escuela como latino, los FV8 enamoraron al público y se ganaron el honor de haber sido los únicos que lograron sacudir las caderas de todos los espectadores.

cap1-15

Sin duda, el Circuito I de Caracas se lució. Desde el Hard Rock caraqueño, pasando por el dark pop, siguiendo por el heavy metal melódico y terminando con el rock and roll clásico, este grupo de jóvenes músicos brindaron una excelente noche y se les agradece.

De esas cuatro, como se dijo al inicio, pasaron tres a la final y fueron: Le Cinema, Kurarex y Frankenstein V8. Esa decisión no pareció la más acertada, ya que puede ser polémico dejar a una sola agrupación por fuera, no obstante, este es apenas el comienzo de estos proyectos, así que éxitos a todos y ¡Qué sigan haciendo buena música!