Rafael Cadavieco a pesar de aparentemente ignorarlo o no hacer alarde de ello, se ha convertido en una de esas personas que han ayudado, de alguna manera u otra, a la formación de la identidad del rock venezolano como lo conocemos hoy en día.

Ya fuese como miembro de bandas tan reconocidas como Zapato 3 y Atkinson; o como ingeniero y productor de bandas tan representativas de la movida como Los Mentas.
Hablamos con él acerca de esos aspectos de su vida profesional, además de su posición dentro del estudio de grabación y cómo ve a la escena musical dentro y fuera del país.

 

¿Cuándo comenzó tu interés por el mundo de la ingeniería de sonido y cuáles fueron tus primeras experiencias como ingeniero en el estudio?

 

A mi me pasó que en algún momento me empezó a llamar mucho la atención la parte del audio para poder grabar de manera correcta lo que estábamos tocando o haciendo con la banda, que en ese momento era Holocausto, la banda punk. Yo en mi casa ya había encontrado algunos reels (aparatos de open reel de 1/8 y 1/4 de pulgada), había encontrado un par de micrófonos de mi papá y me había puesto un poco a experimentar con eso. Luego logré que me prestaran una consola y grabé a Holocausto en el garaje de la casa de uno de nosotros. Un poco con lo que teníamos y lo que había. Además no quedó ni tan malo, de hecho eso fue lo que rodó y nos puso un poco en el mapa en aquel momento.

Antes de eso por el oficio de mi padre, desde hace como 45 años, más o menos, es la industria audiovisual, entonces había mucha cercanía con la tecnología. Cuando yo era un chamo de seis o siete años mi juguete favorito era algo de mi papá que lo prestaba con mucho celo, una cajita del tamaño de un ladrillo, negra, con un micrófono incorporado que era transmisor de FM, y tenía entradas auxiliares de audio, era súper avanzado, podías transmitir tu propio programa por todas las radios de la casa, porque obviamente con muy corto alcance. Y hace unos años me di cuenta que esa cajita envuelve muchas de las cosas que hago hoy en día que es audio, mezclado con radio, con transmisión remota y con portabilidad. Queriendo buscar la manera de hacer cosas cool para tus efectos.

En cuanto a trabajar en un estudio luego de grabar con Holocausto, nos metimos en un estudio en Santa Sofía, y siempre andaba encima de los ingenieros para ver y aprender qué era lo que estaban haciendo, preguntando muchísimo para así enterarme de cómo caminaba la cosa. Mi primer trabajo en estudio fue cuando entré con Zapato 3 a Telearte, con una consola maravillosa que tenían, Harrison si no me equivoco, a grabar en cinta. Después ya trabajando como tal, fue cuando grabamos ‘Capsula para volar’, en México.

 

¿Cambió tu metodología de trabajo como músico al obtener más conocimientos sobre el aspecto técnico de la producción? ¿Cómo?

 

Inevitablemente empiezas a pulir y a trabajar la parte incluso cuando estás componiendo y armando un tema con la banda, empiezas a enfocarlo distinto y a pensar directamente en cosas que puedan beneficiar o ayudar a la grabación. Pero es algo automático, es el cerebro auto-corrigiéndose, es algo de lo cual ni siquiera eres muy consciente. Empiezas a matizar mejor, empiezas a cuidar cada golpe, a cuidar que los golpes sean más parecidos en el redoblante y en el bombo. Comienzas a ver la diferencia entre un ejecutante novato que se encuentra con todas esas malas noticias al entrar en el estudio y la de alguien que ya tiene conocimiento y que ya está preparado.

 

¿Qué trabajo de producción ha sido el más complejo en el que has trabajado?

 

Como productor, el trabajo más complejo que hecho, sin duda, mi trabajo con Los Mentas, creo que es la banda con la que más discos he trabajado, en el que he tenido más diversificación. Hubo uno que grabé y mezclé, hubo uno que produje y grabé, si no me equivoco, y hubo uno que mezclé e hice de narrador; Fue una experiencia única, el disco: ‘Dios, el Diablo y el Dinero’, lo mezclé en mi estudio, grabado por Ricardo Remoto, que es un demonio, que brutal lo bien que le quedó y como suenan sus grabaciones. Pero además yo era el narrador que conecta toda la historia. Nos tocó crearnos un personaje con una voz profunda y una intención narrativa que es un híbrido entre Tomas Enrique y Porfirio Torres.

 

¿En qué proyectos has trabajado estando en los Estados Unidos?

 

Todavía no he trabajado en ningún proyecto en Estados Unidos, formalmente. Estoy por entrar en uno muy pronto, que aún no puedo decir, pero es bien interesante. Lo más cerca es el último disco de Los Amigos Invisibles, pero no puedo decir mucho más. Pero pude visitar los estudios Criteria Hit Factory. Inicialmente, Hit Factory quedaba en Nueva York luego se unió con Criteria, donde se hicieron discos de los Bee Gees, Eagles, Bob Dylan, mucha gente ha pasado por ahí.  

 

¿Cómo ves la movida de músicos venezolanos en el exterior o al menos en Estados Unidos?

 

No he tenido la oportunidad de estar lo suficientemente cerca de la movida de los músicos venezolanos aquí en Estados Unidos, para darte una apreciación de lo que realmente está pasando. Pero la apreciación que sigo teniendo desde hace muchos años para acá, es que el talento, los músicos, la música, la calidad de composición, que al final del día es la materia prima de nosotros, está en muy buen nivel y esa es la mitad del juego.

Lo otro es entrar al mercado, ya ese es otro tema pero yo sí creo que puede pasar y que puede pasar. Quizás desde mi punto de vista es que hay muchos países que a pesar de la infraestructura que tienen incluso en pequeños locales: consolas main y de monitores, backline,  con todos los privilegios, las mejores tiendas, pero compiten directamente con los venezolanos por su nivel de composición y talento. Creo que mucho se debe a que es algo que desarrollamos por todas las dificultades que tienen los músicos en nuestro país, que todo los hacemos con las uñas. Así desarrollamos un buen gusto y un buen criterio.

 

Una pregunta de rigor que se le debe hacer a cualquier ingeniero: ¿Qué te gusta más? ¿Trabajar en conciertos o en el estudio?

 

Son dos energías totalmente distintas. El trabajo de estudio te da el tiempo de ponerte un poco perfeccionista, buscando cosas muy específicas que no lo tiene el trabajo de un show en vivo, donde la energía y la adrenalina así como no tener la oportunidad de error, teniendo en cuenta todas las que pueden haber, le imprime algo totalmente distinto, es la razón por la que mucha gente ve el Miss Venezuela, para ver si la concursante se cae de boca por las escaleras. Creo que igual con todos sus pros y todos sus contras ambas me encantan precisamente porque cada una tiene unas características distintas.

 

Desde tu punto de vista ¿Cuáles son los discos mejor grabados del rock en Venezuela?

 

Es un tema amplio, a mi me gusta mucho el disco de Dermis Tatú (‘La violó, la mató, la picó’), aunque fue grabado en México, fue tocado por venezolanos y creo que eso cuenta.

Sin duda los discos de los últimos tiempos han tenido pues un gran salto en comparación a lo que pasaba antes. En Venezuela, aunque no lo creas, a pesar de que hay mucha historia y trascendencia, con respecto al rock y a los intentos de grabarlo, yo diría que apenas hace 15 o 10 años fue que dimos con el punto, de que los discos nos empezaran a quedar bien a todos, nuestra industria ha avanzado un montón en ese sentido.

Por ejemplo, los discos de Los Mesoneros, suenan muy bien. Los discos de La Vida Boheme, suenan muy bien, Viniloversus, Okills. La nueva generación definitivamente están haciendo la tarea, no solo de los músicos sino de todos los implicados en la producción, han dado con las aristas para que ese producto sea lo que tenga que ser.

 

¿Y cinco discos internacionales que hayas alucinado con su calidad de grabación?

 

Por supuesto los grandes. Hay uno que me gusta mucho que era algo innovador cuando lo descubrí, ya es un disco vintage, de una banda llamada Kula Shaker, titulado ‘K’, la música, la grabación la mezcla todo me parece maravilloso, todavía es mi disco de referencia cuando entro al estudio.

‘Vagabundo’ de Robi Draco Rosa, es una vaina del más allá, un disco conceptual, que como todos, insuperable. Jet con el disco ‘Get Born’, es alucinante a nivel del sonido de guitarras como todo lo que pasa en Australia. Cualquiera de los Ramones. De Social Distortion, ‘Sex, Love & Rock and Roll’, sobre todo la canción “Don’t Take Me for Granted”.

 

¿Crees que algún día podrías formar algún nuevo proyecto de banda como baterista?

 

Por supuesto, no descarto volver eventualmente montarme en una banda como baterista. En este momento no es mi prioridad, tengo otras por delante, pero creo y sé que es algo que en el futuro va a suceder. Principalmente porque los músicos tenemos un peo que cuando no estamos en acción y no estamos tocando, nos empezamos como a morir por dentro así que cada tanto hay que rockear. Fíjate que cuando yo menos lo pensaba surgió Atkinson junto a Wincho (Schäfer) y Erik (Bry). Al menos me saqué el clavo y llegué a mis 40 años tocando en una banda. Pero, si surge la idea, están los panas con los que uno quiere tocar, si es algo que puede suceder eventualmente.

 

¿Qué es lo mas raro que te ha pasado estando de gira o en un concierto?

 

Los cuentos de giras y de conciertos siempre son insólitos, además tengo una torre de ellos pero ahora no recuerdo uno que sea interesante y que te pueda contar.

Quizás este, medio tonto: En uno de esos viajes con Atkinson, rodando hacia Maracaibo de madrugada para poder pasar todo el día allá y poder hacer promoción del concierto, a las 3 de la mañana, en el medio de la nada entre Caracas y Maracaibo se espichó un caucho. En ese momento el pana de la van, en verdad entró en un ataque de pánico, al parecer se paró en el peor lugar. Además cada vez que intentábamos subir la van con el gato, este bajaba porque el piso no era muy estable. A parte de eso todos los equipos estaban en la parte de atrás de la camioneta, al final para poder usar el gato tuvimos que sacarlos todos y en realidad era un sitio espantoso.

 

Dinos 5 bandas venezolanas que te tripees y 5 internacionales.

 

Nacionales:

  1. Los Mentas, que para mi es una banda maravillosa por todo el concepto y la constancia.
  2. El proyecto de Juan Olmedillo con Claudia Lizardo, La Pequeña Revancha, me parece del más allá. Creo que Tarantino compraría todos esos temas para una película.
  3. Okills, es brutal.
  4. Los Mesoneros, están haciendo un trabajo increíble.
  5. Viniloversus, están rockeando.
  6. La ñapa, Rawayana, que a pesar de no ser un género muy de mi gusto personal, suenan muy bien, así como su actitud me parece bestial.

 

Internacionales:

  1. Por supuesto AC/DC, a pesar de que ahora tengan al bolsa de Axl Rose.
  2. Metallica, que es una súper banda. Musicalmente es brutal, con la propuesta de tarima crearon su propio género y como empresa funciona increíble.
  3. Los Rolling Stones, que todavía siguen rockeando como lo hacen, el buen gusto que tienen y el impacto que han tenido en todo lo que es rock hoy en día.
  4. Y 5, dos bandas que tienen un gran músico en común, el señor Dave Grohl: Nirvana y Foo Fighters. Que manera de darle una patada a la industria.

 

¿Qué disco nunca le recomendarías a nadie?
Coño no sé. No se me ocurre ninguno pero si lo supiera creo que no le haría a nadie la maldad de siquiera nombrarlo.